Jupp¨¦ logra un presupuesto que cumple los requisitos para la uni¨®n monetaria
El Gobierno franc¨¦s cerr¨® ayer los Presupuestos para 1997. "Austeridad y relanzamiento de la econom¨ªa" fueron los t¨¦rminos con que el ministro del Presupuesto, Alain Lamassoure, defini¨® el proyecto de ley. Conciliar la aparente contradicci¨®n entre austeridad y relanzamiento fue s¨®lo uno de los ejercicios de funambulismo macroecon¨®mico efectuados por el Ejecutivo de Alain Jupp¨¦.
Lo m¨¢s notable result¨® alcanzar, al menos sobre el papel, los objetivos sobre d¨¦ficit fijados en Maastricht, sin apenas reducir realmente el desequilibrio financiero: una truculenta operaci¨®n contable con France T¨¦l¨¦com deber¨ªa permitir cerrar el ejercicio de 1997 con un d¨¦ficit del 2,9%. El aut¨¦ntico saneamiento queda aplazado. Los mercados financieros se mostraron esc¨¦pticos y el franco baj¨® ligeramente."El crecimiento, la prosperidad econ¨®mica, dependen de la psicolog¨ªa", afirm¨® anoche el ministro de Finanzas, Jean Arthuis. El factor psicol¨®gico pes¨® mucho, efectivamente, en la confecci¨®n del. presupuesto para el a?o pr¨®ximo. Hac¨ªa falta poder anunciar que las cuentas p¨²blicas francesas estaban entre las mejores de la Uni¨®n Europea y, para ello, hab¨ªa que situar el d¨¦ficit presupuestario por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB), de acuerdo con los criterios para la uni¨®n monetaria. Se alcanz¨® el objetivo. El d¨¦ficit deber¨ªa reducirse, en un a?o, desde el actual 3,4% hasta el 2,9%. Sin embargo, el desequilibrio entre ingresos y gastos s¨®lo bajar¨¢ 4.300 millones de francos, desde 288.000 millones hasta 283.700 millones.
Si el d¨¦ficit baja, pero el desequilibrio permanece, hay truco en alguna parte. El truco est¨¢ en los 37.500 millones de francos (casi un bill¨®n de pesetas) que France T¨¦l¨¦com pagar¨¢ al Estado antes de ser privatizada, para que la Seguridad Social asegure unas pensiones ventajosas a los actuales trabajadores de la compa?¨ªa telef¨®nica cuando dejen de ser funcionarios y pasen a ser empleados del sector privado. Sin ning¨²n reparo, el Gobierno dedicar¨¢ esa suma a rebajar su necesidad de endeudamiento. "Es at¨ªpico, pero legal", se defendi¨® el ministro Arthuis ante las preguntas de los periodistas.
Alain Jupp¨¦ hab¨ªa prometido congelar el gasto al nivel de 1996 y ha cumplido. Ha ido incluso m¨¢s all¨¢, reduciendo el gasto en 50.000 millones gracias al descenso de los tipos de inter¨¦s, la supresi¨®n de 6.000 puestos de trabajo en la Administraci¨®n y el recorte en las ayudas al empleo. Pero el d¨¦ficit, que ten¨ªa que reducirse en 248.000 millones, ha bajado s¨®lo 4.300 millones. La recesi¨®n, que reduce los ingresos fiscales, y el miedo a una tormenta social como la del pasado mes, de diciembre, han impedido ir m¨¢s le jos y han obligado a Jupp¨¦ a realizar la maniobra contable de France T¨¦l¨¦com.
Para animar un poco la actividad econ¨®mica y aliviar la extraordinaria depresi¨®n an¨ªmica de la sociedad francesa, que lleva a?os apret¨¢ndose el cintur¨®n sin ver otro resultado que una creciente estrechez, el presidente Jacques Chirac anunci¨® una reducci¨®n de impuestos. Jupp¨¦, a rega?adientes, se ha visto obligado a ponerla en pr¨¢ctica. El impuesto sobre la renta ser¨¢ globalmente aligerado en 25.000 millones de francos en 1997, y en 50.000 millones m¨¢s durante los cuatro a?os siguientes.
El regalo fiscal no es gran cosa, teniendo en cuenta que el mismo Jupp¨¦ aument¨® los impuestos de todo tipo en 200.000 millones en su primer a?o como primer ministro, y a¨²n menos si se tiene en cuenta que suben las tasas sobre el alcohol y el tabaco y que aumenta en un 1% la Contribuci¨®n Social Generalizada que grava los salarios.
Los mercados financieros acogieron con escepticismo el presupuesto franc¨¦s. El cambio del franco empeor¨® ligeramente respecto al marco y la Bolsa de Par¨ªs baj¨® de forma moderada, aunque los inversores monetarios, que conoc¨ªan de antemano las ya muy difundidas l¨ªneas maestras del texto presupuestario, no se mostraron en desacuerdo con ellas.
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