La fiesta taurina persiste gracias a las subvenciones de los ayuntamientos

Las corridas de toros en los pueblos de la regi¨®n s¨®lo son rentables gracias a las ayudas municipales. La mayor¨ªa de los ayuntamientos subvencionan con cantidades que van desde un mill¨®n a los 15 los espect¨¢culos taurinos en sus municipios con el fin de atraer a los recelosos empresarios. La afici¨®n local les obliga a ello. La Comunidad de Madrid, sin embargo, se opone a subvencionar con su Plan Regional de Inversiones (Prisma) la creaci¨®n de nuevos cosos. Argumenta que no se trata de necesidades primordiales y niega el dinero a los ayuntamientos. Este a?o seis pueblos han o¨ªdo el no oficial.

La escasa capacidad de las plazas (la suma de los aforos de todos los cosos fijos de Madrid ronda los 127.000 asientos), el alto coste que supone la contrataci¨®n de toreros (de 15 millones a 500.000 pesetas por corrida) y el precio de los toros (de dos millones a 500.000 pesetas por animal) elevan los gastos de los espect¨¢culos. Para hacerlos rentables en los pueblos, los empresarios aumentan los precios en las plazas m¨¢s peque?as. Se da as¨ª la circunstancia de que la entrada m¨¢s barata en la plaza de Ciempozuelos (12.190 habitantes) es de unas 2.000 pesetas y en Las Ventas de s¨®lo 400.En Madrid hay 26 plazas fijas y una pl¨¦yade de port¨¢tiles. El a?o pasado, 120 municipios celebraron corridas. Jos¨¦ F¨¦lix Gonz¨¢lez, uno de los m¨¢s destacados empresarios madrile?os, comenta: "El mundo taurino en Madrid no es homog¨¦neo. Va desde la primera plaza del mundo, Las Ventas, hasta cosos port¨¢tiles en peque?os pueblos".

Ganar 800 millones

Y contin¨²a: "Las Ventas es una plaza muy rentable, donde se pueden ganar 800 millones al a?o, por ejemplo, mientras que en municipios como Arganda (29.000 habitantes) s¨®lo las subvenciones municipales, permiten que el espect¨¢culo subsista. El romanticismo ha quedado atr¨¢s". S¨®lo Colmenar Viejo (28.100 habitantes), El Escorial (9.140 habitantes) y Aranjuez (39.400 habitantes) no subvencionan los espect¨¢culos.La afici¨®n en Madrid es de las m¨¢s numerosas de Espa?a, seg¨²n los empresarios taurinos. "Hay mucha afici¨®n", dice Gonz¨¢lez. "En los pueblos las plazas se llenan, algo que no ocurre en Andaluc¨ªa o Salamanca, por ejemplo", relata. De hecho, en los ¨²ltimos a?os han surgido nuevas plazas en Madrid (M¨®stoles, Torrej¨®n) y otras dos est¨¢n en construcci¨®n (Vistalegre y Legan¨¦s). "Todo por el prurito de los ayuntamientos de tener una plaza fija en vez de una port¨¢til. Es que viste mucho", a?ade Gonz¨¢lez.

A pesar de esta afici¨®n, la Comunidad de Madrid no quiere subvencionar con el Prisma la construcci¨®n de nuevos edificios Alejandro Sanz, director general de Administraci¨®n Local, lo explica: "Los toros no son una necesidad municipal. El dinero de las inversiones no puede dedicar se a esto".

Los precios para ver toros en Madrid oscilan mucho. Desde las 15.000 pesetas de una barrera en Las Ventas hasta las 2.000 pesetas de las plazas menores. Los precios que cobran los toreros tambi¨¦n oscilan: desde 15 millones de las figuras en Las Ventas, hasta las 500.000 de los novilleros en las plazas de tercera. De esta cantidad, los matadores tienen que pagar los gastos de desplazamiento y alojamiento de sus cuadrillas (tres banderilleros, dos picadores, un mozo de espadas y el ayuda).

Madrid, a pesar de lo que ahora pueda parecer, siempre ha sido zona de toros. Hasta el siglo XVII, seg¨²n el escritor Diego Lechuga, "los astados pastaban libres por las dehesas en torno a la vega del Jarama".

A partir de ese siglo, en la zona de Alcal¨¢ de Henares (167.000 habitantes), comienzan a ser cruzados con criterios de selecci¨®n de bravura. La ganader¨ªa de Jos¨¦ V¨¢zquez, extinta Alea, en Colmenar Viejo, es la m¨¢s antigua de Espa?a. Fue fundada el 5 de mayo de 1788.

El auge de los toros bravos en Madrid hizo que la Corona se fijase en ellos. Fernando VII cre¨® su propio hierro en Aranjuez (39.400 habitantes), la Real Vacada. Luego, las reses pasaron a manos de los nobles Salvador Gaviria y el duque de Veragua.

En la regi¨®n existen actualmente 88 ganader¨ªas, repartidas por el norte y noroeste de la provincia, principalmente. Sin embargo, los empresarios que las poseen no suelen tener los astados por las dehesas de la regi¨®n. S¨®lo mantienen en Madrid sus oficinas. La mayor¨ªa prefiere tener las reses en Extremadura, Salamanca o Andaluc¨ªa. De hecho, en Madrid s¨®lo pastan unos 250 toros de lidia, seg¨²n los ganaderos.

Hierros famosos en Madrid hay muchos: Victorino Mart¨ªn, que tiene sus oficinas en Galapagar (15.400 habitantes); Baltasar Iv¨¢n, en El Escorial; Victoriano del R¨ªo, en Miraflores (3.250 habitantes); Los Eulogios, en Colmenar Viejo, y Hern¨¢ndez Pla, en Ciempozuelos.

La comodidad de Madrid

Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez, propietario de la ganader¨ªa Hern¨¢ndez Pla, una de las m¨¢s destacadas de Espa?a, lo explica: "Tener los toros pastando en Madrid es muy c¨®modo. Est¨¢s a pocos minutos de la capital y eso adem¨¢s viste mucho. Sin embargo, mantener en la regi¨®n ganader¨ªas es muy dif¨ªcil, sobre todo por la presi¨®n urban¨ªstica. Nuestros terrenos valen aut¨¦nticas millonadas y siempre te ronda por la cabeza vender todo y marcharte. Pero los toros tiran mucho".En la Comunidad, las ganader¨ªas se encuentran con un problema a?adido: la contaminaci¨®n de los r¨ªos del sur y sureste. Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez comenta que sus reses -una parte de las cuales pastan a orillas del Jarama- no beben nunca de este r¨ªo. "Tengo manantiales propios para que abreven, porque el agua del r¨ªo Jarama baja terriblemente sucia por los detergentes, grasas y esas cosas".