"El Gobierno no es correa de transmisi¨®n de la patronal"
Al nuevo ministro de Trabajo, de 38 a?os, le han salido en los ¨²ltimos d¨ªas muchos asesores espont¨¢neos que recomiendan, en consonancia con las organizaciones empresariales, abaratar el despido. ?l afirma tajantemente que esa medida, por si sola, no crea empleo y, tras afirmar la bondad de contar con muchas opiniones, advierte que ¨¦stas no vinculan al Gobierno. Apuesta por el di¨¢logo social y niega que vaya a haber otra reforma laboral en esta legislatura.
"El Gobierno va a dialogar hasta la extenuaci¨®n". Por el momento, Javier Arenas hace de la negociaci¨®n el eje central de su pol¨ªtica. Una pol¨ªtica con la que pretende arreglar los desajustes del mercado de trabajo, crear empleo y garantizar el Estado del bienestar. Y ello, en medio de una tensi¨®n cada vez mayor entre empresarios y sindicatos y de una mayor presi¨®n de las ideas n¨¦oliberales sobre el Gobierno que, en econom¨ªa, Arenas dice no compartir Si. no se llega a acuerdos? El ministro no se sale del gui¨®n: "Volver a negociar".
Pregunta. Da la sensaci¨®n de que el di¨¢logo social no ha empezado bien. S¨®lo se han abierto tres de las siete mesas y una de ellas se ha cerrado sin acuerdo, incluso antes de empezar.
Respuesta. El di¨¢logo social no tiene punto de partida ni punto final. Empieza con la legislatura y terminar¨¢ con la legislatura. Es una forma distinta de gobernar. Este Gobierno entiende que hay que tener en cuenta la opini¨®n de los empresarios y de los sindica tos. Me parece que en un mes es un r¨¦cord que tengamos tres mesas abiertas porque, por parte del Ministerio de Trabajo, no se da por muerta la que afecta al sector p¨²blico empresarial. Nunca se va a romper el di¨¢logo social por par te del Gobierno.
P. Parece que las posturas de partida de empresarios y sindicatos en la mesa del mercado laboral no auguran un buen fin.
R. Tengo mucha esperanza, y no creo que sea por ingenuidad, en las decisiones de esa mesa. Ser¨ªa un hito hist¨®rico que pudi¨¦ramos llegar a un diagn¨®stico conjunto entre empresarios y sindicatos sobre el mercado de trabajo, y he visto que hay posiciones muy razonables. Creo que tenemos hoy en Espa?a organizaciones sociales extremadamente maduras. Y creo que de las experiencias pasadas tenemos que aprender todos, y nos dicen que reformas unilaterales, planteadas desde el Gobierno, no han tenido efectos positivos sobre la econom¨ªa ni el empleo. Las bases sindicales y empresariales no est¨¢n por la confrontaci¨®n sino por el di¨¢logo, as¨ª que no tengo una visi¨®n pesimista a priori sobre el desarrollo de esa mesa.
P. ?Qu¨¦ temas deber¨ªa tratar?
R. Ser¨ªa muy positivo que no hubiera temas tab¨²es, que se pudieran considerar todos los que pongan sobre la mesa los empresarios y los sindicatos. Pero ser¨ªa negativo que ese di¨¢logo se enfocara solamente desde uno de los aspectos que afecta al mercado de trabajo como es el abaratamiento del despido reivindicaci¨®n hist¨®rica de los empresarios.
P. ?Cu¨¢nto tiempo mantendr¨¢ la esperanza para que CEOE y sindicatos pacten?
R. Si yo fijara una fecha con creta estar¨ªa contribuyendo al mal fin de los trabajos de esa mesa. Hay que tener esperanza en un plazo razonable y, en cualquier caso, el Gobierno no est¨¢ quieto. Est¨¢ redise?ando ¨¦l futuro del Instituto Nacional de Empleo, tiene ya borradores de modificaci¨®n que afectan al contrato de aprendizaje, al contrato en pr¨¢cticas, est¨¢ estudiando la reducci¨®n de las modalidades contractuales y est¨¢ impulsando la forma, de nuevos convenios colectivos.
P. Si no hay acuerdo, ?implantar¨ªa el Gobierno un despido m¨¢s barato?
R. El Gobierno no piensa abaratar el despido. Ni est¨¢ en nuestro programa electoral, ni en el discurso de investidura del presidente Aznar. En este sentido, tambi¨¦n quiero decir que el Gobierno no es correa de transmisi¨®n de ninguna organizaci¨®n empresarial ni de ninguna organizaci¨®n sindical, sino que tiene la obligaci¨®n de defender exclusivamente intereses generales.
