Los ataques de punkis y 'bakaladeros' se duplican
La violencia de las tribus urbanas sigue imparable. De enero a septiembre, estas bandas juveniles han sido responsables de 130 agresiones f¨ªsicas en las calles de la regi¨®n (una cada dos d¨ªas). Pese a que se trata de una cifra similar a la del mismo periodo de 1995, los datos de la Brigada de Informaci¨®n demuestran que el fen¨®meno de la violencia juvenil ha experimentado un cambio radical. As¨ª, mientras los ataques atribuidos a los rapados de ideolog¨ªa neonazi, el grupo considerado hasta la fecha como el m¨¢s peligroso, han descendido un 30% respecto al a?o anterior, las agresiones de tribus como bakaladeros y punkis han aumentado un 95%. Una tendencia que confirma la hip¨®tesis policial de que los elementos m¨¢s violentos del movimiento neonazi, lejos de desaparecer, han empezado a introducirse en otras tribus, aumentando su agresividad.PASA A LA P?GINA 4
El mapa de las agresiones
El distrito de Chamberer¨ª, principal foco de la violencia juvenil
Otro dato que ensombrece a¨²n m¨¢s el cuadro de la violencia juvenil lo ofrece el mapa de las zonas de actuaci¨®n de estas bandas. A la cabeza de la estad¨ªsticafigura el distrito madrile?o de Chamber¨ª (154.000 habitantes), que, pese a las medidas policiales adoptadas desde 1995, ha sufrido de enero a septiembre de este a?o 21 agresiones -12 de rapados, 8 de bakaladeros y 1 de punkis-Otros puntos negros de la capital son el distrito de Moncloa (99.000 habitantes), donde los violentos han atacado 13 veces; Arganzuela (112.000 habitantes), con 10 agresiones; la zona de Ventas, con 9, y Chamart¨ªn (137.000 habitantes), con 8.
Fuera del ¨¢mbito metropolitano, y ya en el ¨¢rea de actuaci¨®n de la Guardia Civil, destaca el municipio de Majadahonda (38.000 habitantes). En este municipio se han registrado siete casos, casi todos en fin de semana. Algunos han revestido especial sa?a, como el de Carlos D. R., quien fue apaleado brutalmente por no querer cantar el Cara al sol. O bien el de Jos¨¦ L. M., cuya actividad en el Ateneo Libertario desat¨® las iras de los violentos, quienes acabaron propin¨¢ndole una paliza.
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