?frica

Recientemente escuch¨¦, durante una hora y cuarto, sin atisbo de cansancio, la magn¨ªfica conferencia de Alain Touraine Un mundo globalizado y fragmentado. Ven¨ªa a decimos c¨®mo estamos entrando en un proceso de ruptura hist¨®rica por la homogeneidad espacio-tiempo producidas por el dominio de los mass media y de las telecomunicaciones con la consecuente p¨¦rdida de los lenguajes culturales; el contagio de la hegemon¨ªa uniimaginaria americana (EE UU), y el entendimiento a nivel global de unos mercados especulativo-financieros fuera de cualquier actividad de producci¨®n, creando las mayores tasas de paro. En este network est¨¢n incluidos los cuatro dragones, otros tigres asi¨¢ticos y ¨²ltimamente florece China. El profesor nos preven¨ªa finalmente contra el surgimiento lento pero fantasmag¨®rico del monstruo autoritario y nos llamaba a la reacci¨®n.Bien, todo un arreglo del Norte como remedio de su propia crisis en el mismo Norte. Pero, ?no se hablaba de econom¨ªa mundial? Me va a perdonar el se?or Touraine, pero ni siquiera ¨¦l con su ampl¨ªsima visi¨®n nombr¨® a ?frica en todo el proceso ni una sola vez.

Africa es todo un continente que ha sufrido un atropello de proporciones hist¨®ricas (hace pocos d¨ªas nos lo recordaba Vicen? Fisas, por otros motivos, en estas mismas p¨¢ginas), y que el Norte sigue escurriendo para s¨ª.

El Norte ha reconocido el holocausto jud¨ªo y hace bien en record¨¢moslo. El Norte tiene pendiente reparar el devastador saqueo de la esclavitud y la explotaci¨®n colonial, para s¨ª, del Sur. Empiezan a entenderse algunas pol¨ªticas de desarrollo y de ayuda a la cooperaci¨®n... ?Entonces ser¨ªa m¨¢s equilibrado hablar de una mundializaci¨®n del desarrollo y de la econom¨ªa de un mundo globalizado!- .