Voqts, aclamado en Wembley
El seleccionador alem¨¢n peligraba en el cargo en caso de derrota
"Tras la derrota del Mundial de 1994 ante Bulgaria recib¨ª muchas cartas de seguidores d¨¢ndome ¨¢nimos y otras tantas de amenazas; hoy se lo agradezco a todos, los que me apoyaron y los que me criticaron". El seleccionador alem¨¢n, Berti Vogts, cuyo cargo peligraba seriamente en caso de derrota, fue aclamado por miles de alemanes presentes en Wembley, que le obligaron a dirigirse a la grada en la que estaban ubicados y hacer la ola con ellos, en un matrimonio perfecto.Para Vogts, la victoria cay¨® del lado "del mejor equipo del torneo" y fue un premio al "tremendo sacrificio que hemos tenido que hacer a causa de las lesiones". De hecho, el t¨¦cnico alem¨¢n se deshizo en elogios hacia el cuerpo m¨¦dico del equipo -"los mejores doctores del pa¨ªs"- que el pasado s¨¢bado trabajaron hasta las cinco de la ma?ana para intentar recuperar a jugadores como Klinsmann, Helmer, Ziege y Strunz.
Vogts, que al igual que toda la plantilla alemana recibi¨® en el vestuario una felicitaci¨®n personal del presidente Helmut Khol, afirm¨® que la ¨²nica diferencia respecto al primer partido del torneo ante los checos estuvo en las secuelas m¨¦dicas de su equipo: "Aqu¨¦l d¨ªa estuvimos todos y hoy no, esa ha sido la clave".
En la expedici¨®n checa todo fueron lamentos por el "error arbitral" del segundo gol -el linier levant¨® la bandera por un fuera (le juego posicional de Kuntz-. Sobre la misma jugada, Kouba, el meta checo, disculp¨® su tremendo error en el gol de oro de Bierhoff, al esgrimir que hab¨ªa intentado blocar el bal¨®n, "pero hizo un efecto muy extra?o, lo desvi¨® Hornak y se me fue, casi ni lo vi". Los checos no discutieron si era o no fuera de juego, pero apuntaron que el ¨¢rbitro italiano, Pierluigi Pairetto, debi¨® hacer caso al linier. Sobre esta jugada, Vogts se limit¨® a se?alar que "el ¨¢rbitro se equivoc¨® en el penalti, como el propio Sammer -autor del derribo a Poborsky- me coment¨® durante el partido. Las quejas de Sammer nos han dado el coraje suficiente para remontar", apostill¨®.
Dusan Uhrin, el seleccionador checo, dijo que la final fue "el mejor partido" de su equipo en el torneo, que, en su opini¨®n, "ha ido de menos a m¨¢s durante el campeonato". Uhrin subray¨® que, pese a la derrota, "el trabajo de la Rep¨²blica Checa ha sido dign¨ªsimo; todos deber¨ªamos estar orgullosos".
El modesto peregrino
Olivier Bierhoff, el goleador alem¨¢n, apunt¨® que sus dos goles fueron fruto de la confianza" mostrada en ¨¦l por Vogts, "que me dijo antes del partido que yo jugar¨ªa, mucho o poco, pero que jugar¨ªa". Marcar dos goles y hacerlo en Wembley ha sido alucinante".Bierhoff es el ¨²ltimo mohicano alem¨¢n que queda en el calcio italiano, hasta hace muy poco invadido. Hace tres temporadas se proclam¨® m¨¢ximo goleador de la Serie B italiana con el Ascoli y este a?o ha sido el goleador del Udinese, con el que se ha mantenido en la m¨¢xima categor¨ªa.
A sus 28 a?os, Bierhoff tiene una carrera tan larga como borrosa. Ha peregrinado por ocho equipos -Essener, Schwarz, Bayer Uerdingen, Hamburgo, Borussia Moenchengladbach, Austria Salzburgo, Ascoli y Udinese- y su apetito goleador le ha permitido sobrevivir como profesional. Su carrera ha sido tan tenebrosa que hasta este mismo a?o no ha conseguido ser internacional. Vogts le reclam¨® para reemplazar a la vieja guardia -Voeller y Riedle- y en su segundo amistoso, frente a Dinamarca, se gan¨® el billete a Inglaterra con dos goles.
Hasta la Eurocopa, su palmar¨¦s internacional era insignificante: ayer cumpli¨® su cuarto partido internacional. Alemania ten¨ªa medio equipo en la enfermer¨ªa, pero Vogts prefiri¨® a Kuntz -un ex polic¨ªa- y Klinsmann -el gran capit¨¢n- a¨²n renqueantes. Bierhoff se fue al banquillo, como casi toda el torneo. Nada extra?o. Su carrera siempre ha sido tangencial. Pero el f¨²tbol, a veces muy generoso, le puso ayer de protagonista.
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