Los t¨¦cnicos regionales criticaron la falta de rigor en la excavaci¨®n
Texto principal del informe sobre la Casa del Tesoro emitido por los especialistas regionales
Los expertos de la Direcci¨®n Regional de Patrimonio criticaron en abril la falta de rigor de los directores de las excavaciones en la plaza de Oriente: "De toda la descripci¨®n que se realiza sobre la Casa del Tesoro es imposible identificar a qu¨¦ se est¨¢n refiriendo, ya que no se aportan ni plantas ni secciones ni perfiles de las estructuras. En este mismo sentido faltan todas las referencias planim¨¦tricas que permitan identificar las catas o sectores de la excavaci¨®n".
Dos d¨ªas despu¨¦s de que los t¨¦cnicos finalizar¨¢n su estudio y apuntar¨¢n m¨²ltiples carencias en la excavaci¨®n municipal, su jefe, el director general de Patrimonio, Jos¨¦ Miguel Rueda, firm¨® la autorizaci¨®n para que el Ayuntamiento derribase una parte de la Casa del Tesoro.Los cuatro expertos de la Comunidad tambi¨¦n echaron en falta en la documentaci¨®n remitida por los arque¨®logos Esther Andr¨¦u y Manuel Retuerce referencias a los restos relacionados con las reformas de Francisco Sabatini. Pero sus advertencias no sirvieron de nada. D¨ªas despu¨¦s de la demolici¨®n, el profesor titular de Arqueolog¨ªa Arabe de la Universidad Aut¨®noma, Francisco Vald¨¦s, declar¨® indignado: "Las m¨¢quinas se han llevado el pavimento original donde empez¨® el Dos de Mayo. Justamente frente a la Puerta del Pr¨ªncipe, donde hay una placa que recuerda a esos h¨¦roes, se conservaban hasta abril los pavimentos de Sabatini".
Los expertos regionales denunciaron en su informe del 24 de abril que la maquinaria pesada del Ayuntamiento estaba da?ando los restos incluso antes de que los arque¨®logos terminasen sus informes: "Ni en el plano ni en las conclusiones se hace referencia a los trabajos y resultados que se est¨¢n obteniendo en las zonas pendientes de excavaci¨®n y que en la actualidad [en abril pasado] se est¨¢n viendo afectadas por los trabajos de maquinaria pesada".
Panorama irreal
El director regional de Patrimonio, Jos¨¦ Miguel Rueda, que autoriz¨® la demolici¨®n de una parte de la Casa del Tesoro, pese a que sus t¨¦cnicos lo consideraban "un conjunto palaciego ¨²nico en el mundo", replic¨® ayer: "El informe de los t¨¦cnicos no reflejaba una realidad palpable, sino lo que hubo en un tiempo en el lugar. Cuando se excav¨® se descubri¨® que casi nada de aquello exist¨ªa. Se pidi¨® el informe de los arque¨®logos municipales, y ¨¦stos certificaron que los restos encontrados no deb¨ªan ser conservados". Todo eso ocurri¨® en 48 horas (del 24 al 26 de abril).
Rueda a?ade que puso condiciones al derribo: la apertura de la excavaci¨®n al p¨²blico durante una semana; el mantenimiento de una zona de reserva (derribada el 13 de agosto pese a la defensa que hizo de ella Retuerce) y e. control de los escombros".
El grupo parlamentario socialista trabaj¨® toda la jornada con los documentos oficiales y descubri¨® supuestas irregularidades: "Seg¨²n la Ley de Patrimonio, en zonas declaradas bien de inter¨¦s cultural, como es la Plaza de Oriente, no se pueden remover, ni trasladar, ni derribar restos sin el informe preceptivo de alg¨²n ¨®rgano consultivo, y eso no ha se ha hecho, seg¨²n demuestra los expedientes", dice el diputado Juan Antonio Ruiz Castillo (PSOE).