P. ?En esta legislatura habr¨¢ otra reforma laboral?
R. Otra reforma laboral como la que se plante¨® en la anterior legislatura no la va a haber. Eso no significa que el Gobierno no vaya a tomar ninguna medida que afecte al mercado de trabajo. Adem¨¢s, hay aspectos de esa reforma laboral que ni siquiera est¨¢n desarrollados, fundamentalmente los que afectan a la mayor autonom¨ªa de las partes y a la negociaci¨®n colectiva. Hay tambi¨¦n aspectos important¨ªsimos que deben tratarse con empresarios y sindicatos para el futuro, como la moderaci¨®n salarial
P. ?En qu¨¦ cifra piensa?
R. Desde luego con la inflaci¨®n prevista para 1997, que nos viene dada clar¨ªsimamente, por Maastricht, lo ideal es que la moderaci¨®n salarial se acercara a ese entorno del 2,6% que se prev¨¦ para 1997
P. Antes ha dicho que las bases sociales no est¨¢n por la confrontaci¨®n. ?Y las c¨²pulas?
R. Interpretan adecuadamente el deseo de las bases. Creo que las bases y las c¨²pulas de las organizaciones sociales han aprendido del pasado. La experiencia de la etapa socialista, en la que los propios trabajadores y los empresarios han sufrido cuatro huelgas generales, me parece que es un camino que nos debe hacer reflexionar.
P. El presidente del C¨ªrculo de Empresarios ha dicho que ning¨²n ministro de Trabajo que se precie se queda sin huelga general.
R. Una huelga general nunca es positiva. As¨ª que no comparto en absoluto esa afirmaci¨®n.
P. Nunca el ministro de Trabajo ha tenido tantos expertos laborales espont¨¢neos. ?Le est¨¢n favoreciendo en su tarea?
R. La verdad es que asesores espont¨¢neos no me faltan, y tampoco me sobran, porque mientras m¨¢s opiniones haya encima de la mesa mejor. Pero tengo que decir que esas opiniones se respetan, pero no vinculan al Gobierno en absoluto.
P. ?Pero el Gobierno est¨¢ favoreciendo que haya tantas voces reclamando el despido m¨¢s barato, el recorte del desempleo o medidas ajenas al Pacto de Toledo?
R. No lo impulsa en absoluto. Y es muy contundente al decir que va a ser extremadamente meticuloso con la aplicaci¨®n de los compromisos del Pacto de Toledo.
P. ?Alguien est¨¢ poniendo chinas en el camino del di¨¢logo?
R. Creo que no pero, si lo hiciera, desde luego tiene la batalla perdida porque a Espa?a le hace falta el acuerdo social. No se pueden interpretar determinadas opiniones como chinas en el camino, sino como opiniones. Hombre, si al final la ¨²nica bandera de la negociaci¨®n del mercado del trabajo es el abaratamiento del despido, ya s¨¦ que no va a haber conclusiones positivas.
P. La f¨®rmula m¨¢s factible de di¨¢logo parece que es especificar m¨¢s las causas del despido objetivo.
R. Me parece importante que se analicen, y tambi¨¦n la virtualidad de la actual legislaci¨®n. Pero tambi¨¦n se debe analizar la flexibilidad interna en las empresas.
P. ?Usted cree de verdad que abaratar el despido crea empleo?
R. Estoy absolutamente convencido que si la ¨²nica medida que se adopta es el abaratamiento del despido, ¨¦sa no es la soluci¨®n al mercado de trabajo. Esa no es la madre del cordero ni la respuesta al problema laboral que hay en Espa?a, ni a la creaci¨®n de empleo.
P. ?Qu¨¦ recomendaciones del Pacto de Toledo pueden estar en vigor el a?o que viene?
R. El objetivo es que est¨¦n las quince. Una ya est¨¢ certificada por parte del Gobierno, que es el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones. Hay otras Medidas que dependen de problemas estructurales, en el presupuesto, como la separaci¨®n de todo el sistema contributivo del no contributivo. Nos gustar¨ªa que en . 1997 se avanzara ya en un sistema de c¨¢lculo m¨¢s homologado con el sistema europeo, en el que se tenga en cuenta el principio de equidad, pero tambi¨¦n que la pensi¨®n tenga m¨¢s relaci¨®n con el esfuerzo contributivo. Tambi¨¦n, medidas para flexibilizar la edad de jubilaci¨®n, a partir de los 65 a?os, y medidas fiscales que incentiven m¨¢s el sistema complementario para aquellas familias que tengan capacidad de ahorro, teniendo la garant¨ªa del sistema p¨²blico, que, adem¨¢s, no corre ning¨²n peligro para el futuro. Y nos gustar¨ªa hacer un enorme esfuerzo en la lucha contra la morosidad y el fraude en la Seguridad Social.
