La etapa m¨¢s r¨¢pida da el tercer triunfo a Cipollini

Los organizadores del Giro est¨¢n contentos a mitad de la carrera y motivos no les faltan. Tienen un l¨ªder italiano, algo nada desde?able cuando se recuerda que desde 1991 ning¨²n local acaba con la maglia rosa. La carrera va lanzada, y con ello el espect¨¢culo: la media general, cuando se llevan recorridos 1.900 kil¨®metros, es elevad¨ªsima, 40,007 kil¨®metros por hora; se corre a la manera moderna de los italianos: siempre que el terreno se eleva un poco, hay batalla; corredores que llevan toda la temporada trabaj¨¢ndose el protagonismo -Fontanelli, Massi, Gontchenkov- parecen tan frescos como al principio y tambi¨¦n son protagonistas en el Giro. La general es la so?ada por cualquiera que quiera una carrera emocionante; las diferencias son minimas -entre el primero y el 14? s¨®lo hay 50 segundos de diferencia-, con lo que se da una carrera abierta, alejada del bloqueo de los ¨²ltimos a?os, cuya decisi¨®n siempre se aplaza para el d¨ªa siguiente. Y, adem¨¢s, los organizadores,. el Giro, Italia, el ciclismo, tienen a Cipollini.Fue una etapa espectacular, coronada por un triunfo sencillo. Fue la m¨¢s r¨¢pida de este Giro m¨¢s de 45 de media-, gracias a un recorrido llano, a un viento calmo, tu veloz en el y a un espiritu pelot¨®n,, fomentado por una escapada de 25, que, dadas las circunstancias: el llano se acaba ma?ana, no fue permitida por Cipollini y su equipo. Persecuci¨®n l¨®gica, intento desesperado de Fontanelli y De Pasquale -ca¨ªdo espectacularmente en el descenso del puerto de tercera sprint y prevista victoria de Cipollini, su tercera en este Giro, la 15? que consigue en la carrera rosa desde su debut en 1989, la 1 P que logra esta temporada.

Lo previsible, sin embargo, seacabar¨¢ ma?ana, con la llegada a Pratonevoso, inicio de la monta?a. Acabar¨¢n las dudas y las distancias m¨ªnimas.