Nigeria devuelve la esperanza al f¨²tbol
La selecci¨®n africana, liberada de pizarra, derrot¨® a Argentina y se llev¨® el oro
?frica es la esperanza del f¨²tbol. Mientras las viejas potencias subliman la figura del entrenador y las t¨¢cticas, Nigeria gan¨® la final de los Juegos porque jug¨® liberada de la pizarra. Gan¨® desde la Calidad de jugadores como Kanu, aunque curiosamente sus tres goles se produjeron en un c¨®rner, un saque de banda y una falta. Pero eso forma parte de las contradicciones del f¨²tbol.Argentina se benefici¨® de sus dos ventajas, conseguidas en los primeros minutos de cada parte. El partido se hizo dif¨ªcil para los nigerianos, que asumieron el desaf¨ªo sin aparente tensi¨®n. Fue un equipo que se dedic¨® a jugar al f¨²tbol, y muy bien durante la mayor parte del encuentro. Con jugadores habilidosos, con un juego tranquilo, armado desde el talento, Nigeria se subi¨® sobre Argentina, que tiene un conjunto prometedor pero con menos jugadores capaces de desequilibrar.
El partido sali¨® vistoso, contra la tradici¨®n de las ¨²ltimas finales. Hubo cinco goles y las ocasiones se multiplicaron en las dos porter¨ªas. La raz¨®n: hubo mucho juego cerca de las ¨¢reas y poca fortaleza en el medio campo. Argentina sufri¨® mucho en esa zona, en gran medida por la tendencia de los defensas a meterse cerca de su portero. El campo se le hizo muy largo, con las l¨ªneas muy separadas, m¨¢s preparadas para el contraataque que para cualquier otra cosa. Y los contragolpes fueron temibles porque los defensores nigerianos no eran tales. Defend¨ªan mal.
Pero los defectos de Nigeria en su organizaci¨®n defensiva no ocultaban, su superioridad con la pelota. En ese aspecto, era un equipo brillante, ofensivo, con recursos y con una calidad notable en varios jugadores. La de Kanu, espectacular.
Entre la facilidad para el juego de ataque de Nigeria y las oportunidades que encontraron los argentinos en el contragolpes, el partido no encontr¨® respiro hasta el ¨²ltimo minuto: L¨®pez marc¨® muy pronto, Nigeria contest¨®, lleg¨® el penalti del 2-1 y la vuelta a la carga de los nigerianos hasta el empate.
La entrada de Simeone pareci¨® dar algo m¨¢s de consistencia al centro del campo argentino, que hasta entonces s¨®lo hab¨ªa resistido con Almeyda en el medio. El encuentro cay¨® en un vaiv¨¦n. El juego se volvi¨® incontrolable. Pudo pasar cualquier, cosa y lo que sucedi¨® fue una calamidad para Argentina. Sus defensores tiraron el fuera de juego en una falta y el ¨¢rbitro hil¨® tan fino que concedi¨® el gol de Amunike. Mientras la legalidad del tanto es discutible, el gol tuvo el valor de hacer justicia: Nigeria fue el mejor equipo del partido y del torneo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.