La 'interpretaci¨®n' de Liz Taylor
Fueron apenas diez minutos de interpretaci¨®n, pero se trataba nada menos que de Liz Taylor. Dos pantallas casi imperceptibles a cada lado del pupitre le permit¨ªan ir moviendo sus famosos ojos violeta de derecha a izquierda, para pronunciar un discurso que, si no fuera porque juntaba a veces un p¨¢rrafo con el siguiente, nadie hubiera dicho que era le¨ªdo. Te?¨ªa subrayadas hasta las palabras que deb¨ªa enfatizar.C¨¢maras, fot¨®grafos y la beautiful pe¨®ple del sida a su alrededor. Y ella en medio con sus tradicionales rizos y exhibiendo, sus habituales diamantes, toda de blanco, a juego con el bolso y el perrito. Desde que la muerte de su amigo Rock Hudson, hace una d¨¦cada, la enr¨®lara en la lucha contra el sida, Liz Taylor hace acto de presencia en todas las cumbres como presidenta y embajadora de la Fundaci¨®n Americana para la Investigaci¨®n sobre el Sida (AmFAR).
En Vancouver, Liz se alegr¨® en su discurso de las noticias prometedoras, especialmente en el ¨¢rea de los inhibidores de la proteasa", clam¨® por las poblaciones marginadas hacia las que se desplaza el sida y record¨® el drama del Tercer Mundo. No olvid¨® citar una lista de v¨ªctimas no lo suficientemente recordada: "Negros, hispanos, jovenes homosexuales, drogadictos y mujeres". Lanz¨® una andanada contra quienes se oponen a facilitar agujas est¨¦riles a los heroin¨®manos: "En una sociedad que proclama por encima de todo el valor de la vida, la ocultaci¨®n deliberada de m¨¦todos de autoprotecci¨®n es, m¨¢s que una negligencia pasiva, un asesinato deliberado.
"Incluso", a?adi¨® la actriz, "aunque hubiera drogas efectivas gratis para las naciones africanas, estos pa¨ªses no podr¨ªan usarlas a faIta de sistemas de vigilancia adecuados. Tambi¨¦n pasar¨ªa con las vacunas, lo que significa que estar¨ªan menos disponibles para aquellos que m¨¢s lo necesitan".
Se permiti¨® Liz criticar los recortes para la investigaci¨®n del sida en los dos pa¨ªses. gigantes de Norteam¨¦rica. "Es una tr¨¢gica iron¨ªa", dijo. "De un pa¨ªs tan rico y aparentemente progresista como Canad¨¢, sinceramente hubiera esperado algo mejor".
El triunfo de Liz culmin¨® con la entrega, a la salida, de un obsequio de la actriz: una muestra de su perfume Perlas negras -estrepitoso fracaso comercial el a?o pasado en EE UU- y otra de crema para el body.
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