Pieza de 'caza mayor' para La Haya
Milan Martic, que figura desde marzo pasado en la fiesta de encausados por el Tribunal de La Haya, es, por su rango, una de las piezas de caza mayor en el punto de mira de los jueces internacionales que investigan las atrocidades cometidas en la antigua Yugoslavia. El fiscal Richard Goldstone acusa al fugitivo, hasta el a?o pasado jefe de los secesionistas serbios de Croacia, de cr¨ªmenes contra la humanidad por ordenar el bombardeo de Zagreb en mayo de 1995.Martic, ahora refugiado en la ciudad serbobosnia de Banja Luka, huy¨® de la Krajina -nombre que recib¨ªa la parte de Croacia bajo control de los radicales serbios, un tercio del pa¨ªs- a ra¨ªz de la fulminante ofensiva croata que culmin¨® en agosto pasado con la reconquista de este territorio, en poder de los serbios desde 1991. Milan Martic, presidente de la autodenominada Rep¨²blica Serbia de Krajina, con capital en Knin, es un aliado tard¨ªo, pero incondicional, de Radovan Karadzic y del ala m¨¢s extremista del r¨¦gimen de Pale. Ambos intentaban hace menos de un a?o fusionar sus ej¨¦rcitos y hacer una Constituci¨®n com¨²n.
Antiguo polic¨ªa rural llegado hasta ministro del Interior y despu¨¦s a l¨ªder serbocroata, Martic transform¨® la rudimentaria milicia, de la Krajina en un cuerpo bien armado y motivado. Antes de llegar a la jefatura de los rebeldes serbios de Croacia, en 1994, y con el apoyo entonces de Slobodan Milosevic, fue el alma y organizador de los Marticevci, una de las m¨¢s terror¨ªficas organizaciones armadas que participaron en la lucha entre serbios y croatas.
Los cargos contra Martic se apoyan en las caracter¨ªsticas de las armas que orden¨® emplear -bombas-racimo, dise?adas para producir bajas indiscriminadas entre la poblaci¨®n civil- y la ausencia de objetivos militares en la capital croata. Los cohetes de cinco metros disparados por los serbios desde sus lanzadores m¨®viles a poco m¨¢s de 50 kil¨®metros de Zagreb causaron ocho muertos y dos centenares de heridos. Noventa kiIos de peque?as bombas de metralla estallaban al impactar.
Tanto el ataque a Zagreb como los que se sucedieron ese mismo mes a Karlovac fueron una represalia directa de los serbocroatas contra la victoriosa ofensiva del Ej¨¦rcito de Franjo Tudjman para arrebatarles la regi¨®n de Eslavonia occidental. Alrededor de 18.000 serbios habitaban este enclave pr¨®ximo a la capital croata, que se extend¨ªa en una franja de 30 kil¨®metros a lo largo de la autopista hacia Belgrado. La mayor¨ªa de ellos huy¨® hacia Ban a Luka, en territorio serbobosnio. Las fuerzas de Tudjman atacaron a los civiles en desbandada y se dedicaron al saqueo. Zagreb, que lo neg¨®, nunca permiti¨® conocer el n¨²mero de sus v¨ªctimas.
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