Muere en Aquisgr¨¢n el mecenas y coleccionista alem¨¢n Peter Ludwig
El fabricante de chocolate adquiri¨® 50.000 obras de arte
Peter Ludwig, uno de los mayores fabricantes de chocolate, pero sobre todo mecenas y coleccionista de arte, que cre¨® museos y fundaciones en 30 lugares del mundo y don¨® cuadros en muchos pa¨ªses, muri¨® ayer en Aquisgr¨¢n a los 71 a?os como consecuencia de una apendicitis perforada. Se calcula que Ludwig, casado con una compa?era de estudios de Historia del Arte y sin hijos, adquiri¨® durante su vida m¨¢s de 50.000 obras, que reparti¨® a lo largo y ancho del planeta en un intento de inmortalizar su persona: con las donaciones iba aparejada la obligaci¨®n de dar su nombre al museo o fundaci¨®n de turno.
Ludwig llev¨® de forma paralela la gesti¨®n del chocolate y el mecenazgo de la pintura. Como empresario ten¨ªa fama de implacable, y no hace mucho tiempo amenaz¨® a los 1.300 asalariados con abrir f¨¢bricas en el extranjero si no renunciaban a algunas prestaciones sociales. En septiembre de 1987 le procesaron por evasi¨®n fiscal y la causa qued¨® sobrese¨ªda dos a?os m¨¢s tarde con el pago de una multa de 750.000 marcos (63 millones de pesetas al cambio actual). Reconoci¨® el tribunal que no hab¨ªa ¨¢nimo de lucro al vender unas pinturas, sino que trataba de ponerlas al alcance del p¨²blico. Sus tentativas de recortar los salarios y evadir al fisco se comprenden, dada su voracidad compradora. Se doctor¨® con una tesis sobre la imagen del ser humano en la obra de Picasso y lleg¨® a reunir 90 cuadros del pintor espa?ol. Hace unas semanas, Ludwig hab¨ªa mostrado su inter¨¦s por las fotografias de Picasso que expuso en Colonia el argentino Manuco Otero.
Hambre de arte
El inter¨¦s de Ludwig por la compra de cuadros no conoc¨ªa l¨ªmites. Con motivo de su 60? cumplea?os, en 1985, el Frankfurter Allgemeine escribi¨®: "Su pasi¨®n por el arte es profunda y extensa; sus conocimientos hist¨®ricos, brillantes; su hambre de arte, casi sin l¨ªmites". Ludwig coleccionaba, si se excluye el siglo XIX, casi todo: antiguos y medievales, escogidas obras del Renacimiento y Barroco, de los mares del Sur y de la Am¨¦rica precolombina; modernos con la figura directriz de Picasso, y, al final, los contempor¨¢neos, cuya producci¨®n conmov¨ªa fundamentalmente al coleccionista. Su desmedido apetito por el arte, su curiosidad e impaciencia, planteaban demasiadas exigencias a un arte que no se regenera con tanta rapidez ni se pod¨ªa desarrollar tanto como ¨¦l compraba y acumulaba.Fue Ludwig, sin duda, un contempor¨¢neo inc¨®modo, y as¨ª se trasluce de sus frecuentes disputas con motivo de sus donaciones por las exigencias que planteaba. Oblig¨® a crear dos museos en Colonia. En mayo de 1994 don¨® a la ciudad las 90 obras de Picasso y oblig¨® a colocarlas en un museo ya existente, del que hubo que desalojar las obras all¨ª ubicadas hasta entonces. Su mecenazgo se extendi¨® por todo el mundo. Fue Ludwig el primero en abrir un museo en un pa¨ªs del Este, concretamente en Budapest, tras la ca¨ªda del comunismo. El museo lleva, claro est¨¢, su nombre. Despu¨¦s sigieron donaciones para Mosc¨², donde negociaba la apertura de un museo, tras haber donado 50 cuadros valorados en 15 millones de marcos, (1.260 millones de pesetas) y realizar un pr¨¦stamo permanente de otras 100 obras. Siguieron un museo en San Petersburgo y en Cuba una fundaci¨®n propia, para fomentar a los artistas locales. Cuando le sorprendi¨® la muerte, Ludwig estaba en negociaciones para abrir su museo en Pek¨ªn.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.