Alex de la Iglesia rueda en M¨¦xico "Perdita Durango" una historia de "sexo y acci¨®n"

El director de El d¨ªa de la bestia, Alex de la Iglesia, el actor Javier Bardem y la actriz Rosie P¨¦rez han resultado ser un c¨®ctel explosivo. Que se lo pregunten si no al m¨²sico del bar Le¨®n de la capital mexicana al que Bardem arrebat¨® la semana pasada los bombos para golpearlos hasta las seis de la ma?ana, mientras la deslumbrante Rosie P¨¦rez bailaba mambo en la pista. El equipo, que lleva una semana quemando sus noches con estruendo en los locales m¨¢s tradicionales, comienza hoy a rodar la versi¨®n cinematogr¨¢fica del libro de Barry Gifford, Perdita Durango.

"Mi abuela era una bruja del Caribe, mi padre, un caballero espa?ol y mi rancho est¨¢ en M¨¦xico. ?Te quieres venir conmigo?". Con estas palabras, el seductor Romeo Dolorosa (Javier Bardem), que roba cad¨¢veres para sus rituales sat¨¢nicos y atraca bancos, pretende conquistar a Perdita Durango (Rosie P¨¦rez), una imponente mujer que sue?a que hace el amor con jaguares y que es "incluso mas dura que ¨¦l", cuenta De la Iglesia, quien define la pel¨ªcula como una historia de "humor, sexo y accionLa pel¨ªcula, que transcurre en la frontera de Estados Unidos y M¨¦xico, tiene m¨¢s de 120 localizaciones distintas. En el reparto de esta coproducci¨®n Espa?a-M¨¦xico est¨¢n tambi¨¦n los actores mexicanos Demi¨¢n Bichir, Regina Orozco y Josefina Echanove, mientras que los estadounidenses Aimee Graham (Aquellos maravillosos a?os)'y Harley Cross (El ni?o que grit¨® puta), encarnan a la c¨¢ndida pareja de adolescentes "a lo Beverly Hills" que Romeo y Perdita secuestran para sodomizar y descuartizar en formal ceremonia.

El director bilba¨ªno, que ya se inici¨® en la santer¨ªa para su anterior pel¨ªcula, abunda ahora en las religiones mezclando el vud¨² haitiano con los ritos afrocubanos pero sin perder el humor ni el cinismo. As¨ª, el Dios Shang¨¢ comparte altar con una figurilla de Darth Vader.

Para poner en marcha su tercer largometraje, el realizador cuenta con un presupuesto de ocho millones de d¨®lares que ya se le ha quedado corto "por la complejidad del rodaje".

A sus 31 a?os este director que se reconoce sumamente afortunado sigue subiendo los pelda?os del ¨¦xito de tres en tres. Con esta pel¨ªcula ha hecho realidad otro sue?o, ha conseguido contratar para el rodaje a su m¨²sico favorito, Screaming J. Hawkins, un viejo y carismatico bluesman al estilo de BB King que interpreta a un santero y que, adem¨¢s, compondr¨¢ la banda sonora, junto al grupo mexicano Los Tigres del Norte, algo de m¨²sica prehisp¨¢nica y mucho mambo.

"Bardem es dinamita pura", asegura con un brillo en los ojos De la Iglesia, "lo tengo que. contener porque si no explota. Es el actor con mayor futuro. de Espa?a. Javier es mi h¨¦roe. Es bruto, sincero, aut¨¦ntico semental".

David Trueba es el autor del gui¨®n que De la Iglesia ha retocado durante meses con la ayuda de su inseparable amigo Jorge Guerricaechevarr¨ªa hasta sentirse c¨®modo en ¨¦l, "porque hay que ser muy bueno para contar una historia que no es tuya y que no, te la crees". El asesor indispensable para conseguir hacerla suya ha sido el propio autor de la historia, Barry Gifford.

Antes que a ¨¦l el productor Andr¨¦s Vicente G¨®mez ofreci¨® el proyecto al director Bigas Luna, que acab¨® desech¨¢ndolo por temor a las maldiciones sat¨¢nicas. "Para m¨ª ¨¦l es uno de los grandes, y s¨®lo acept¨¦ dirigir la pel¨ªcula, cuando comprob¨¦ que no hab¨ªa ning¨²n mal rollo". Con quien s¨ª parece que hubo sus m¨¢s y sus menos a pesarde que ¨¦l lo niegue, es con Victoria Abril, la actriz que el director vasco eligi¨® inicialmente para el papel protagonista. "Fue ella la que decidi¨® abandonar. No le apetec¨ªa el papel y ten¨ªa problemas con el ingl¨¦s".

Con esta pel¨ªcula De la Iglesia est¨¢ decidido a revolucionar el g¨¦nero de las cl¨¢sicas road movies, en las que "dos chicos solos huyen de sus padres en un cadillar a trav¨¦s del desierto y s¨®lo se ven cactus. En mi pel¨ªcula habr¨¢ cientos de historias locas que har¨¢n comprensible el viaje demencial de los protagonistas", dice el director. Miles de extras mostrar¨¢n la situaci¨®n de la frontera desde un punto de vista que De la Iglesia reconoce absolutamente partidista a favor de los mexicanos.

No hay duda de que la pel¨ªcula ridiculiza el american way of life hasta hacerlo rayar en el absurdo, pero el director no tiene ning¨²n miedo a que esto despierte las iras de los americanos y le cierre ese mercado. "Los gringos, tambi¨¦n quieren que les pinchen y les exciten. Para halagarlos ya se rod¨® El d¨ªa de la Independencia ".