El a?o 2000: ?Serios quebraderos de cabeza?
Pregunta. ?Es verdad que la comunidad inform¨¢tica mundial va a sufrir serios quebraderos de cabeza cuando llegue el 31 de diciembre de 199T ?Se ha enfrentado Microsoft al problema? Y, en caso afirmativo, ?c¨®mo lo ha hecho? No puedo evitar preguntarme c¨®mo esta situaci¨®n pudo pasa desapercibida para tantos programadores y ejecutivos de empresa. Steve Hasday, HongKong (75767.2125 @ compuserve)Respuesta. Se sufrir¨¢n quebraderos de cabeza, pero el alcance de los da?os est¨¢ por ver. Una empresa de servicios inform¨¢ticos ha hecho un llamamiento a los gobiernos para que empiecen ya a invertir dinero para evitar "una cat¨¢strofe de proporciones mundiales".
Puede que esto sea exagerar el problema pero es cierto que a partir del a?o 2000, algunos programas que comparan fechas empezar¨¢n a cometer errores. Podr¨ªan aparecer fallos en el funcionamiento de los programas que calculan el inter¨¦s, organizan informaci¨®n cronol¨®gicamente o deducen la edad de una persona. Un ordenador podr¨ªa calcular err¨®neamente su edad y negarle su pensi¨®n de jubilaci¨®n. Los sistemas de inventario podr¨ªan pedir mercanc¨ªas en el momento equivocado y en la cantidad equivocada. La gente podr¨ªa incumplir plazos fiancieros. El problema fundamental es que algunos programas inform¨¢ticos, principalmente los que fueron escritos hace a?os para grandes ordenadores, mantienen ¨²nicamente los dos ¨²ltimos d¨ªgitos del a?o cuando almacenan una fecha. El a?o 1996 se almacena como 6 y el a?o 1997 como 97.
Durante los primeros 50 a?os de la era de los ordenadores la omisi¨®n de los dos d¨ªgitos no planteaba grandes dificultades. En los primeros a?os, eran necesarias omisiones como ¨¦sta porque los programadores ten¨ªan que obtener el m¨¢ximo rendimiento posible de unas m¨¢quinas con memoria y capacidad de almacenamiento limiados
Pero, dentro de poco m¨¢s de tres a?os, cuando el 31 de enero d¨¦ paso al 1 de enero del 2000, con el cambio de siglo, puede que los programas que todav¨ªa utilizan dos d¨ªgitos en los a?os no sean capaces de diferenciar entre los a?os 1900 y 2000.
Lo bueno es que la mayor¨ªa de los usuarios de ordenadores personales no se ver¨¢n afectados. No deber¨ªa haber muchos problemas con los programas actualizados para PC. Los programas de Microsoft, por ejemplo, no causar¨¢n problemas.
Lo malo es que algunas empresas y agencias que todav¨ªa dependen de de programas anticuados para grandes ordenadores se ver¨¢n ante un desaf¨ªo.
A los grandes ordenadores se les ha llamado museos de software porque no es extra?o que todav¨ªa se usen programas para grandes ordenadores escritos hace 30 o 40 a?os. Por aquel entonces, a nadie le preocupaba el final del siglo.
Algunos usuarios de ordenadores personales tambi¨¦n tendr¨¢n problemas cuando acabe el siglo. Por lo general, se deber¨¢n a que el PC est¨¦ conectado a un gran ordenador o a que funcione con aplicaciones dise?adas a medida para una empresa.
Las aplicaciones a medida, incluidas las macros, no cumplen a veces las mismas normas rigurosas de programaci¨®n que las aplicaciones comerciales.
Las empresas que tengan programas anticuados o a medida tendr¨¢n que examinarlos antes del a?o 2000. Resultar¨¢ caro revisar millones de l¨ªneas de c¨®digo de programaci¨®n, sobre todo si la gente que escribi¨® el c¨®digo est¨¢ ya jubilada o muerta.
No quiero exagerar el problema de las fechas porqu¨¦ es s¨®lo un ejemplo de C¨®mo los cambios que ocurren en el mundo obligan a las empresas a reevaluar su software. Los cambios en las leyes relativos a la declaraci¨®n fiscal e incluso las l¨ªneas de productos pueden impulsar la modernizaci¨®n de los sistemas inform¨¢ticos de una empresa.
P. ?Cree que una excesiva dependencia del ordenador para la estimulaci¨®n y conocimiento mental verdaderamente hace que la capacidad cerebral disminuya? bmwel(@)map.com.
R. Al contrario, el ordenador estimula el cerebro muy positivamente. A diferencia de la televisi¨®n, que proporciona una experiencia de grupo, el ordenador aporta una experiencia individual. Su interactividad permite satisfacer los intereses personales.
Soy de esas personas que piensan que los ni?os deben aprender a multiplicar con l¨¢piz y papel aunque las calculadoras lo puedan hacer por ellos.
Pero, al mismo tiempo, no dudo que los ordenadores puedan ayudar a los ni?os a desarrollar m¨¢s su capacidad mental.
P. Me sorprendi¨® mucho enterarme de su reciente adquisici¨®n del archivo Bettmann. Me parece interesante que decidiese invertir en una instituci¨®n tan diferente de su empresa de software. Me pregunto si tiene alg¨²n plan para el archivo que nos pueda contar. Mechelle R. Leduc, FanningtonHills, Michigan.
R. El archivo Bettmann es una colecci¨®n de 16 millones de im¨¢genes fotogr¨¢ficas que constituyen la cronica del siglo pasado. Es un tesoro que merece estar disponible para la gente de todo el mundo.
Corbis, una empresa que fund¨¦ en 1989 y que es completamente independiente de Microsoft, compr¨® el archivo el a?o pasado. La misi¨®n de Corbis es reunir im¨¢genes de todo tipo, de grandes fot¨®grafos como Ansel Adams, de los principales museos y de colecciones hist¨®ricas como el archivo Bettmann, y hacerlas disponibles en formato electr¨®nico.
Digitalizamos im¨¢genes de muy buena calidad y vamos a hacer que la gente pueda comprar f¨¢cilmente el derecho a utilizar las im¨¢genes.. Esperamos que muchas de las transacciones tengan lugar en la Internet.
Finalmente, millones de personas de todo el mundo tendr¨¢n acceso a im¨¢genes electr¨®nicas del archivo Bettmann, incluida toda la biblioteca de periodismo fotogr¨¢fico de United Press International (UPI).
La idea de que millones de personas puedan recurrir a millones de im¨¢genes habr¨ªa sido inimaginable hace s¨®lo unos a?os. Es emocionante contribuir a que esto sea posible.
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