De Charette viaja a Argelia para mostrar el apoyo franc¨¦s a Zerual
El ministro franc¨¦s de Exteriores, Herv¨¦ de Charette, lleg¨® ayer a Argelia para normalizar las relaciones bilaterales y demostrar que Francia apoya el proceso democratizador anunciado por el presidente Liam¨ªn Zerual. Durante su visita, la primera de un jefe de la diplomacia francesa desde 1993, De Charette firmar¨¢ un acuerdo de cooperaci¨®n econ¨®mica y transmitir¨¢ a Zerual un mensaje de Jacques Chirac.La ¨²ltima gran visita francesa a Argel sucedi¨® en enero de 1993 y fue protagonizada por el hom¨®logo socialista Roland Dumas. Desde entonces, Argelia ha vivido en un c¨ªrculo vicioso de terrorismo isl¨¢mico y represi¨®n del r¨¦gimen militar que, seg¨²n el Quai d'Orsay, podr¨ªa empezar a romperse con las medidas democratizadoras anunciadas por Zerual: refer¨¦ndum para la reforma constitucional -que fortalecer¨ªa al poder ejecutivo- antes de fin de a?o y legislativas antes de abril de 1997. "Argelia nunca ser¨¢ Suiza, y el grado de violencia es a¨²n relativamente alto", pero Francia "est¨¢ dispuesta a mantener relaciones fundadas en la amistad y la cooperaci¨®n", dijeron al diario Le Monde fuentes diplom¨¢ticas de Par¨ªs.
La visita de De Charette a Argel estaba programada para junio, pero fue retrasada al producirse poco antes el secuestro y asesinato de siete monjes franceses. Durante el ¨²ltimo a?o, el Quai d'Orsay ha redoblado sus esfuerzos para convencer a Zerual de la necesidad de democratizar con urgencia su r¨¦gimen.
Frialdad de Chirac
Pese a la frialdad con que Jacques Chirac salud¨® la victoria de Zerual en las presidenciales de noviembre de 1995, desde ese momento se estableci¨® un discreto pero constante contacto diplom¨¢tico entre Par¨ªs y Argel. El principal inter¨¦s de Francia en Argelia se circunscribe al terreno de la seguridad. El Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA) ha intentado involucrar constantemente a los franceses en la crisis pol¨ªtica argelina para acrecentar la presi¨®n internacional sobre el r¨¦gimen militar. Desde el secuestro de un Airbus de Air France en las navidades de 1994 hasta el asesinato de los siete monjes en mayo pasado, el terrorismo islamista se ha cebado en las vidas y los intereses de los antiguos colonizadores.Paralelamente, el GIA ha desarrollado redes de apoyo en Francia, y, entre julio y septiembre del a?o pasado, lanz¨® una cruenta campa?a de atentados. La bomba en la estaci¨®n de Saint Michel, el 25 de julio de 1995, convirti¨® la resoluci¨®n del "problema isl¨¢mico" en una prioridad absoluta del Gobierno.
Desde la anulaci¨®n de la segunda vuelta de las elecciones de diciembre de 1992, tras una clara victoria islamista en la primera, y durante los peores momentos de crisis, Francia ha mantenido su ayuda financiera (120.000 millones de pesetas en cr¨¦ditos en los dos ¨²ltimos dos a?os) y log¨ªstica (armas y material policial) al r¨¦gimen.
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