Un 'Musoleo' para Antonio

Homenaje a Antonio Ruiz SolerY Roc¨ªo Jurado no cant¨®. El p¨²blico (media entrada), con un enfado justificado, hizo coro y bulla, casi bronca, pues esperaba ese final sentido y muy anunciado de la de Chipiona. El resto de los artistas hizo lo que pudo en un escenario inapropiado, con luces de cabar¨¦ barato, sonido irregular y momentos hilarantes que nada ten¨ªan que ver con el noble prop¨®sito original de la velada: recoger fondos para colocar una estatua del gran Antonio en su tumba en Sevilla. El problema es la escultura, que es fe¨ªsima.Cuando la noche se ponla seria por fin, sali¨® Carmen Sevilla a escena (enorme traje rojo fuego) y provoc¨® una de esas situaciones de verg¨¹enza ajena que han acabado por ser cotizados chistes de televisi¨®n, encantada la mujer con que finalmente Antonio tendr¨¢ su musoleo.

En la danza hubo fuertes personalidades individuales destacando su br¨ªo y nervio. La Chunga volvi¨® descalza por sus fueros de anta?o, Mar¨ªa Rosa se enfund¨® su larga bata celeste, Ruth Mir¨® y Eduardo Lao hicieron un fragmento de Ullate, Antonio M¨¢rquez hizo una aproximaci¨®n a la f¨¢rruca que Antonio cre¨® para ¨¦l mismo en El sombrero de tres picos e intercal¨® un largo zapateado en silencio, y Jos¨¦ Antonio con su compa?¨ªa ofreci¨® la parte final de su ballet Im¨¢genes, un buen ejemplo coral y virtuoso de flamenco estilizado.