El Atl¨¦tico ech¨® de menos a Kiko
El Deportivo, al contragolpe, desarm¨® a un equipo rojiblanco muy apagado
El Deportivo baj¨® al suelo al Atl¨¦tico, que no jug¨® con el entusiasmo y la concentraci¨®n de siempre. Lejos de aprovechar la euforia europea para mostrarse crecido y poderoso, el conjunto rojiblanco jug¨® fr¨ªo y apagado. Y ech¨® de menos a Kiko. Todo eso junt¨® un partido plomizo y confuso del que sac¨® tajada al contragolpe el Deportivo, que rompi¨® adem¨¢s su reciente costumbre de no saber conservar una ventaja en el marcador El curso pasado, el del bicampeonato, el Atl¨¦tico no perdi¨® jam¨¢s dos encuentros seguidos. En ¨¦ste ya lo ha hecho, y cuando tan s¨®lo se llevan tres jornadas de Liga.Mucho se tem¨ªa Antic que el Atl¨¦tico pudiera aparecer por el Calder¨®n embriagado a¨²n por la euforia del estreno europeo, que ordenara Fern¨¢ndez Mar¨ªn el saque inicial y su equipo a¨²n estuviera fuera del partido. Y algo de eso pas¨®, porque el Atl¨¦tico sali¨® bajado de revoluciones, sin su entusiasmo habitual. Pero sucedi¨® adem¨¢s que faltaba Kiko. Y eso para el Atl¨¦tico s¨ª que es grave. Sobre todo si Caminero, el ¨²nico futbolista que puede hacer sus veces, tambi¨¦n est¨¢ fuera, en el hospital
Cuando el Atl¨¦tico lanz¨® su apuesta de pretemporada -huir de la moda derrochadora, fichar lo justo y soportar la temporada con un once titular poderoso y conjuntado pero una plantilla corta-, sab¨ªa que corr¨ªa un riesgo. Si las lesiones y las sanciones no castigaban demasiado, como el a?o pasado, todo perfecto. Lo importante, la unidad del equipo y que los suplentes asumieran su condici¨®n sin alzar la voz, estaba garantizado. Los problemas podr¨ªan llegar cuando las lesiones y las sanciones se acumularan. 0 sea, cuando ocurriera lo de ayer: parte de bajas numeroso (Caminero, Kiko, Bejbl, Juan Carlos), engordado adem¨¢s con el discurrir del partido (Vizca¨ªno). Sobre todas las ausencias, una es especialmente dolorosa y dif¨ªcil de soportar en este equipo: Kiko, la,alegr¨ªa del Atl¨¦tico.
Sin Kiko como referencia, el Atl¨¦tico sali¨® trist¨®n y asustadizo. Una sensaci¨®n que alcanz¨® al grader¨ªo, menos poblado que de costumbre y m¨¢s callado. Pero que afect¨® fundamentalmente al equipo, incluido Esn¨¢ider, que no jug¨® motivado sino cabreado. Preparado m¨¢s para las peque?as batallas personales que para el gol, el desmarque o la carrera, todos esos valores que le hab¨ªan encumbrado en los ¨²ltimos d¨ªas.
A la media hora, Esna¨ªder ya hab¨ªa tenido sus m¨¢s y sus menos con Mauro Silva, tirado el guante a Songo'o, desafiado a un ¨¢rbitro asistente -antes juez de l¨ªnea-, discutido con Geli, lanzado una mala mirada al colegiado y hasta pedido explicaciones a Pantic por un mal pase. De su f¨²tbol, ninguna noticia.
No estaban Kiko y Caminero, tampoco Bejbl, Esn¨¢ider estaba, pero a sus cosas, y Pantic, para terminar de empeorar el panorama rojiblanco, andaba desaparecido. S¨®lo asomaba la nariz para dibujar sus roscas a bal¨®n parado. El Atl¨¦tico sobreviv¨ªa a duras penas por el orden defensivo, el empuje incombustible de Simeone y la timidez inicial del Deportivo.
Porque el cosmopolita grupo gallego lleg¨® al Calder¨®n tirado atr¨¢s, con la ¨²nica preocupaci¨®n inicial de contener la avalancha que supon¨ªa se le iba a venir encima, esos arranques explosivos que suele arrojar el Atl¨¦tico en sus partidos y que tanto inquietan a Toshack. Pero ayer, el bicampe¨®n tuvo todo menos, una salida encendida. Bast¨® que Mauro Silva tirara de su contundencia un par de veces, para que quedara claro qui¨¦n iba a llevar los galones del partido.
Pero para el Atl¨¦tico lo peor vino despu¨¦s, cuando el toque exquisito que acumula el Deportivo en su centro del. campo, es decir, Martins, Fran y Rivaldo, se dieron cuenta de que su calidad pod¨ªa hacerse un hueco, a la contra, en la reuni¨®n. Sucedi¨® all¨¢ por la media hora, cuando un pase templado de Fran sobre la cabeza de, Rivaldo (como anda escaso de delanteros, en el Deportivo, todo, centros y remates, tiene que llevar la firma de los centrocampistas) puso a Molina en alerta de que iba a tener una tarde complicada.
Movimientos de ajedrez
Radomir Antic se dio cuenta de la mala pinta que ten¨ªa aquello y empez¨® a jugar al ajedrez, a mover piezas de un lado a otro en un intento desesperado de reconducir el rumbo de los suyos. Entr¨® Roberto en el sitio de Vizca¨ªno: nada. Sali¨® L¨®pez de lateral derecho, Roberto se puso en el sitio de Aguilera, que se qued¨® en la caseta, Geli pas¨® a la banda izquierda y Simeone cogi¨® la plaza de medio centro: nada. Y a los 53 minutos empez¨® el drama. Hasta Molina, que parec¨ªa a salvo de la congesti¨®n general, se sum¨® al carro y regal¨® el primer gol.El Atl¨¦tico estaba en el suelo. Y el Deportivo, una vez m¨¢s, se encontraba con un marcador favorable, una ventaja que recientemente no le hab¨ªa servido para nada: siempre se dejaba empatar a ¨²ltima hora. Y pudo pasarle ayer de nuevo, tras desaprovechar por dos veces la sentencia (Martins y Armando). En el minuto 74, Biaggini se qued¨® solo ante Songo'o, con el bal¨®n suspendido en el aire, rico para el remate. Pero fall¨® con estr¨¦pito. Fue la se?al que necesitaba el Deportivo para saber que esta vez los tres puntos no se le iban a escapar. Y la que le confirmaba a Antic que todos sus temores previos eran fundados. Un minuto despu¨¦s, Martins, con un derechazo, remataba al Atl¨¦tico.
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