"La diferencia con el PP en los presupuestos es de 100.000 millones"

El portavoz del grupo parlamentario de CiU en el Congreso, Joaquim Molins, aborda con optimismo las negociaciones con el PP para conseguir el apoyo de los nacionalistas catalanes a los Presupuestos Generales del Estado para 1977 que est¨¢ elaborando el Gobierno. En una entrevista con EL PAIS, Molins reconoce: "Nuestras diferencias con el PP son de unos 100.000 millones", lo que no impedir¨¢ alcanzar un acuerdo definitivo.Pregunta. En la reuni¨®n de esta semana con el ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, y otros altos cargos, ?qu¨¦ propuestas concretas les han hecho?

Respuesta. El dise?o inicial, de antes del verano, era aumentar los ingresos en 400.000 millones y reducir los gastos en 800.000. Al principio, el par¨¢metro que m¨¢s nos preocupaba era el d¨¦ficit p¨²blico; ahora ya se est¨¢ viendo que el m¨¢s preocupante es el de la inflaci¨®n. En ese momento, el Gobierno ten¨ªa dos decisiones tomadas: las pensiones se incrementar¨ªan de acuerdo con el IPC, y una segunda -¨¦sta unilateral, que nos anunciaron el mismo d¨ªa que nos reun¨ªamos-, que era la de la congelaci¨®n salarial de los funcionarios y las empresas p¨²blicas y los funcionarios de Sanidad. P. Pero, como usted dice, esto es de hace un mes. ?Han avanzado algo?

R. Han avanzado mucho, m¨¢s de lo que explican, pero no tienen tomadas decisiones. Las previsiones de crecimiento que Contemplan para el a?o pr¨®ximo, del 3%, que con inflaci¨®n arroja un PIB nominal del 6%, les han permitido una evaluaci¨®n m¨¢s precisa de los ingresos, con un crecimiento adicional de unos 200.000 millones. Despu¨¦s tienen calculado que el incremento de tasas y otras medidas, similares, como una mayor fiscalidad sobre los seguros de riesgo, representar¨¢n otros ingresos adicionales de m¨¢s de 100.000 millones. Entre las dos partidas son 300.000 millones m¨¢s que sumar al crecimiento de ingresos previsto anteriormente. En cuanto a la disminuci¨®n de gastos, han hablado de determinadas revisiones de contratos programa de las empresas p¨²blicas, que van hacia los 100.000 millones. Tambi¨¦n proponen reducir el gasto sanitario, respetando su crecimiento de acuerdo con el PIB nominal, en unos 110.000 millones. Queda a¨²n un desequilibrio de 100.000 millones que esperan cubrir con otras tasas, como las que se podr¨ªan aplicar en la sanidad. Esto reduce el ajuste pendiente a unos 500.000 millones de pesetas.

P. ?c¨®mo se cubrir¨¢ ese desequilibrio?

R. El Gobierno piensa en medidas que representen una tercera parte de incremento de ingresos y dos terceras partes de disminuci¨®n de gasto. Contin¨²an teniendo sobre la mesa, aunque con pocas ganas, el cobro de tasas por las autov¨ªas. Tambi¨¦n la cuesti¨®n, que. ya he mencionado, de los seguros. En el campo de la disminuci¨®n de gastos, se est¨¢ estudiando retirar del presupuesto inversiones en obra p¨²blica -como las carreteras que estaba previsto que fueran, autov¨ªas, para construirlas de peaje, y el tren de alta velocidad- y financiarlas con f¨®rmulas de participaci¨®n privada. Hay que pensar que la inversi¨®n p¨²blica est¨¢ muy baja, ahora el Estado s¨®lo invierte 580.000 millones, y si se reducen 150.000 millones, la situaci¨®n ser¨ªa cr¨ªtica. Con estas medidas pr¨¢cticamente cerrariamos el presupuesto.

