Residuos radiactivos

, La incineradora de Valdeming¨®mez se ha convertido en la punta de lanza de la guerra ecol¨®gica emprendida por la Fiscal¨ªa de Madrid. Una contienda con m¨²ltiples frentes legales -en total, el ministerio p¨²blico ha presentado cinco recursos- y que ya tiene incluso una fecha para el recuerdo: el 1 de abril de 1996. Ese d¨ªa, la instalaci¨®n, que fue apoyada por la ex edil de Medio Ambiente y hoy ministra de Educaci¨®n y Cultura, Esperanza Aguirre, empez¨® a funcionar sin ning¨²n tipo de limitaci¨®n. Un paso ante el que la fiscal¨ªa no duda en pronunciarse: "A partir de ese momento se produce una situaci¨®n de grav¨ªsimo riesgo para la salud p¨²blica y el medio ambiente". No en balde, el ministerio p¨²blico insiste en que la incineradora, que en un principio se dise?¨® para el reciclaje, se ha convertido, pese a su falta de controles, en una instalaci¨®n que admite residuos t¨®xicos y peligrosos e incluso radiactivos.

Otros riesgos, siempre a tenor de la fiscal¨ªa, proceden de los elementos pl¨¢sticos utilizados en la combusti¨®n, de las filtraciones y emanaciones del compost (material derivado de la fermentaci¨®n de la basura org¨¢nica) que reciba la planta, de la falta de vigilancia de las cenizas y escorias resultantes de la incineraci¨®n o de las emisiones contaminantes liberadas por la quema de compuestos t¨®xicos y peligrosos como los metales pesados incombustibles, -cadmio, cromo, mercurio- y los t¨®xicos clorados propios de la basura.

Cap¨ªtulo aparte merecen las temidas dioxinas lanzadas al aire durante la combusti¨®n. Para el fiscal, los aparatos instalados para su medici¨®n sirven de bien poco. Por un lado, porque las dioxinas inocuas y las da?inas se solapan unas a otras; por otro, porque "hay un elevad¨ªsimo n¨²mero de compuestos con similar efecto t¨®xico para los que no se efect¨²an mediciones". Prueba de esta dificultad de detecci¨®n la ofrecen los centros especializados, cuyos resultados var¨ªan hasta un 10.000% de un laboratorio a otro.