Teatro antiguo

Tengo yo la idea de que el esperpento de Valle-Incl¨¢n est¨¢ en el interior de la obra, y en el lenguaje, y en lo que se cuenta; pero no en la forma de hablar Y moverse los personajes. No debe ser la idea de Tamayo, por lo menos ahora: hace 20 a?os vi su versi¨®n hist¨®rica -el estreno en Espa?a, aunque yo la vi en Caracas- y no me dio la sensaci¨®n de que fuese as¨ª. Seguramente tendr¨¢ raz¨®n ¨¦l; pero desde mi punto de vista, me parece mal. Un texto espl¨¦ndido, del que alguna vez digo que creo que es la mejor obra de teatro espa?ola de todos los tiempos, se grita, se bambolea y vacila por los personajes eternamente borrachos. Se preparan las frases hist¨®ricas de la obra, como se hac¨ªa en el teatro antiguo (es teatro antiguo), para que ni un solo espectador se las pierda. Todo esto destrozar¨ªa la obra si es que la obra fuera destrozable: pero est¨¢ por encima de una mala direcci¨®n y una mala interpretaci¨®n. Es un retrato de la Espa?a de siempre: la que precedi¨® a la obra y la que la contin¨²a. Ser¨ªa util¨ªsimo que los grandes hombres pol¨ªticos que asistieron al estreno pudieran entender su lecci¨®n. Quiz¨¢ se la sepan: Aznar y Ana Botella se fueron en el descanso, pero estoy seguro de que la han visto y la han le¨ªdo antes.El paseo nocturno de esta pieza itinerante, de una sinceridad m¨¢s dura que salvaje, civilizada (es el dolor del civilizado que est¨¢ en el pa¨ªs de los salvajes, en Espa?a), los encuentros con los protagonistas de ese pa¨ªs torpe y duro, desde el preso anarquista hasta el ministro de la Gobernaci¨®n, de la taberna del hampa al cementerio, de la vida a la muerte, se sigue produciendo. El que no lo haya visto nunca, que acuda; luego, o antes, que lea la obra.

No me refiero a la actitud del p¨²blico, porque la obra se representaba como homenaje a Tamayo y a los 50 a?os de su Compa?¨ªa Lope de Vega; estaba la clase pol¨ªtica gobernante representada por sus m¨¢s altos personajes y tambi¨¦n algunas figuras de la cultura y del teatro (no siempre es lo mismo) y hab¨ªa un justo cari?o en el ambiente a Jos¨¦ Tamayo y a su largo y eficaz trabajo, y nadie quer¨ªa limitarlo a esta obra.