Wembley readita la final del 76

Wembley no ser¨¢ neutral esta noche en la final de la Eurocopa. La amabilidad de la UEFA con Alemania -el m¨¢ximo organismo del f¨²tbol europeo permiti¨® e? viernes la inclusi¨®n de dos nuevos jugadores en cada equipo- ha sido recibida con sospechas en Londres. El inter¨¦s de los alemanes en presentarse como un batall¨®n lleno de bajas s¨®lo ha convencido a los dirigentes de la UEFA, que se han saltado todas las normas para adoptar su controvertida decisi¨®n. Los checos han rechazado la posibilidad de aprovecharse de la situaci¨®n y no han reclamado la presencia de ning¨²n jugador. Los alemanes, s¨ª. Jens Todt, centrocampista defensivo del Werder Bremen (lleva dos semanas de entrenamiento gracias a la Intertoto), se uni¨® a primera hora de ayer a la concentraci¨®n de la selecci¨®n. El clima de agravio contra los checos es evidente. La gente de Londres, que no se caracteriza por su germanofilia, apoyar¨¢ a los jugadores checos en una final que reeditar¨¢ el famoso duelo del 76.Sobre las diez de la noche del viernes, Todt estaba en su casa de Bremen. Son¨® el tel¨¦fono y al otro lado escuch¨® la voz imperativa de Vogts. "Empaqueta y ven a Londres inmediatamente", le dijo. No se retras¨® ni un minuto. A las doce del mediod¨ªa de ayer, Todt se sentaba con un gesto p¨¦treo junto al seleccionador. "Me siento feliz de estar aqu¨ª", declar¨®, pero daba la impresi¨®n de sentirse tenso. Era el invitado que entra por la puerta de atr¨¢s. No s¨®lo eso, sino que Vogts afirm¨® que el nuevo s¨®lo jugar¨¢ en el caso de que no disponga de doce jugadores de campo. Un papel¨®n el de Todt.

Vogts gast¨® la mayor parte de su ¨²ltima conferencia de prens a en justificar la petici¨®n de Alemania y elogiar la decisi¨®n de la UEFA. "Estoy agradecido a la UEFA y al equipo checo por permitirlo", coment¨®. El hombre que no hab¨ªa querido sustituir a Mario Bassler cuando pudo hacerlo, consideraba ahora que Alemania ten¨ªa todo el derecho a realizar una solicitud que contraviene al reglamentaci¨®n. Naturalmente neg¨® que. se tratara de un acto de favor a un pa¨ªs con tanto poder en la UEFA.

Despu¨¦s de presentar un panorama desolador -Bobic, Freund, Bassler y Kohler son bajas por le si¨®n, Klinsmann, Bode y Helmer est¨¢n en una condici¨®n dudosa y Moller y Reuter no podr¨¢n jugar por sanci¨®n-, Vogts volvi¨® a referirse al esp¨ªritu colectivo y a su capacidad de sufrimiento que anima al equipo. Pero no logr¨® dar una explicaci¨®n satisfactoria par ' a justificar la convocatoria de, un nuevo defensor cuando s¨®lo le quedan dos delanteros y ninguno muy notable: Bierhoff y Kuntz.

Vogts no hizo ning¨²n comentario sobre el equipo checo. Como si no existiera. "Si no cometemos los errores de hace cuatro a?os (por la final que perdi¨® contra Dinamarca en la Eurocopa 92) ganaremos el partido" se?al¨®.

Mientras tanto, los checos, que ayer fueron desalojados de su hotel de concentraci¨®n por culpa de un accidente qu¨ªmico (una fuga de gas clor¨ªn cuando se limpiaba la piscina), vuelven al primer plano del f¨²tbol despu¨¦s de 20 a?os. En 1976 llegaron a la final de la Eurocopa en las mismas circunstancias. Nadie contaba con ellos en el partido contra Alemania, pero ganaron en la tanda de penaltis. Hoy salen con todas las apuestas en contra, aunque su juego no ha sido ni mejor ni peor que el de Alemania. Han sido dos equipos iguales, intercambiables, defensivos, oportunistas. Por eso conviene no infravalorar las posibilidades de la Rep¨²blica Checa en un estadio que tendr¨¢ a todos, menos a 11.000 alemanes, de su parte.