Tregua chechena
UN ALTO el fuego puede, al fin, abrirse paso ma?ana en la guerra de Chechenia, sangriento conflicto al que Occidente ha preferido hasta ahora mirar s¨®lo de reojo. Las posibilidades de una tregua parecen mayores que en anteriores ocasiones, al darse una confluencia de intereses entre el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, y el l¨ªder independentista checheno, Zelimj¨¢n Yandarb¨ªev. Y, sin embargo, este, giro positivo est¨¢ rodeado de tanta niebla y tanta sangre que es dif¨ªcil predecir su resultado.Yeltsin y Yandarb¨ªev, en espectacular e inesperado viaje a Mosc¨², sellaron el lunes un acuerdo de alto el fuego y de intercambio de prisioneros. Ser¨ªa ilusorio dar as¨ª por sentado el fin de esta guerra que se inici¨®, tras la declaraci¨®n de independencia chechena de 1991, con el env¨ªo de tropas rusas en diciembre de 1994. Desde entonces han muerto varias, decenas de miles de chechenos y millares de soldados rusos.
El martes era el propio Yeltsin el que acud¨ªa a la capital chechena. All¨ª asegur¨® a los militares rusos que hab¨ªan vencido, una conclusi¨®n m¨¢s que cuestionable. Lo que resulta evidente es que el acuerdo es pol¨ªtico y se produce precisamente por la incapacidad rusa -y, por supuesto, chechena- de imponerse militarmente en este conflicto. Una comisi¨®n de negociaci¨®n en Mosc¨² deber¨¢ ahora abordar cuestiones tan dif¨ªciles como el desarme de los combatientes chechenos, la retirada de las tropas rusas de la rep¨²blica y, sobre todo, el estatuto de Chechenia. Yeltsin quiere que se aborde tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales rusas del 16 de junio, partiendo de la idea de una autonom¨ªa generosa que excluya la secesi¨®n.
El acuerdo tiene una amplia carga de electoralismo por parte de Yeltsin, quien ha reconocido p¨²blicamente que, con este conflicto abierto no tendr¨ªa posibilidades de ganar las elecciones. Pero si logra la paz, aunque sea tarde y por razones electorales, bien venida sea. La tregua ha sido acordada a nivel pol¨ªtico, en ausencia de los mandos militares rusos. Estos -nada proclives a ceder terreno a los rebeldes chechenos- ya han impedido anteriores intentos de negociaci¨®n, pero desde el domingo parecen respetar un alto el fuego de hecho.
Hay indicios que apuntan a que esta vez existe un prop¨®sito real de respetar el acuerdo. Yeltsin lo necesita, por lo que el alto el fuego habr¨ªa de mantenerse al menos hasta el 16 de junio, e incluso hasta despu¨¦s de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Los chechenos parecen necesitar, por su parte, cuando menos un respiro, e incluso una salida. Es, adem¨¢s, harto probable que prefieran como presidente de la Federaci¨®n Rusa a Yeltsin -al que, con todos sus defectos, ya conocen- que a un Ziug¨¢nov con un sentido m¨¢s agudo del nacionalismo ruso y mayores veleidades imperiales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.