Multinacionales situadas en M¨¦xico despiden a toda obrera embarazada

Las industrias de los Estados de la frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos, donde trabajan unas 250.000 mujeres, no quieren obreras embarazadas. Multinacionales como General Motors, General Electric, AT&T, Panasonic o Sanyo se niegan a contratarlas. Si se quedan en estado cuando ya trabajan en las plantas, las despiden. Y punto. Es parte de los resultados de un informe sobre la situaci¨®n laboral de las mujeres de estas empresas de la frontera, presentado el s¨¢bado en Nueva York por la organizaci¨®n estadounidense de derechos humanos Human Right Watch.La directora de derechos de la mujer de Human Rights Watch, Dorothy Thomas, tuvo que recordar que exigir requisitos de contrataci¨®n m¨¢s severos a las mujeres que a sus compa?eros es ilegal. Los propietarios de las plantas de ensamblaje que hay salpicadas a lo largo de toda la frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos parecen no conocer la legislaci¨®n. O prefieren ignorarla.

El documento asegura que el Gobierno mexicano ha demostrado su incapacidad para evitar que las mujeres sean sometidas a pruebas discriminatorias como las de embarazo. Las presiones para hacer la vista gorda son importantes. El 90% de las f¨¢bricas de la frontera son controladas por estadounidenses, pero suponen una valios¨ªsima fuente de ingresos para las arcas mexicanas. Dan trabajo a alrededor de medio mill¨®n de personas (la mitad mujeres).

La mayor¨ªa de las cuarenta empresas visitadas por la citada ONG en Baja California, Chihuahua y Tamaulipas someten a las mujeres a pruebas de embarazo antes de contratarlas. Los interrogatorios policiales sobre la vida sexual, el uso de anticonceptivos o la menstruaci¨®n tambi¨¦n son pr¨¢cticas habituales en estas f¨¢bricas.