"Del informe de los cuatro t¨¦cnicos", a?ade, "se puede extraer la conclusi¨®n de que ha habido graves irregularidades en la tramitaci¨®n de las autorizaciones. Y vamos a comprobar si ha habido una decisi¨®n injusta a sabiendas, lo que, seg¨²n el C¨®digo Penal, constituye prevaricaci¨®n".
Los socialistas pedir¨¢n hoy en el pleno de la Asamblea explicaciones sobre lo ocurrido: "Es sospechoso que la ¨²ltima autorizaci¨®n de demolici¨®n, de agosto de 1996, vaya firmada s¨®lo por la jefe de servicio y un t¨¦cnico, ni siquiera el director general. Tenemos serias dudas de que no se est¨¦n tocando los cimientos del Alcazar. Y a todo esto, la Direcci¨®n General de Patrimonio sigue autorizando excavaciones".
Sobre la ¨²ltima demolici¨®n, que enfrent¨® a los dos directores de la excavaci¨®n, los t¨¦cnicos regionales no se pronunciaron.
Una vez que comprobaron que el Ayuntamiento se negaba a conservar los restos en el lugar donde fueron hallados, los especialistas de la Comunidad se limitaron a apuntar que, en el "supuesto de resolver favorablemente la demolici¨®n", habr¨ªa que cumplir una serie de prescripciones. La decisi¨®n final fue de Rueda, aunque no firm¨® el derribo por encontrarse de vacaciones. "Yo soy el responsable de ese permiso, que no firm¨¦ personalmente porque estaba de vacaciones. El t¨¦cnico que firm¨® no tom¨® la decisi¨®n ni es el responsable".
IU conden¨® ayer la "actuaci¨®n intolerable, incoherente, negligente y poco ajustada a derecho del Gobierno de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid".
"?nico en el mundo"
"El informe de la actuaci¨®n llevada a cabo en la calle Bail¨¦n (segunda fase), presentado por los directores de la excavaci¨®n arqueol¨®gica, consta de los siguientes apartados:En el apartado Casa del Tesoro (3.1), se hace un breve estudio del desarrollo de la excavaci¨®n, comenzando por describir los trabajos de la Casa del Tesoro, el periodo bajomedieval (siglos XIII-XV), ¨¦poca moderna (siglos XVI-XVIII) y los restos del siglo XX. De toda la descripci¨®n que se realiza es imposible identificar a qu¨¦ se est¨¢n refiriendo, ya que no se aportan ni plantas, ni secciones, ni perfiles de las estructuras. En este mismo sentido faltan todas las referencias planim¨¦tricas que permitan identificar las catas o sectores de la excavaci¨®n.
En el siguiente apartado, Calle del Tesoro (3.2), se vuelven a indicar las catas afectadas y los restos aparecidos, tanto los pertenecientes a estructuras en duro como a silos, pozos, etc¨¦tera, indicando que algunos de ¨¦stos no han sido excavados en su totalidad, debido a la excesiva profundidad. Los restos aparecidos los fechan desde el siglo X al XI, no haciendo especial referencia a los restos relacionados con las reformas de Francisco de Sabatini.
Al igual que en el apartado anterior, no se aporta la documentaci¨®n que pueda facilitar la comprensi¨®n de todo lo expuesto ni lo acredite; tampoco aparecen reflejadas las catas a las que se refieren constantemente.
En el apartado correspondiente al Convento de San Gil (3.3), se hace referencia a la identificaci¨®n de algunos restos de dicho convento y su comprobaci¨®n con los datos de archivo y textos hist¨®ricos. Asimismo, se cita la existencia de una serie de tumbas y los restos arquitect¨®nicos del siglo XIX relacionados con las reformas llevadas a cabo por Isidro Gonz¨¢lez Vel¨¢zquez.
No se aporta planimetr¨ªa de todo lo expuesto, faltando la conexi¨®n de los restos entre la excavaci¨®n realizada en la zona oeste de la plaza y la calle Bail¨¦n, apareciendo una zona en blanco en la planimetr¨ªa presentada.
