Un mediador con los ojos en Washington

George Mitchell, de 62 a?os, un hombre ligado a la todopoderosa familia Kennedy, ¨ªntimo amigo del presidente Bill Clinton, reputado senador dem¨®crata, no se dejar¨¢ hundir si las cosas van mal en Irlanda del Norte y el proceso de paz se estanca. Mitchell, hijo de madre libanesa y padre. irland¨¦s, tiene muchas otras cosas entre manos. Por ejemplo, su trabajo como director de Disney, Xerox y Federal Express. Pero adem¨¢s, el ex senador de Maine, casado en segundas nupcias -se divorci¨® de su primera esposa en 1987 tras 28 a?os de matrimonio- con una mujer 25 a?os m¨¢s joven que ¨¦l, Heather, antigua entrenadora de tenis, est¨¢ lejos de ser un hombre acabado pol¨ªticamente.Cierto que perdi¨® su puesto en el Senado norteamericano a manos de un republicano, pero su extraordinaria lealtad al presidente Clinton y a la causa dem¨®crata, sus excelentes conexiones y su discreci¨®n, le convierten en una persona irremplazable a medio plazo. Hasta el l¨ªder unionista David Trimble le encontr¨® repleto de cualidades cuando los Gobiernos de Londres y Dubl¨ªn le encargaron un pol¨¦mico informe sobre la viabilidad de un desarme de los paramilitares del Ulster en enero pasado. El punto de vista de Trimble ha variado notablemente, pero est¨¢ por ver que Mitchell no consiga reconquistarle.

Discreto, legalista como buen abogado, devoto dem¨®crata y cat¨®lico, Mitchell es un pol¨ªglota que domina el ¨¢rabe por razones familiares. Los unionistas le achacan una visi¨®n rom¨¢ntica del problema irland¨¦s: la eterna dicotom¨ªa entre los buenos-cat¨®licos-despose¨ªdos y los malos-protestantes-acaparadores. Pero desde sectores nacionalistas moderados se estima que este hombre, firme defensor del medio ambiente y de los desfavorecidos, puede llevar las riendas de las conversaciones con mano firme. Si las negociaciones en el Ulster llegan a buen puerto, hay quien asegura que Mitchell se convertir¨¢ en el m¨¢s firme candidato a ocupar el puesto de Warren Cristopher en un segundo mandato de Clinton.