El paso al sistema chileno de pensiones incrementar¨ªa el d¨¦ficit p¨²blico hasta un 0,4%
Un 0,4% de d¨¦ficit publico. Este es el impacto fiscal que tendr¨ªa en Espa?a la transici¨®n "gradual y prudente" del actual sistema de pensiones de reparto -en el que las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las pensiones de los jubilados- a uno de capitalizaci¨®n -en el que cada trabajador se financia su propia pensi¨®n- al estilo chileno. As¨ª lo manifest¨® ayer Jos¨¦ Pi?era, ex ministro de Trabajo de Chile y art¨ªfice del sistema de pensiones enese pa¨ªs, implantado hace 15 a?os durante la dictadura militar. Pi?era afirma que el Pacto de Toledo s¨®lo aliviar¨¢ la crisis del sistema p¨²blico de pensiones, que afirma est¨¢ "abocado a la quiebra". La soluci¨®n "definitiva", dice, es su sistema.
Mientras partidos pol¨ªticos, Gobierno, sindicatos y patronal discuten el desarrollo del Pacto de Toledo, que cuenta con el consenso parlamentario y consagra el sistema p¨²blico de reparto aunque con reformas para sus supervivencia, Pi?era vaticin¨® ayer en Madrid la quiebra del mismo al presentar el informe Una propuesta de reforma del sistema de pensiones en Espa?a, patrocinado por el C¨ªrculo de Empresarios. Pi?era volvi¨® a cantar las excelencias del sistema chileno -que adem¨¢s de en su pa¨ªs se aplica s¨®lo en Per¨², Colombia y Argentina-, pero redujo el impacto de su implantaci¨®n gradual sobre las cuentas p¨²blicas espa?olas sobre lo calculado en los borradores.Si el sistema se implantara ya y el crecimiento econ¨®mico fuera del 3,5%, del que un punto a su juicio se deber¨ªa precisamente a la implantaci¨®n del nuevo sistema, el coste fiscal como porcentaje del PIB ser¨ªa del 0, 12% en 1997; 0,27% en el 98; 0,37% en 1999; y 0,41% en el 2000, el a?o con mayor impacto para ir descendiendo y suponer super¨¢vit, es decir ahorro fiscal, a partir del s¨¦ptimo a?o de la implantaci¨®n, hasta alcanzar un super¨¢vit del 5,4% del PIB en el a?o 2025. "Y ello", dijo ayer Pi?era, "sin tener en cuenta que los mercados reducir¨ªan la prima de riesgo que tiene Espa?a (la necesidad de pagar m¨¢s inter¨¦s por la deuda) por la confianza que dar¨¢ la puesta en marcha del sistema privado de capitalizaci¨®n".
La transici¨®n del sistema que ahora tenemos al privado y de capitalizaci¨®n seguir¨ªa este esquema: Los trabajadores menores de 45 a?os tendr¨ªan la posibilidad de optar por mantenerse en el sistema p¨²blico o cambiar al privado. Si optaran por lo ¨²ltimo recibir¨ªan un bono del Estado reconociendo la deuda por las cotizaciones que hubieran pagado a la Seguridad Social hasta ese momento. Si tuvieran 45 a?os ese reconocimiento ser¨ªa del 100% de las cotizaciones e ir¨ªa descendiendo hasta los 29 a?os, edad en la que no se recibir¨ªa ya bono. Los trabajadores que se vayan incorporando al mercado de trabajo entrar¨ªan obligatoriamente en el sistema de capitalizaci¨®n. En cualquier caso los mayores de 45 a?os, los menores de esa edad que se quedaran en el sistema actual y los actuales jubilados tendr¨ªan garantizada la revalorizaci¨®n de sus pensiones y la aplicaci¨®n de las actuales reglas.
Los trabajadores que f¨®rmen parte del nuevo sistema aportar¨ªan mensualmente un 13% de su salario (10% para pensi¨®n y 3% para seguro de invalidez) para abrir una libreta de ahorro que ser¨ªa gestionada por administradores privados bajo la supervisi¨®n del Estado. Seg¨²n el estudio, el 60% de los trabajadores espa?oles menores de 45 a?os se incorporar¨ªan al nuevo sistema, a raz¨®n de un 10% al a?o a partir de enero de 1997.
Para paliar el impacto que este abandono del sistema p¨²blico tendr¨ªa sobre las finanzas p¨²blicas Pi?era propone dos mecanismos: el primero mantener por un periodo transitorio, que no concreta, la actual cotizaci¨®n del 21,35% del sueldo para pensiones dando de ella 8,35 puntos al Estado; la segunda, obligar a las administradoras de fondos a invertir la mitad de lo que reciban en deuda p¨²blica. Pi?era mantiene que eso no contar¨ªa como aumento del endeudamiento del Estado y, por lo tanto, no ir¨ªa contra el criterio de Maastricht, ya que a su juicio se trata de "una titulizaci¨®n de la deuda que el Estado tiene contra¨ªda con los trabajadores". "Cualquier ministro europeo", dijo tranquilamente, "puede entender esto". A?adi¨® que el Estado podr¨¢ ir amortizando esa deuda cuando disminuya el futuro gasto fiscal por pago a pensionistas.
Seg¨²n el ex ministro chileno, teniendo en cuenta la evoluci¨®n del empleo, del PIB, de las remuneraciones reales y de las tendencias demogr¨¢ficas, "a medio plazo el sistema de reparto, tal como est¨¢ no es viable en Espa?a", y llegar¨¢ a tener un d¨¦ficit superior al 4% del PIB en el a?o 2025. "El Pacto de Toledo", dice s¨®lo palla el problema".
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Javier Arenas, afirm¨® ayer que el sistema chileno no es aplicable en Espa?a. "Vamos a caminar", dijo, "por la senda del Pacto de Toledo".
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