P. En el tema del recorte sanitario es donde se ha planteado la gran divergencia entre ustedes y el PP.

R. Nuestra divergencia est¨¢ en el crecimiento del gasto sanitario. Quieren que crezca en unas tasas que no son las que de promedio crece en Europa ni lo que la demanda exige. Si exigimos del usuario un esfuerzo, como el cobro por receta, pensamos que, los recursos que se obtengan de esa manera deben servir para mejorar el servicio sanitario, no para enjugar d¨¦ficit p¨²blico. Aqu¨ª hay 100.000 millones de diferencia. Ellos parten de la base del acuerdo de 1994, que establece que el gasto crece de acuerdo con el PIB nominal, menos 90.000 millones que en teor¨ªa se deb¨ªan ahorrar con la racionalizaci¨®n del llamado mendicamentazo. Pero, esa reducci¨®n no se produjo, en parte por la introducci¨®n de nuevos f¨¢rmacos para diferentes enfermedades. La demanda se incrementa. Para las comunidades aut¨®nomas que tenemos transferida la sanidad ¨¦ste es un asunto fundamental: para el Estado el gasto sanitario, es el 8%, pero para estas comunidades. representa entre un 30% y m¨¢s de un 40%. El Gobierno sigue planteando recortar los 90.000 millones del a?o 1994, que actualizados son 110.000 millones. Hablan de aplicar tambi¨¦n la congelaci¨®n salarial a la sanidad, que son 44.000 millones, pero no en beneficio de la sanidad sino de la disminuci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico.

P. Es decir, ustedes aceptan un recorte del gasto sanitario de 110.000 millones.

R. S¨ª, pero compensado con los ingresos procedentes del recorte salarial y de los posibles ingresos por el cobro de recetas. El Gobierno est¨¢ estudiando este tema con muchas limitaciones, algunas de ellas muy inteligentes. Algunos no pagar¨¢n, como el pensionista que cobre menos de 50.000 pesetas. Algunos pagar¨¢n m¨¢s de 100 pesetas, y los que son activos y no son cr¨®nicos pueden llegar a pagar 200. Algunos jubilados con pensiones superiores a 100.000 pesetas al mes ser¨¢n considerados como activos. Los ingresos por recetas, si se aplicara la medida a toda la poblaci¨®n, ser¨ªan de unos 52.000 millones, pero ya saben que no lo quieren poner en pr¨¢ctica. El asunto es tan complejo que no lo podr¨¢n aplicar hasta el mes de abril.

P. Por lo que est¨¢ diciendo, parece que no hay grandes problemas en la negociaci¨®n de estos presupuestos.

R. ?ste es un presupuesto con una parte de dureza, pero eso se produce en un contexto de crecimiento econ¨®mico. A muchos pa¨ªses europeos les gustar¨ªa hacer el presupuesto con un escenario de crecimiento del 3%.

P. Pero confiar en el crecimiento futuro a la hora de realizar un presupuesto austero puede ser peligroso.

R. Es inevitable. Hemos de intentar que esas perspectivas de crecimiento sean cre¨ªbles. Las c¨¢maras de comercio hablan. del 2,9%. La OCDE lo sit¨²a entre el 2,6% y el 2,7%. Alemania Y Francia comienzan a crecer. A principios de junio me daba miedo, a comienzos de julio ya me daba menos. Todo depende de la evoluci¨®n en ¨¦ste ¨²ltimo. trimestre.

P. Para ese crecimiento es muy importante el nivel de los tipos de inter¨¦s. La mayor¨ªa de los analistas los considera demasiado altos. ?Qu¨¦ opina usted.?

R. Yo creo que bajar¨¢n, un punto como m¨ªnimo a muy corto plazo, posiblemente dos a lo largo del a?o.

P. Parece que el Banco de Espa?a no opina lo mismo y se resiste. Recientemente han aflorado algunas cr¨ªticas a su decisi¨®n de mantener los tipos a pesar de la bajada de Alemania.

R. Creo que el Banco de Espa?a ha hecho bien.

P. El ministro de Econom¨ªa no opina lo mismo que usted.

R. Ya lo s¨¦, lo estuvimos discutiendo el otro d¨ªa. Yo le dije a Rato: "Depende de lo que haga m¨¢s adelante; si m¨¢s adelante no los. baja, comprender¨¦ que te enfades". Yo prefiero que el Banco de Espa?a baje los tipos cuando exista un proyecto de presupuesto presentado y sea recibido con credibilidad por los mercados, a que se bajen los tipos ahora, porque as¨ª el Banco de Espa?a, reaccionar¨¢ a factores internos, no a hechos externos, y adem¨¢s podr¨¢ acumular los efectos; y a lo mejor, si los baja ahora, no los podr¨¢ bajar m¨¢s despu¨¦s. El Banco de Espa?a est¨¢ muy preocupado por la inflaci¨®n.

P. Volviendo a los presupuestos, ?sus divergencias en el tema sanitario pueden bloquear un acuerdo sobre ellos?

R. Cuando la duda se refiere a unos 100.000 millones...

P. ?Es tan s¨®lo ¨¦sa la diferencia?

R. No es m¨¢s que ¨¦sta, entre 100.000 y 150.000 millones. No es un problema.