Santiago recupera a Ana Mendieta con 94 obras que integran sexo y naturaleza

La muerte violenta de la artista cubana Ana Mendieta en 1985, a los 37 a?os, cort¨® una carrera de pionera en el body-art (el cuerpo pomo forma art¨ªstica) y su integraci¨®n con la naturaleza. El Centro Gallego de Arte Contempor¨¢neo (CGAC) re¨²ne a partir de hoy, en Santiago de Compostela, una antol¨®gica de 94 piezas en las que se rastrean los variados elementos innovadores de Ana Mendieta, su defensa de la diferencia, el car¨¢cter desafiante y abiertamente sexual de sus propuestas, los rasgos ecologistas de sus obras y su condici¨®n de exiliada.

"Como no ten¨ªa patria, su inquietud era regresar a la naturaleza, a la madre, a la tierra", declar¨® ayer su hermana, Raquel¨ªn Mendieta, durante la presentaci¨®n de la muestra. En 1985, Ana Mendieta cay¨® al vac¨ªo desde su vivienda en un edificio de Nueva York y se mat¨®. El estupor creado en el mundo del arte se acrecent¨® por las sospechas en torno a su marido, el c¨¦lebre artista Carl Andr¨¦, que fue absuelto.Poco a poco, la figura art¨ªstica de Mendieta, ampliamente acreditada en Estados Unidos, ha ido creciendo, y la exposici¨®n ahora organizadda por la directora del CGAC, Gloria Moure, viajar¨¢ posteriormente a D¨¹sseldorf, Barcelona (Fundaci¨®n T¨¢pies), Miami y Los ?ngeles. ,

Gloria Moure ha querido que la muestra est¨¦ libre de cualquier intencionalidad dram¨¢tica conectada con la biograf¨ªa de Mendieta y su terrible final. Su obra se defiende por- s¨ª sola, y en ella "supo combinar con su pasado las ventajas e inquietudes del contexto creativo de los a?os setenta y primeros ochenta", afirma Moure.

Raquel¨ªn Mendieta cont¨® ayer a grandes rasgos la peripecia biogr¨¢fica que su hermana y ella pasaron cuando, en 1961, dos a?os despu¨¦s de la revoluci¨®n, fueron sacadas de Cuba a instancias de su familia, separadas de ¨¦sta, y trasladadas a Estados Unidos en la cruel Operaci¨®n Peter Pan, que incluy¨® a m¨¢s de 14.000 ni?os.

En su nuevo pa¨ªs, vivieron durante a?os "de la caridad cat¨®lica en orfelinatos", en condiciones muy duras y, ocasionalmente, en casas de familias norteamericanas. Raquel¨ªn Mendieta se?ala dos momentos importantes en la trayectoria como artista de su hermana: cuando, estudiando arte en el Estado de lowa, "empieza a utilizar el cuerpo como v¨ªa para demostrar la cultura de sus or¨ªgenes", y cuando en 1983 marcha, a Roma, se instala en un estudio y comienza a hacer objetos permanentes "pero sin dejar fuera ese sentido de la naturaleza que la obra de ella siempre tiene".

De la primera etapa, en plena eclosi¨®n del body-art con la libertad creativa y la provocaci¨®n de los a?os setenta, se recogen en la muestra pel¨ªculas en 16 mil¨ªmetros y fotografias de algunas de sus performances y experimentaciones, muchas de las cuales se perciben como claras influencias en artistas de la generaci¨®n m¨¢s joven: las reacciones de la gente al pasar por la calle y descubrir junto a una puerta una gran mancha de sangre; el coraz¨®n de un buey clavado con puntas en el tronco de un ¨¢rbol; la creaci¨®n de una silueta en un entorno natural haciendo arder p¨®lvora; la impresionante encarnaci¨®n por parte de Mendieta de una mujer violada.

En algunas de estas actuaciones, el simbolismo del sexo resulta esencial: desnuda, Ana Mendieta le corta el pescuezo a un pollo, le quita las plumas y empluma a otra mujer desnuda; o un hombre se afeita y ella se va colocando la barba en un juego de transformaci¨®n entre lo mascuilino y lo femenino.