Triunfal recibimiento a los 'h¨¦roes' de Wembley
Miles de alemanes acudieron ayer a la plaza de Roemer, en el centro hist¨®rico de Francfort, para recibir, en medio de una aut¨¦ntica ola de fiebre futbol¨ªstica, a los llamados h¨¦roes de Wembley, la selecci¨®n alemana que el domingo gan¨® por tercera vez la Eurocopa. El canciller alem¨¢n, el democristiano Helmut K?hl, puso de manifiesto sus dotes, tanto de experto en f¨²tbol como en antropolog¨ªa cultural: pronostic¨® 2-1 de Alemania,contra la Rep¨²blica Checa y afirm¨® que el ¨¦xito se debe a que la selecci¨®n supo "recuperar la vieja virtud alemana. de la capacidad de lucha".
Casi 33 millones de alemanes llegaron a seguir a ratos el partido en la televisi¨®n en alg¨²n momento. Esta cifra bate todas las marcas de audiencia desde que en 1985 se iniciaron estas mediciones en Alemania.La noche transcurri¨® tranquila, salvo espor¨¢dicos actos degamberrismo en puntos aislados de Alemania. Se tiraron algunos cohetes; los automovilistas tocaron las bocinas; centenares de espont¨¢neos se lanzaron a la calle en Berl¨ªn y cerraron la principal avenida de la parte occidental. Ni siquiera falt¨® un ¨¦mulo del arte de C¨²chares, quien se lanz¨® al asfalto para intentar dar capotazos a los coches con la ense?a nacional como capote.
En Londres, por la noche, el canciller K?hl se convirti¨® casi en la estrella con su larga pero rata en la televisi¨®n, al lado de su amigo el seleccionador nacional, Berti Vogts, quien no osaba abrir la boca. Estableci¨® el canciller paralelismos entre la carrera de Vogts y la suya. Las dos sufrieron altibajos y por eso K?hl aprecia a¨²n m¨¢s al seleccionador. El canciller destac¨® las virtudes alemanas de la selecci¨®n, que supo recuperar el esp¨ªritu de lucha tras el gol encajado de penalti, y no vacil¨® en comparar las cualidades de los seleccionados con el resto del pa¨ªs: "Consideren ustedes cu¨¢ntos acudieron lesionados a jugar la final, sobre todo cuando se procede de un pa¨ªs en el que cuando uno tose ya se da de baja por enfermedad. Los futbolistas permanecieron firmes". El jefe de Gobierno, que baj¨® , a los vestuarios de Wembley a felicitar a los jugadores, fue recibido por los seleccionados, que coreaban: "?Helmut K?hl b¨¢janos los impuestos!".
Tras un viaje turbulento de poco menos de una hora, el avi¨®n con la selecci¨®n a bordo aterriz¨® en Francfort. En la ¨²ltima parte del vuelo cuatro cazas de la fuerza a¨¦rea alemana escoltaron al avi¨®n de l¨ªnea regular que transportaba a los h¨¦roes de Wembley, como ahora se les llama. Los futbolistas presentaban muestras inequ¨ªvocas de resaca y tampoco se exced¨ªan en manifestaciones de entusiasmo. El portero de la selecci¨®n y futuro barcelonista, Andreas K?pke, lleg¨® con la copa en el brazo izquierdo y su hija en el derecho. K?pke se mostr¨® convencido de jugar en Barcelona y ayer se difundi¨® la informaci¨®n de que ha encargado a un abogado la soluci¨®n de las diferencias con el Stuttgart. K?pke lleg¨® a fotografiarse con el presidente del club alem¨¢n.
Desde el balc¨®n de la plaza de Francfort los seleccionados se dedicaron a toda clase de bromas con los miles de hinchas que los vitoreaban. Los futbolistas hicieron la ola, cantaron "we are the champions!" y en alem¨¢n "?oh, qu¨¦ maravilloso es esto!", se inscribieron en el libro de oro de Francfort y dieron ocasi¨®n a que la alcaldesa democristiana, Petra Roth, y el presidente socialdem¨®crata del Estado de Hesse, Hans Eichel, pronunciaran unas palabras rituales. Alemania es tricampeona mundial y ahora tambi¨¦n europea. S¨®lo Brasil presenta semejante palmar¨¦s.
Praga, con su selecci¨®n
Por su parte, la selecci¨®n de la Rep¨²blica Checa fue aclamada ayer por unas 50.000 personas a su llegada a Praga. Los aficionados checos festejaron como si de un triunfo se tratase la mera clasificaci¨®n de su combinado para la final.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.