Identificar amigos y enemigos
El Nobel de Medicina premia un hallazgo b¨¢sico en inmunolog¨ªa
Un ilustre cient¨ªfico trataba de explicar su cometido en la sociedad a j¨®venes ansiosos de conocer. Nuestra profesi¨®n, dec¨ªa, es muy humilde, simplemente tratamos de entender el mundo. Contribuimos a establecer los principios para que otros traten de resolverlo. Sin duda alguna el reciente premio Nobel de Fisiolog¨ªa y Medicina concedido a los. inmun¨®logos Peter Doherty y Rolf Zinkernagel representa el reconocimiento a esa humilde labor. Sus trabajos, desarrollados con el fin de entender el funcionamiento del sistema inmune, contribuyeron a desvelar alguno de los fascinantes misterios de la inmunolog¨ªa y abrieron el camino para poder desarrollar, en el futuro, herramientas terap¨¦uticas racionales ¨²tiles en la lucha contra las infecciones o el c¨¢ncer.Sus trabajos, publicados en el a?o 1974, despertaron tal inter¨¦s que constituyen desde entonces uno de los aspectos m¨¢s relevantes de la inmunolog¨ªa de los ¨²ltimos 20 a?os. Doherty y Zinkernagel describieron la necesidad del reconocimiento de los ant¨ªgenos del sistema principal de histocompatibilidad (SPH) para destruir c¨¦lulas infectadas por virus por los linfocitos T citot¨®xicos, uno de los mas eficientes brazos armados del sistema inmune. Y adem¨¢s, este reconocimiento es consecuencia de un proceso de aprendizaje que ocurre durante la generaci¨®n de los linfocitos T a partir de sus precursores en el timo. El papel relevante que el SPH desempe?a en el sistema inmune ya hab¨ªa sido puesto de manifiesto anteriormente y su importancia reconocida mediante la concesi¨®n del premio Nobel de Fisiolog¨ªa y Medicina en 1980 a los cient¨ªficos B. Benacerraf, J. Dausset y G. Snell. Todas las c¨¦lulas del organismo poseen un marcador ¨²nico que act¨²a a manera de documento de identidad y que, al igual que a los habitantes de un pa¨ªs, les permite ser reconocidas como constituyentes de esa comunidad, que es el organismo al que pertenecen. Al igual que sucede en la sociedad, la presentaci¨®n y el reconocimiento del SPH es requisito necesario para la movilidad de las c¨¦lulas en un organismo. La ausencia de este documento o la presentaci¨®n de un documento inapropiado por un individuo implica su exclusi¨®n. Esta se maniflesta en los organismos mediante el rechazo que se produce en el transplante de ¨®rganos entre individuos no relacionados gen¨¦ticamente. El papel que el SPH desempe?a en el rechazo inmunol¨®gico ya hab¨ªa sido descrito inicialmente por Snell. Sin embargo, Zinkernagel y Doherty le a?adieron una nueva dimensi¨®n demostrando que adem¨¢s tambi¨¦n cumple un papel fundamental en las interacciones celulares dentro del propio organismo. As¨ª, la eliminaci¨®n por los linfocitos T citot¨®xicos de las c¨¦lulas infectadas por virus y de las c¨¦lulas tumorales requiere su identificaci¨®n previa como miembro del mismo organismo mediante el reconocimiento de su SPH. Este reconocimiento es tan relevante que uno de los mecanismos que tanto los virus como los tumores utilizan para escapar al ataque .del sistema inmune consiste en provocar la p¨¦rdida del SPH en las c¨¦lulas infectadas o transformadas y pasar de esta manera desapercibidas para los linfocitos T citot¨®xicos. El sistema inmune, para garantizar la supervivencia del individuo, posee una capacidad ilimitada para reconocer todas las entidades moleculares que ha habido, que hay y que habr¨¢ en el futuro. Su interacci¨®n con elementos extra?os al mismo como son los pat¨®genos, virus y bacterias, conduce a su eliminaci¨®n, mientras que el reconocimiento de los componentes propios, a trav¨¦s del SPH, constituye una parte fundamental del mismo. Esta distinci¨®n por parte del sistema inmune entre aquello que es propio y lo que es extra?o es sin duda alguna uno de los aspectos m¨¢s fascinantes que ha ocupado a los inmunol¨®gos durante los ¨²ltimos cien a?os.
Los hallazgos de Zinkernagel y Doherty permitieron definir al SPH como las mol¨¦culas clave en este proceso e identificaron los mecanismos que lo gobiernan. La producci¨®n de ratones quim¨¦ricos para el sistema inmune mediante el uso de transplantes de m¨¦dula ¨®sea les permiti¨® concluir que la capacidad para reconocer el SPH como propio es independiente del que la propia c¨¦lula expresa y resulta como consecuencia de un complicado proceso de aprendizaje. Los linfocitos T citot¨®xicos se generan en el timo a partir de c¨¦lulas precursoras formadas en la m¨¦dula ¨®sea. Durante este proceso aprenden qu¨¦ ant¨ªgenos del SPH deben ser reconocidos como propios. El SPH as¨ª reconocido es el expresado por el timo, donde los linfocitos T se desarrollan. El timo se constituye, de esta manera, en una academia donde se ense?an las nociones de tolerancia y rechazo celular. Los trabajos de Doherty y Zinkernagel ponen una vez m¨¢s de manifiesto c¨®mo un extraordinario proceso intelectual creativo junto con la utilizaci¨®n de sistemas experimentales sencillos permite abrir nuevas fronteras para el avance de la ciencia.
Carlos Martinez es profesor de investigaci¨®n del CSIC.
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