?D¨®nde est¨¢ el piropo?

¡°A ver d¨®nde est¨¢n esos hombres y esos piropos. ?Qu¨¦ pasa que ninguno se atreve a decirle algo bonito a una mujer?¡±, desafiaba desde el escenario de Las Vistillas el martes por la noche una castiza, de nombre Josefa Movell¨¢n, de la asociaci¨®n De Madriz al Cielo, organizadores de este singular concurso. Pero los hombres silbaban y miraban para otro lado. La mujer insist¨ªa y recordaba, micr¨®fono en mano, piropos que hac¨ªa a?os le hab¨ªan dedicado. ¡°Cuando era joven, iba yo con un traje verde por la calle. Ten¨ªa 40 a?os y 40 kilos menos. Y me dijo uno: ¡®Si ahora que est¨¢s tan verde est¨¢s tan rica, c¨®mo estar¨¢s cuando est¨¦s madura¡±. Risas, pero el p¨²blico segu¨ªa a lo suyo, sin atreverse a salir al escenario. ¡°Bueno, pues mientras se animan voy a contarles lo que le dijo un hombre un d¨ªa a mi madre cuando ¨ªbamos a recoger medio litro de aceite que nos daban por cartilla de racionamiento: ¡®Se?ora, le cambio a sus hijas todo el aceite¡¯. Eso son piropos¡±, segu¨ªa la se?ora, que reinvidicaba el piropo castizo.

Ante la escasez de candidatos al concurso, Josefa Movell¨¢n utiliz¨® una de las t¨ªpicas armas de mujer e invit¨® a subir a las tablas a la chica que este a?o se ha llevado el premio de La Susana. "A ver si ahora alguien le dice algo a este bomboncito", dec¨ªa la animadora, mientras la muchacha, d¨®cil ella, exhib¨ªa sus encantos desde la tarima.. El primero en romper su timidez fue Esteban Carmona, el Hilari¨®n de estas fiestas, que le dedic¨® este requiebro: "Eres chiquita, pero muy bonita, que con la Virgen te comparo. Besar¨¦ por donde t¨² pisas y beber¨¦ del n¨¦ctar que desprenden tus labios".

Con los primeros aplausos, los varones all¨ª presentes se fueron animando. El m¨¢s jovencito, Juanjo, de 15 a?os, le dedic¨® a La Susana estas palabras: ¡°Qui¨¦n fuese tenedor para pinchar semejante patata¡±. Al p¨²blico le hizo poca gracia. Luego sali¨® Vicente, un castizo de 71 a?os que, tras una breve deliberaci¨®n del jurado, result¨® el mejor piropeador de la noche. Mirando a la muchacha, dijo: ¡°En este cuerpo serrano, con la cara tan divina, me gusta lo que se ve, y m¨¢s lo que se adivina¡±.

Otra de las lisonjas corri¨® por cuenta de Felipe, chamberilero de 40 a?os: "Embriagado por tu olor, me encandilas, bella flor". Este publicista aprovech¨® para reivindicar el piropo madrile?o. "Me gusta piropear a quien se lo merece, pero siempre con mucho respeto". Tambi¨¦n hubo alg¨²n lanzado, como Joaqu¨ªn Gal¨¢n, de 56 a?os, que concurs¨® con un par de piropos del tipo: "Est¨¢n las mujeres m¨¢s buenas que el barco de arroz", o "Por ti ser¨ªa capaz de cruzar el estrecho de Gibraltar en el bigote de una gamba".

Antes de dar por terminado el forzado concurso, Josefa Movell¨¢n lament¨®: "Hemos perdido el piropo madrile?o. ?Qu¨¦ pena! 300 hombres aqu¨ª y s¨®lo les inspira el ?aca, ?aca. Las mujeres tienen manos cara, pero eso no les inspira nada".