UPN y Convergencia de Dem¨®cratas desactivar¨¢n el ¨®rgano vasco-navarro

El ¨®rgano permanente de encuentro entre Navarra y el Pa¨ªs Vasco, aprobado por los parlamentos aut¨®nomos de ambas comunidades, ser¨¢ inservible en su actual formulaci¨®n si fructifican las negociaciones que Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN) y Convergencia de Dem¨®cratas de Navarra (CDN) mantienen para formar un Gobierno de coalici¨®n. Ayer, tras dos d¨ªas de intensas reuniones, las comisiones negociadoras de ambas formaciones, que tendr¨ªan mayor¨ªa absoluta con 27 esca?os en el Parlamento de Navarra, llegaron a un acuerdo "del 100% en el programa" en palabras del l¨ªder del CDN, Juan Cruz All¨ª, y s¨®lo mantienen un escollo: c¨®mo modificar el contenido del ¨®rgano permanente de encuentro, ya aprobado por Vitoria y Pamplona.La sorpresa fue may¨²scula al costatar, por boca de sus principales protagonistas, Miguel Sanz, candidato de UPN a suceder al dimisionario presidente navarro, Javier Otano, y Juan Cruz Alli, presidente en funciones, que ambas formaciones coinciden en el deseo de modificar dr¨¢sticamente el texto del acuerdo- original.

Elecci¨®n del procedimiento

La ¨²nica diferencia, hasta ahora insalvable, es el procedimiento. Mientras UPN quiere bloquear inmediatamente la tramitaci¨®n de este acuerdo de cooperaci¨®n en las Cortes de Madrid mediante una nueva votaci¨®n en el Parlamento navarro que fuera contraria a la creaci¨®n del ¨®rgano, el CDN, firme defensor de la constitucionalidad de este instrumento interregional, prefiere esperar a que las Cortes autoricen el acuerdo de cooperaci¨®n y solicitar despu¨¦s al Gobierno vasco la apertura de negociaciones para modificar su contenido.El propio Alli dio a conocer a los medios de comunicaci¨®n las tres alternativas al texto original ofrecidas a UPN. En todas ellas, el CDN renuncia a hacer referencia alguna a un "¨®rgano permanente de encuentro" y se limita a hablar de "convenios de gesti¨®n" y "acuerdos de cooperaci¨®n", ci?¨¦ndose a materias espec¨ªficas no generales que ahora son enumeradas una a una.

De igual forma, se sustituye el consejo, el secretariado permanente y las ponencias t¨¦cnicas aprobadas inicialmente por una simple "mesa de encuentro" sin competencias propias y con participaci¨®n de los respectivos gobiernos.

Miguel Sanz rechaza la f¨®rmula del CDN porque estima "muy dificil" que el Gobierno vasco acceda a negociar un cambio en el texto una vez aprobado por las Cortes. All¨ª reconoci¨® que existe esa posibilidad, pero se?al¨® que "no existe f¨®rmula jur¨ªdica alguna para que una parte obligue a la otra a cumplir lo establecido y desarrollar el acuerdo".

En el fondo, subyace el empecinamiento casi personal de ambos l¨ªderes, Sanz y Alli, en torno a la bondad y constitucionalidad de este instrumento de normalizaci¨®n pol¨ªtica, que parece condenado a la congelaci¨®n s¨ª estas negociaciones, que hoy continuar¨¢n, llegasen a fructificar.