En el estudio que se realiza para la manzana 437, Plazuela y Calle de San Gil (3.4), se vuelve a hablar de estructura en duro, basureros, etc¨¦tera, que abarcan desde el siglo X al XIX y XX, pero sigue faltando todo el apoyo gr¨¢fico y fotogr¨¢fico.
En el apartado de Conclusiones (4), se indica que, debido a que faltan los resultados de los an¨¢lisis que se est¨¢n llevando a cabo, no se pueden aportar "unas conclusiones definitivas, aunque podemos apuntar algunas informaciones que permitan una valoraci¨®n que facilite la mayor celeridad de las obras".
Entre los datos que aportan, los directores hacen hincapi¨¦ en la importancia de haber podido documentar la topograf¨ªa natural de la zona que facilitar¨¢ la comprensi¨®n de su desarrollo hist¨®rico y urban¨ªstico.
Se cita la aparici¨®n del Arroyo del Arenal, pozos, silos, basureros y las cimentaciones de construcciones de diferentes ¨¦pocas, destacando la que se localiza pr¨®xima a la puerta del Pr¨ªncipe del actual Palacio Real y que por la descripci¨®n que realizan y su identificaci¨®n como estructura defensiva, parece que nos encontramos ante los restos de la muralla.
Al igual que en los apartados anteriores no se aportan planos que faciliten la comprensi¨®n de todo lo expuesto, ¨²nicamente se adjunta un plano general que, debido a las reducciones realizadas para su montaje, aparece empastado y casi indescifrable. Como en todos los planos entregados, faltan las cotas de nivel y la localizaci¨®n de las catas.
Ni en el plano ni en las conclusiones se hace referencia a los trabajos y resultados que se est¨¢n obteniendo en las zonas pendientes de excavaci¨®n y que en la actualidad se est¨¢n viendo afectadas por los trabajos de maquinaria pesada.
En el apartado ¨²ltimo o de valoraci¨®n, se cita en primer lugar la existencia de la estructura bajomedieval, de car¨¢cter defensivo y que est¨¢ pendiente de fechar mediante estudios de termoluminiscencia. Aunque se identifica como resto defensivo, se le quita importancia a la hora de su conservaci¨®n, indicando que su inter¨¦s radica ¨²nicamente en "la posibilidad de conocer el verdadero trazado del recinto y certificar su posible funcionalidad y cronolog¨ªa".
Hay que destacar, en este punto, que hasta que no se proceda a la documentaci¨®n exhaustiva de los restos de cimentaci¨®n pendientes de documentaci¨®n, pr¨®ximos a la puerta del Pr¨ªncipe, no hay que restarles importancia, ya que si los encontramos, ante elementos defensivos habr¨ªa que aplicar lo relativo a monumentos hist¨®ricos declarados: muralla de Madrid, declarada Monumento Hist¨®rico Art¨ªstico por decreto de 15 de enero de 1954, siendo de aplicaci¨®n los art¨ªculos 15.1 y 19.1 de la vigente Ley de Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol, 16/85 de 25 de junio.
Como ¨²ltima indicaci¨®n, anotar que en la documentaci¨®n planim¨¦trica entregada en el informe de fecha 28 de marzo de 1996, ¨²nicamente se indican los restos de la zona frente al palacio, sin indicaci¨®n de los restos aparecidos en el ¨¢rea de la Almudena, en el ¨¢rea de los jardines de Sabatini, ni en el centro de la calzada, entre el Palacio Real y los jardines de la plaza de Oriente.
En consecuencia y como conclusi¨®n al presente informe, se?alamos los siguientes extremos:
Que nos encontramos ante una excavaci¨®n de especiales caracter¨ªsticas, tanto por su extensi¨®n, m¨¢s de 5.000 metros cuadrados, como por el lugar emblem¨¢tico de Madrid que ha sido afectado, considerado como el n¨²cleo que dio origen a la actual villa, desde la fase isl¨¢mica -siglo IX-, la cristiana -siglos XI-XII,
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