Narc¨ªs Serra lidera el PSC tras un congreso que no cierra las heridas del partido
Los socialistas catalanes no lograron exorcizar sus demonios familiares en el congreso que concluy¨® ayer en L'Hospitalet, con la sustituci¨®n de Raimon Obiols por Narc¨ªs Serra al frente del PSC. Los congresistas abrieron una puerta a la esperanza de la pacificaci¨®n pero de ning¨²n modo cerraron la brecha abierta hace al menos cuatro a?os entre la mayor¨ªa salista y la minor¨ªa obiolista. Despu¨¦s de acatar durante dos d¨ªas las llamadas de Serra y de Josep Maria Sala a la serenidad y la responsabilidad, los salistas le ajustaron ayer las cuentas a Obiols. Este fue castigado, aunque no humillado, al acceder a la presidencia del partido con el 60% de los votos del congreso.
El apoyo cosechado por Obiols contrasta con el recibido por los dem¨¢s dirigentes principales del partido, como Josep Borrell (78% de los votos), Serra y Jordi Sol¨¦ Tura (76%), Josep Montilla (74%), Joaquim Nadal (73%), Joan Revent¨®s (72%). Pasqual Maragall, castigado por los capitanes de Barcelona, reuni¨® el 66%, y. Josep Maria Sala, sobre quien se concentr¨® el fuego obiolista, el 65%. Horas antes, Felipe Gonz¨¢lez hab¨ªa dejado claro ante los congresistas que ¨¦l quer¨ªa a Obiols a su lado en la ejecutiva federal del PSOE.Libres del compromiso de respetar el equipo directivo dise?ado por Serra, los salistas dejaron caer todo el peso de su mayor¨ªa en la elecci¨®n de los consejeros nacionales. All¨ª los partidarios de Obiols fueron barridos literalmente por los de Sala. En la votaci¨®n de la nueva ejecutiva, sin embargo, los salistas tampoco salieron indemnes. Muchos de ellos, como bastantes obiolistas, fueron votados solamente por la mitad de los congresistas.
Pese a los resultados de las votaciones finales del congreso, representantes de todas las familias socialistas en liza expresaban ayer su esperanza en que el PSIC pueda empezar a caminar desde hoy mismo por la senda de la pacificaci¨®n interna. Todos ellos coincid¨ªan en que esa tarea no resultar¨¢ sencilla ni breve, pero la consideraban una condici¨®n imprescindible para perseguir con alguna posibilidad de ¨¦xito el objetivo de erigirse en elemento central y protagonista de la construcci¨®n de una alternativa amplia al nacionalismo conservador de CiU, en la que tendr¨ªan cabida las dem¨¢s fuerzas de la izquierda y los sectores progresistas independientes.
Los obiolistas, que llegaron al congreso arrog¨¢ndose una representaci¨®n interna del 35% frente al 15% que les conced¨ªan los salistas, lograron quedarse con un 23% de los puestos de la ejecutiva. Esta cuota fue arrancada a Serra merced al pulso tenaz que mantuvo Obiols hasta pasadas las nueve de la ma?ana de ayer. El ya ex primer secretario socialista no acept¨® la presidencia del partido que le ofrec¨ªa su sucesor hasta que ¨¦ste accedi¨® a incluir a 12 obiolistas dentro del nuevo equipo directivo, integrado por 52 personas. En este colectivo hay 28 salistas y 12 no alineados.
La envergadura de la representaci¨®n obiolista en la nueva direcci¨®n y el hecho de no haber sido consultados previamente, disgust¨® a algunos dirigentes territoriales afectos a Josep Maria Sala, especialmente a los de Barcelona. ?stos respondieron amenazando con presentar al congreso una "enmienda asesina", seg¨²n su propia definici¨®n, que exigir¨ªa al presidente del partido superar el list¨®n del 66% de los votos para acceder al cargo. El propio Sala se encarg¨®, en la madrugada de ayer, de convencer a los delegados barceloneses de que desistieran de su actitud si no quer¨ªan dinamitar el congreso y, con ¨¦l, las bases de una posible v¨ªa hacia la integraci¨®n.
Homenaje a los salientes
Serra cogi¨® formalmente ayer tarde el tim¨®n del partido haciendo un llamamiento a la unidad interna. Homenaje¨® a Obiols y al ex presidente, Joan Revent¨®s, y dej¨® bien claro que ¨¦l no pretende hacer de "¨¢rbitro entre facciones", sino de "motor de un proyecto com¨²n a todos".Felipe Gonz¨¢lez hab¨ªa puesto de manifiesto, horas antes del desenlace del congreso, que los dirigentes que llevaron a cabo la unificaci¨®n del socialismo en Espa?a tras el franquismo mantienen las viejas solidaridades pol¨ªticas. En su intervenci¨®n ante el plenario tuvo dos gestos. Uno, poniendo en primer lugar la permanencia del "v¨ªnculo entra?able" con Joan Revent¨®s, que ayer dejaba la presidencia del PSC. El otro, anunciando que Raimon Obiols, el ya ex primer secretario del PSC, "asumir¨¢ responsabilidades" en el conjunto del socialismo en Espa?a. Y m¨¢s. "Me ayudar¨¢ en esa tarea que me ha encargado la Internacional Socialista para renovar sus planteamientos ante el a?o 2000", informa Enric Company.
El espaldarazo a Revent¨®s y Obiols fue expl¨ªcito y era especialmente significativo porque se produc¨ªa a contrapelo del sentir de los cuadros del partido que controlaban el congreso.
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