Cansancio general
Se ha notado el esfuerzo del d¨ªa anterior, de la contrarreloj. Sub¨ªas y bajabas por el pelot¨®n y todos los comentarios eran iguales: "estoy machacado", "no puedo", y de ese tipo. As¨ª que hemos ido a un ritmo tranquilo. Hubo un par de escapa das que no cuajaron hasta que se form¨® el corte bueno. Al cansancio se le uni¨® tambi¨¦n la preocupaci¨®n, no por los escapados -no tienen nada que hacer en la general-, sino por el viento, del que ya est¨¢bamos avisados. Cuando entramos en la nacional ya ve¨ªamos venir el peligro. As¨ª que todos delante. Y nada m¨¢s disputar la ¨²ltima meta volante, se cumpli¨® el pron¨®stico: el pelot¨®n se ha cortado en tres grupos, pero al ver que entre los 40 que ¨ªbamos en el primero estaban todos los grandes no se ha seguido y nos hemos vuelto a unir. Bueno, no es tanto que estuvieran los grandes, como que estaba Indur¨¢in. Al verlo, los de la ONCE han parado. Reagrupamiento.
Era el momento en que deb¨ªan entrar en escena los equipos de sprinters. En efecto, se puso el Gewiss, pero enseguida vieron que era tarde y que nadie m¨¢s les ayudaba, y lo dejaron. El MG ni siquiera ha hecho el intento. No s¨¦ si fue porque Baldato les hab¨ªa dicho que estaba mal o porque ya se dan por satisfechos con lo que ya han ganado. O sea, escapada permitida, la primera de toda la Vuelta. Y llevamos 11 etapas. Si el viento que nos ha dado camino de Salamanca hubiera soplado la semana pasada se habr¨ªa armado una tremenda. Pero como no era el primer d¨ªa, ya est¨¢bamos todos escarmentados y en cabeza.
Yo he notado bastante el esfuerzo de la contrarreloj, que disput¨¦ a tope. Me qued¨¦ entonces enganchado de las lumbares y los ¨²ltimos siete kil¨®metros lo pas¨¦ muy mal. Perd¨ª mucho tiempo porque no pod¨ªa coger la postura aerodin¨¢mica y no hac¨ªa m¨¢s que erguirme para relajarme un poco y volver a intentar tumbarme.
No tengo miedo a lo que viene -hoy subimos el Naranco-, porque me encuentro muy bien f¨ªsicamente. S¨¦ que lo m¨ªo ser¨¢ estar al lado de Miguel y, si puedo, aprovechar alguna oportunidad. No s¨¦ si plantearemos la etapa de forma agresiva o a la espera, pero Miguel corre peligro, rodeado como est¨¢, aunque habr¨¢ que esperar tambi¨¦n a que la ONCE elija su l¨ªder, no puede estar con todos cada uno haciendo la guerra por su lado. De todas formas, hoy no ser¨¢ un d¨ªa decisivo. Posiblemente Rominger quiera ganar la etapa, por la cuesti¨®n emotiva sobre todo, y su equipo, el Mapei, controlar¨¢ la carrera. Iremos juntos hasta el puerto, por lo que las diferencias ser¨¢n peque?as. Eso nos ir¨ªa muy bien a todos, a nosotros y a la ONCE.
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