Solidaridad obligada
La respuesta de los jugadores al triunfo de Bosman sobre el gran hermano de la UEFA ha sido tan tibia como se espera en un colectivo esencialmente insolidario. Durante cinco a?os, el jugador belga combati¨® solo frente a la impresionante maquinaria de la UEFA. La AFE, el sindicato espa?ol de futbolistas, tuvo la dignidad de apoyar a Bosman durante un proceso extenuante que tuvo efectos desastrosos en la vida particular de Bosman.Sin embargo, el triunfo de Bosman ha sido mal vendido en algunos sectores del f¨²tbol, que todav¨ªa viven bajo el influjo del paternalismo. Da la impresi¨®n de que los jugadores sienten el miedo a la libertad, quiz¨¢ sometidos inconscientemente al vasallaje que han sufrido desde que el f¨²tbol es f¨²tbol. Por lo visto, el jugador se siente c¨®modo sin decir nada, sin opinar, sin reclamar sus derechos ante los poderes superlativos de la UEFA y la FIFA, que disponen del destino del juego y de sus beneficios sin consultar con los protagonistas del gran espect¨¢culo del siglo XX.
Todav¨ªa esta semana, algunos futbolistas espa?oles se quejaban de la ley Bosman sin reparar en la condici¨®n de hombres libres que tienen ahora, sin suponer que la nueva situaci¨®n les ofrece la posibilidad de agrandarse y decidir sobre aspectos decisivos de su profesi¨®n. Y no s¨®lo los jugadores se benefician. Los clubes, que hasta la sentencia Bosman estaban sometidos a la bota de la UEFA y la FIFA se encuentran ahora con las puertas abiertas para imponer su criterio y, si llega el caso, desligarse de unos organismos que todav¨ªa se atreven a confeccionar calendarios estrepitosos y que no tienen ning¨²n empacho en despojar, muchas" veces de forma caprichosa, a los equipos de sus grandes estrellas.
En la desinformaci¨®n y en la falta de an¨¢lisis, algunos jugadores han atacado la sentencia Bosman. Incluso desde la estad¨ªstica, el impacto de la llegada de jugadores comunitarios ha sido bastante d¨¦bil. A la Liga han llegado 34 comunitarios, una cantidad que el f¨²tbol espa?ol puede absorber perfectamente. Pero m¨¢s all¨¢ del miedo infundado est¨¢ la realidad. El futbolista espa?ol es un hombre libre gracias a Bosman. Su combate merece la solidaridad y la gratitud obligada -tambi¨¦n en el aspecto econ¨®mico- hacia el jugador que ha cambiado el destino del f¨²tbol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.