Amenaza tormenta
La prensa vigila y critica el estilo de vida de los jugadores de la selecci¨®n inglesa
Lo que fue una peque?a borrasca, ahora es una tormenta. Las cr¨ªticas contra el juego de Inglaterra se han disparado despu¨¦s de cuatro jornadas de f¨²tbol. Por comparaci¨®n, la selecci¨®n inglesa ha salido malparada y aquellas cr¨ªticas livianas del primer d¨ªa se han convertido en dur¨ªsimos ataques contra el equipo, el seleccionador Venables y el estilo de vida de los jugadores.La prensa ofrece fotograf¨ªas previas al infausto vuelo del equipo ingl¨¦s desde Hong Kong, apenas dos semanas antes del comienzo de la Eurocopa. Paul Gascoigne, Steve McManaman y Teddy Sheringham miran a la c¨¢mara con los ojos vidriosos y una botella en la mano. Despu¨¦s, durante el vuelo, los jugadores causaron da?os en el avi¨®n valorados en un mill¨®n de pesetas. En el climax alcoh¨®lico, Gascoigne quiso entrar por la fuerza en la cabina de pilotos.
A Terry Venables se le acusa como m¨ªnimo de irresponsabilidad. Nadie logra comprender c¨®mo los jugadores ingleses fueron, sometidos a una gira con vuelos de trece horas, animadas por el alcohol. Los expertos consideran que el periplo fue estrafalario y nocivo para unos futbolistas que adem¨¢s gastan fama de indisciplinados. "Una locura", es el veredicto un¨¢nime.
Los sectores m¨¢s cr¨ªticos se quejan de la inmensa tolerancia que han mostrado Venables y los dirigentes de la Federaci¨®n Inglesa con los jugadores envueltos en los episodios alcoh¨®licos y belicosos. Puestos a recordar, vuelven las palabras del venerable Bob Paisley, ex entrenador del Liverpool recientemente fallecido: "Los viajes en avi¨®n suponen para los equipos de f¨²tbol lo mismo que echar una antorcha en un tanque de gasolina". Y un vuelo a China es mucho vuelo.
Venables y los jugadores se sienten sitiados. Todo es confusi¨®n y cr¨ªticas. El seleccionador dej¨® dos d¨ªas libres a sus jugadores despu¨¦s del encuentro frente a Suiza. Algunos, como Gascoigne, salieron del lugar de concentraci¨®n escondidos en el asiento trasero de un veh¨ªculo. Otros se dejaron ver a altas horas de la madrugada en medio del vapor de la cerveza. Mientras tanto, la fogosa prensa popular persigue sus objetivos. Incluso la televisi¨®n pudo recoger un incidente de Paul Gascoigne con un grupo de periodistas apostados en el domicilio de su novia. Durante la espera, los periodistas comenzaron un partidillo que fue interrumpido por la salida de Gascoigne de la casa. "Qu¨¦, ?quer¨¦is un uno contra uno con cualquiera de vosotros?", les dijo. Sin discernir si era una amenaza o una invitaci¨®n, los reporteros le lanzaron el bal¨®n. Gascoigne lo recogi¨® y lo envi¨® de una patada a un lago aleda?o con la casa.
En este clima de cr¨ªticas e incomunicaci¨®n, los jugadores regresaron el lunes a Burnham Beeches, el hotel donde habitan durante la Eurocopa. Nadie habl¨®, excepto Venables. "Me da igual lo que dig¨¢is y lo que escrib¨¢is", dijo a los periodistas, que afilan sus plumas en previsi¨®n de lo que pueda ocurrir el pr¨®ximo s¨¢bado frente a Escocia, el enemigo m¨¢s temido por los ingleses.
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