Maya Picasso lamenta las "tonter¨ªas" que se dicen sobre la vida ¨ªntima de su padre
La exposici¨®n 'Picasso y el retrato' se abre en Par¨ªs tras su ¨¦xito en Nueva York
Libros sobre Pablo Picasso, art¨ªculos, supuestas grandes revelaciones sobre sus andanzas sexuales, pel¨ªculas como la protagonizada por Anthony Hopkins, que ha conseguido en Nueva York excelentes cr¨ªticas, son recibidas entre los familiares del pintor malague?o con una mezcla de curiosidad, sentido del humor y, a veces, franca irritaci¨®n. Para Maya Picasso, de 61 a?os, hija de Picasso y de Marie-Th¨¦r¨¦se Walter -la mujer con la que m¨¢s tiempo mantuvo una relaci¨®n de amor o de amistosa complicidad-, la gente ahora "se atreve a decir no importa qu¨¦ tonter¨ªa por la sencilla raz¨®n de que pap¨¢ est¨¢ muerto y no puede desmentirles". El pr¨®ximo viernes se abre en Par¨ªs una de las grandes exposiciones de la temporada, Picasso y el retrato, a la que Maya Picasso ha contribuido con varias obras.
M¨¢s de 500.000 personas visitaron en Nueva York, entre el 28 de abril y el 17 de septiembre, la exposici¨®n. Par¨ªs abre su versi¨®n del mismo acontecimiento el pr¨®ximo viernes y hasta el 20 de enero. El t¨ªtulo es id¨¦ntico, pero hay 80 obras menos. En total, 145. Las previsiones hablan de 300.000 personas desfilando por los salones del Grand Palais.Maya, que es una mujer muy vital y con un notable sentido del humor, se extiende sobre las ¨²ltimas supuestas revelaciones sobre la vida ¨ªntima de su padre: "A John Richardson le conven¨ªa encontrarle una amante estadounidense y ha aprovechado la coincidencia de que mi padre estuviese en la Costa Azul al mismo tiempo que los Murphy para decidir que Sara Murphy se acost¨® con ¨¦l. Tambi¨¦n se empe?an en ver retratos de mam¨¢ all¨ª donde no los hay, porque les parece mejor que pap¨¢ sedujese a una adolescente de 13 o 14 a?os que a una joven de 17. Y no s¨®lo eso: de pronto, se habla de Picasso como fumador de opio, de su homosexualidad o su pasi¨®n por las menores, se detalla o se inventa cuanto se refiere a sus andanzas sexuales, se quiere saber todo respecto a sus mujeres o amantes, pero se olvida que, antes que nada, era un pintor, que pintaba 14 o 16 horas diarias, que no pod¨ªa estar m¨¢s de tres d¨ªas sin sumergirse de nuevo en su taller. Gente como William Rubin [el director em¨¦rito del MOMA] imagina unas colonias de vacaciones en Dinard antes de que ¨¦stas existiesen para servir de marco a sus imaginarios encuentros er¨®ticos. En fin, que todos parecen saber m¨¢s de Picasso que quienes vivimos con ¨¦l".
Ocupaci¨®n alemana
Los a?os de la ocupaci¨®n alemana hicieron m¨¢s hogareno al artista y son a?os que coinciden con la infancia de Maya. "Viv¨ªamos en el bulevar Henry IV y yo iba a la escuela all¨ª, primero en la propia isla de Saint-Louis, luego en el Lic¨¦e Victor Hugo. ?l ven¨ªa a buscarme a menudo a la salida de las clases, aunque procuraban que no se supiese que yo era su hija, pues ¨¦l era ya entonces muy famoso y eso quer¨ªa decir que todo se complicaba. Con los alemanes, tuvo que quedarse mucho m¨¢s en casa y recuerdo perfectamente esos d¨ªas de agosto en que salir a la calle era jugarse la vida porque hab¨ªa tiradores apostados en todos los tejados. En el piso organizaba muchas fiestas, cantaba y bailaba, inventaba canciones, espect¨¢culos de music-hall y recib¨ªa amigos. Con Sabart¨¦s escribi¨® una canci¨®n insensata y grosera, muy divertida, que yo aprend¨ªa sin saber qu¨¦ diantres significaba todo aquello". El manuscrito, con la letra picassiana, desgrana una serie de versos procaces pensados para ser dichos con acompa?amiento de guitarra y vino: "Esta ni?a colorada / tiene los cojones verdes / su obispo gordo y rollizo / habichuelas en las barbas".Crecida en una marginalidad e ilegitimidad que ella recuerda feliz, con un padre peculiar pero al que nada reprocha, Maya se muestra comprensiva con sus hermanastros peque?os: "Claude y Paloma dejaron de ver a pap¨¢ cuando eran muy peque?os mientras que yo ya ten¨ªa 20 a?os. Para m¨ª fue mucho menos duro y no tuve que soportar el ver c¨®mo una serie de amigos tomaban partido contra Fran?oise y sus hijos".
Falsa irritaci¨®n
Eso no le impide criticar a ¨¦stos por la que considera su falsa irritaci¨®n ante la pel¨ªcula de James Ivory [con Anthony Hopkins] basada en el libro de Frangoise Gilot Life with Picasso, pues "una vez se han vendido los derechos y se han cobrado no tiene ning¨²n sentido hacerse el ofendido. Adem¨¢s, los personajes que pudieran querellarse viendo la pel¨ªcula, los que salen peor parados, o est¨¢n muertos o imposibilitados, por lo que no se van a quejar. A m¨ª me pintan como una idiota pesada de 10 a?os, pero dado que no tengo un papel importante tampoco tengo nada que decir. Ya no lo hice cuando en Espa?a rodaron aquella serie sobre los a?os j¨®venes de mi padre. ?Iba siempre tan bien vestido, su familia parec¨ªa tener de todo! La gente no sabe u olvida que vivi¨® durante muchos a?os en la miseria, que sus comienzos fueron muy duros y que ¨¦l recordaba siempre eso. Era una de las razones por las que era generoso con los que de verdad lo necesitaban. Jacqueline lleg¨® a decir que los padres de pap¨¢ eran muy burgueses cuando en realidad no ten¨ªan apenas nada".Maya recuerda las supersticiones de su padre, algunas t¨®picas, como la del sombrero encima de la cama, otras m¨¢s extra?as, como el evitar que sus u?as o cabellos reci¨¦n cortados pudiesen caer en manos de alguien que le quisiese mal, pero sobre todo recuerda cuando su padre le explic¨® "lo que significaba hacerle una cabronada a alguien. En Par¨ªs, cuando no ten¨ªa ni un c¨¦ntimo y se mor¨ªa de hambre, a veces le hab¨ªa pedido 100 francos a un amigo rico, que se los prestaba pero con la condici¨®n de que, a continuaci¨®n, le invitase a cenar en un buen restaurante. Cuando llegaba el final de mes reaparec¨ªa para reclamar los 100 francos. Para pap¨¢ todo en esa relaci¨®n era una cabronada y le sab¨ªa mal haber tenido que aceptarla".
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