Olano: "Riis no s¨®lo estaba fuerte, estaba demasiado fuerte"
Tony Rominger, el veterano, y Abraham Olano, el joven, ocupan el podio moment¨¢neamente tras Bjarne Riis. Una vez m¨¢s, las dos piezas maestras del Mapei, inseparables en este Tour -s¨®lo 12 segundos entre uno y otro- se encuentran tambi¨¦n, al menos eso parece, condenados en un mismo barco: terminar luchando por ser segundos. Rominger vivi¨® esa situaci¨®n en varios Tour, Olano, pese a su juventud, ya la sufri¨® en dos ocasiones recientes: en la Vuelta de Jalabert y en el Giro de Tonkov. Ir¨®nico, el veterano, dio muestras de estar acostumbrado. "Cuando adelant¨¦ a Indur¨¢in desfallecido, lo ¨²nico que me pregunt¨¦ fue 'diablos ?por qu¨¦ no tuvo este desfallecimiento en 1993?". Triste sino en el Tour: cuando Rominger estaba m¨¢s fuerte que nunca, Indur¨¢in no fallaba; el d¨ªa que falla Indur¨¢in, Rominger no est¨¢ a tope y hay otro ocupando su lugar.Olano sigue ascendiendo pelda?os en su progresi¨®n hacia casi seguro ganador de Tour alg¨²n a?o. Mientras, hasta que d¨¦ el paso de calidad que supone pasar de simplemente aguantar la monta?a a poder marcar la diferencia en ella, es decir, sufre la potencia de otros. "Riis ha demostrado no s¨®lo que estaba fuerte, muy fuerte, sino demasiado fuerte", dijo Abraham Olano. "Se ha ido cuando ¨¦l ha querido y ha sido imposible seguirlo. Creo que tiene el Tour ganado: tiene el destino de su parte, seguro que en la etapa de Pamplona podemos desfallecer muchos, pero igual de seguro que Riis no".
Rominger, sin embargo y aun reconociendo la fortaleza del dan¨¦s, a¨²n cree que Pamplona puede cambiar las cosas, aunque lo expresa sin demasiado convencimiento. "No se puede hablar de t¨¢cticas programadas", dijo. "Ser¨¢ necesario adaptarse a c¨®mo marche la etapa, pero la clave estar¨¢ en la fortaleza de los equipos. Dado que los puertos est¨¢n en la primera parte, aquel jefe que m¨¢s corredores coloque en la segunda parte m¨¢s posibilidades tendr¨¢".
Como un calco, tanto Olano como Rominger jugaron ayer a salvar los muebles. "Cuando Riis hizo estallar todo", dijo el campe¨®n del mundo, "yo decid¨ª mantener mi ritmo. Me qued¨¦ con un grupo del que tiraba Miguel, pero le v¨ª d¨¦bil. Cuando pas¨¦ yo a marcar mi ritmo, Miguel ya se qued¨®. Luego, cuando nos alcanz¨® Rominger, marc¨® su propio ritmo, pero eso ya era demasiado para rn¨ª".
Tony Rominger justific¨® su t¨¢ctica defensiva en que las dos ca¨ªdas le han da?ado la rodilla. "No soy el mismo de los Alpes", dijo. "Por eso sal¨ª a subir a mi ritmo. Los que han intentado seguir las explosiones de Riis lo han pagado, por eso he posido superarlos". La experiencia nunca le falla al suizo, que puede vanagloriarse de un hecho: con su motor diesel hizo la segunda mitad de la subida a Hautacam en el mismo tiempo que el explosivo Riis.
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