P. ?Esa homologaci¨®n del sistema de c¨¢lculo quiere decir aumentar el n¨²mero de a?os sobre el que se calcula la pensi¨®n?
R. No quiere decir exactamente eso. Hay diversas propuestas...
P. ?Ser¨¢ toda la vida laboral, quince a?os ... ?
R. No quiero concretarlo, porque hay que hacerlo en el seno del di¨¢logo.
P. Para las pensiones actuales ?cu¨¢l va a ser el sistema de revalorizaci¨®n?
R. El sistema actual.
P. ?Conf¨ªa en mantener el consenso parlamentario sobre pensiones?
R. Ser¨ªa muy negativo que al
gunos grupos se descuelguen de los Pactos de Toledo. Es preocupante la intervenci¨®n del se?or Anguita en el discurso de investidura y tambi¨¦n la que se ha hecho desde alg¨²n sector del PSOE.
P. ?Qu¨¦ ahorro puede producir en 1997 el Pacto de Toledo?
R. No lo tengo cuantificado en este momento.
P. ?Pero lo va a haber?
R. Sobre todo, lo que va a producir es claridad; tranquilidad, en el sentido de que el sistema contributivo no corre riesgo y que el sistema de pensiones no est¨¢ en quiebra.
P. Ha hablado antes de cambios en el contrato de aprendizaje y pr¨¢cticas, reducci¨®n de las modalidades de contrataci¨®n y reforma del Inem, ?en qu¨¦ van a consistir?
R. Los primeros puntos est¨¢n referidos al mercado de trabajo y quiero ser menos concreto por la mesa abierta entre sindicatos y empresarios. En el caso del Inem estamos trabajando en un proyecto que calificamos Sistema Integrado de Empleo que servir¨¢ para defender un Inem muy potente en formaci¨®n, en intermediaci¨®n.
P. ?Tanta expectativa sobre futuros pactos no paraliza proyectos de inversi¨®n?
R. El di¨¢logo en s¨ª tiene como consecuencia la confianza. No creo que en este momento ninguna inversi¨®n o proyecto de creaci¨®n de empleo se vaya a paralizar porque se est¨¦ esperando ese di¨¢logo. El ambiente es positivo porque se ha producido un pase de p¨¢gina en lo que significa conflictividad y crispaci¨®n social.
P. Pues los anuncios de movilizaciones se empiezan a o¨ªr ya.
R. Los sindicatos y los empresarios pueden tener con el Gobierno m¨¢s o menos discrepancias o acuerdos, pero no ha habido prejuicios ideol¨®gicos a la hora de sentarse a negociar absolutamente de todo. Ahora, quien aspirara a que el ministro de Trabajo tenga el aplauso de sindicatos y empresarios es un iluso. Sobre todo si es un Gobierno centrista.
P. ?Un Gobierno que se define centrista va a hacer caso de. los consejos de los neoliberales?
R. Yo no he compartido nunca los planteamientos neoliberales aplicados a la econom¨ªa. Del liberalismo hay que aprender mucho en su talante, tambi¨¦n en su defensa de la libertad y en renuncia a dogmas y a posiciones sectarias. Pero este Gobierno no es ultraliberal y siempre hay que combinar la defensa de la econom¨ªa de mercado y de la iniciativa privada con un cierto papel subsidiario del Estado para atender determinadas necesidades sociales que no se resuelven con la iniciativa privada.
P. ?Qu¨¦ se va a hacer con la protecci¨®n del desempleo.
R. Se van a mantener las prestaciones. No tenemos ning¨²n desequilibrio hoy ni ning¨²n riesgo econ¨®mico.
P. Otra reforma que preparan es la del PER, ?en qu¨¦ va a consistir?
R. Nos planteamos vincular con mucha m¨¢s intensidad el PER a la formaci¨®n, que no accedan a ¨¦l las personas que injustificadamente rechacen ofertas de trabajo, y pretendo neutralizarlo pol¨ªticamente para que la pobreza de tantas familias andaluzas no sea utilizada por ning¨²n partido. En ese sentido estudiaremos controles profesionales por los sindicatos del PER, que no conlleve necesariamente la intervenci¨®n de pol¨ªticos como ha sucedido en el pasado. Tambi¨¦n tenemos que replantearnos el sistema de las peonadas porque ahora produce fraude.
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