Borau: "Realizar una pel¨ªcula es fracasar"

Jos¨¦ Luis Borau est¨¢ en pleno naufragio. No es la primera vez. Su ¨²ltimo esfuerzo por no ahogarse se llama Ni?o nadie, noveno filme que ha escrito, producido y dirigido. "Hacer una pel¨ªcula es fracasar, renunciar, naufragar..."', dice el cineasta, a punto de cumplir 67 a?os. En cada pel¨ªcula se dej¨® trozos de vida: "S¨®lo hago pel¨ªculas que echo en falta. Hago cine para verlo, yo". En Ni?o nadie act¨²an Jos¨¦ Castillo, Paca Gabald¨®n, Ic¨ªar Bolla¨ªn, El Brujo y Adriana Ozores

Comedia, sainete y filosof¨ªa: un filme raro "en el sentido de que trata de temas que hoy no son normales. Es como una pel¨ªcula de Bergman pero en carpetovet¨®nico", explica Borau. "Los personajes son pobre gente que no tiene ninguna preparaci¨®n filos¨®fica, pero que se hacen las mismas preguntas que Heidegger, Ortega o Kierkegard".Ni?o nadie es la novena pel¨ªcula de Borau, un proyecto de hace tiempo. Su ¨²ltimo filme, R¨ªo abajo, fue realizado en Estados Unidos hace 10 a?os. El tiempo necesario para recuperarse. Y para conseguir los 285 millones que su productora El Im¨¢n ha invertido en el filme.

La semana pasada, los alrededores del puente romano de Talamanca del Jarama fueron testigos de esa inquietante b¨²squeda del secreto de la vida por unas personas sencillas. All¨ª, Borau no dejaba escapar el m¨¢s m¨ªnimo detalle. Lo abarca todo. Atr¨¢s ha quedado el trabajo m¨¢s angustioso, la escritura del gui¨®n. "No se trata de inventar una historia, sino de concretarla. El cine requiere una estructura tremenda, exigencias de tiempo dram¨¢ticas. La imagen tiene que servir para muchas cosas a la vez. La necesidad de hacer un gui¨®n, de concretar y resumir acciones y personajes en im¨¢genes, es inventar estas im¨¢genes, es agotador".

"Aunque sea tirar piedras a mi tejado, creo que Ni?o nadie es casi demasiado complicada porque pasan muchas cosas. Cuando la acci¨®n es tan grande en una pel¨ªcula, no hay tiempo para describir los personajes y el espectador tiene que conocerlos de un golpe de vista, porque inmediatamente pasas. a la acci¨®n".

Dice Borau: "Me resisto mucho a no hacer las pel¨ªculas que quiero. S¨®lo hago las que echo en falta. Cuando se me ocurre una pel¨ªcula, creo que no la ha hecho nadie. En realidad hago cine para verlo yo. S¨¦ que es una monstruosidad jugar con el juguete m¨¢s caro del mundo. Y adem¨¢s resulta que cuando la haces, como tantas cosas en la vida, te sale peor de lo que piensas y ni es tan nueva, ni tan diferente de como hab¨ªas pensado".

Hijo del neorrealismo, Jos¨¦ Luis Borau, presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematogr¨¢ficas, ha ido cambiando su visi¨®n de las cosas: "Cuando acabas una pel¨ªcula no crees en lo mismo que antes. El hombre ha sobrevivido precisamente porque ha sabido prescindir de sus ra¨ªces, que lo ¨²nico que hacen es atenazarte".

Si hay algo significativo del car¨¢cter de Borau, aparte de su cabezoner¨ªa, es su autoexigencia. "Hacer una pel¨ªcula es fracasar, porque nada es como has pensado. Por eso es renunciar, naufragar. El naufragio no consiste en no ahogarte, sino en el esfuerzo que haces por no ahogarte. Realmente est¨¢s tratando de conservar lo que quer¨ªas conseguir. Luego, cuando ves la pel¨ªcula acabada, nunca es como la has imaginado, siempre es peor, o, al menos, as¨ª lo veo. No creo a esos directores satisfechos de su trabajo. Yo nunca estoy satisfecho, aunque a veces hay im¨¢genes que me gustan. Pero son como chispazos. Nadie, si hace algo de verdad, queda satisfecho. Por eso me cabreo tanto con todo, pero no me considero perfeccionista, sino un superviviente que se ahoga", dice el realizador de Furtivos y Hay que matar a B y guionista de Mi querida se?orita.

Borau lleva en sus manos dibujos de todos los planos de la pel¨ªcula, algo que le ense?aron en la escuela y que nunca ha abandonado. "Trabajas mejor si tienes un indicativo que te puedes saltar a la torera, si es que te hace falta. Algunos compa?eros dicen que es un. cors¨¦, pero yo no lo creo. Te sirve de fundamento a partir del cual puedes improvisar lo que quieras". La aureola que crea Borau a su alrededor ha alcanzado a Ic¨ªar Bolla¨ªn y Rafael ?lvarez, El Brujo. Hablan de la rareza de la pel¨ªcula y se miran angustiados cuando han de explicarla, pero no ocultan su arrebato, mientras esperan la. Preparaci¨®n de las escenas.