Alicia y el cuarteto de las maravillas
La colaboraci¨®n de Alicia de la Rocha con el Cuarteto de Tokio hab¨ªa generado una gran expectaci¨®n. Se percib¨ªa en los murmullos de la sala y se manifest¨® con claridad cuando se emitieron por megafon¨ªa los sonidos t¨ªpicos que anteceden a una intervenci¨®n verbal. Se temi¨® una imprevista. cancelaci¨®n, pero la cosa qued¨® solamente en el susto, al comprobarse que las advertencias eran para otro concierto. Uf, respir¨® m¨¢s de uno.Primero, actuaron por separado. Alicia, en solitario, desgran¨® con primor las ligerezas sonoras de Cuatro romanzas sin palabra y el Capricho en la menor de Mendelssohn. Cierto sonido metalizado del piano rest¨® brillo a la sabidur¨ªa de concepto y a la pulcritud de realizaci¨®n. Fue un buen aperitivo.
Ciclo de grandes int¨¦rpretes
Alicia de la Rocha y Cuarteto de Tokio. Auditorio Nacional, 18 de junio.
Con el Cuarteto n¨²mero 14 de Schubert, La muerte y la doncella, expresi¨®n sublime de un romanticismo inquietante, tocamos la gloria. El Cuarteto de Tokio lo expuso con hermosura dolorosa e irresistible magnetismo. La claridad de texturas unida a la tensi¨®n interna de una m¨²sica mostrada en su m¨¢s absoluta desnudez, propici¨® una realizaci¨®n hechizante y a la vez intimista, intensificada por la pureza de las voces intermedias, por las sugerencias continuas del violonchelo y por el sonido delicado del primer viol¨ªn Andrew Dawes, que cubre la ausencia de Peter Oundjian en a?o sab¨¢tico. Este mismo cuarteto de Schubert ha sido interpretado esta temporada en Madrid por grupos como el Melos o el Lindsay. La diferencia respecto a ellos de la versi¨®n del de Tokio est¨¢ en su capacidad de desgarro, en la interiorizaci¨®n de los valores m¨¢s humanistas del esp¨ªritu rom¨¢ntico. Las ovaciones fueron clamorosas.
En la segunda parte, con Schumann en los atriles, lleg¨® el encuentro de Alicia y los japoneses. Era lo m¨¢s esperado y, sin embargo, no se mantuvo la magia alcanzada antes. Fue una realizaci¨®n impecable, qu¨¦ duda cabe, pero la personalidad de la pianista no encajaba con fluidez con las maravillas del cuarteto. El quinteto lo hab¨ªan grabado ya en disco, con Io que esto supone de identificaci¨®n, pero el ansiado algo m¨¢s no acab¨® de llegar, La perfecci¨®n del Cuarteto de Tokio admite con dificultades una voz diferente. Alicia, por otra parte, se manifiesta con m¨¢s libertad como solista que integrada en un grupo de c¨¢mara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.