La "soluci¨®n salom¨®nica" se abre paso
La "soluci¨®n salom¨®nica" al dilema del Gobierno sobre los papeles del Cesid (el servicio secreto militar) adquiere cada vez m¨¢s peso. No se trata de probar qui¨¦n es la verdadera madre amenazando con trocear al ni?o, sino de dividir los documentos requeridos por los jueces en dos montones y satisfacer s¨®lo a medias la curiosidad profesional de los magistrados.
Con el argumento de que ciertos documentos afectan a la seguridad del Estado y otros no, los patrocinadores de esta soluci¨®n creen que se saldar¨ªa el conflicto manteniendo suficiente coherencia con las posiciones del PP desde la oposici¨®n, cuando destacados dirigentes sosten¨ªan que los papeles no afectaban a la seguridad del Estado, sino a la del Gobierno, y que ¨¦ste al, no entregarlos, simplemente se proteg¨ªa.
El problema, entonces, ser¨ªa el precedente. Autorizada la desclasificaci¨®n de algunos documentos secretos, ?c¨®mo detener la riada de peticiones o la citaci¨®n a los redactores o a los receptores para que declaren ante los jueces?
A cegar esta v¨ªa de agua hipot¨¦tica ha dedicado todos sus esfuerzos el vicepresidente primero del Ejecutivo, Francisco ?lvarez Cascos, cuya preocupaci¨®n insistente ha sido impedir que se establezca un precedente, incluso aunque el Gobierno apruebe la desclasificaci¨®n de una parte de los documentos.
Entre los partidarios de la "soluci¨®n salom¨®nica" se encuentra el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Fuentes de Gobierno se?alan que tampoco la ve con malos ojos ?lvarez Cascos, en contra de la idea extendida de que ha variado radicalmente de posici¨®n y defiende la negativa total.
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