"Aqu¨ª se entiende bien el sentir y el quej¨ªo del flamenco"
Le ha puesto la voz y el lamento flamenco a uno de los poemas m¨¢s bellos y tristes que escribi¨® Jorge Luis Borges, La lluvia. Tiene Jos¨¦ Dom¨ªnguez, El Cabrero cantaor, 52 a?os, la piel fuerte y curtida, la voz arrastrada, la mirada acuosa, y toda la sabidur¨ªa que encierra bajo el sombrero un hombre de campo. Sin perder de vista a su centenar de cabras, ni a la sierra de Aznalc¨®llar (Sevilla), donde naci¨®, ni las ra¨ªces del flamenco m¨¢s puro, entre las que ha crecido, El Cabrero se rinde en su ¨²ltimo disco, Sin remache, a una m¨²sica hermana, dif¨ªcil y bella: el tango argentino.Pregunta. ?Qu¨¦ hace usted cantando a lo Gardel?
Respuesta. Eso digo yo. Digamos que me acun¨¦ con el flamenco, pero el tango me gusta desde siempre. De zagal, en las fiestas cantaba todo lo que me llegaba. Siempre he tenido el o¨ªdo pendiente del tango, pero en la pr¨¢ctica he estado ausente. Hace un a?o asist¨ª a una cumbre internacional del tango y all¨ª, m¨¢s valiente que nunca, me entregu¨¦. Luego, con el grupo Tango al Sur, decidimos grabar el disco, pero yo no olvido el flamenco ni lo m¨ªo.
P. Ha echado una cana al aire.
R. M¨¢s o menos. El hombre siente una cosa y diez a la vez. Yo tengo callos de andar en el flamenco, pero tambi¨¦n s¨¦ que en la vida hay mil caminos y hay mil m¨²sicas. Muchos caminos que andar pero una ¨²nica senda que se olvida. Por eso, dejar el flamenco ser¨ªa como dejar de respirar; pero el tango lo vivo intensamente, su m¨²sica me hechiza.
P. El flamenco y el tango son g¨¦neros marginales.
R. Tienen mucho en com¨²n. Nacen en las clases m¨¢s desprotegidas y las dos hablan de lo mismo. El flamenco es cosa de gitanos y el tango nace entre los arrabales y las prostitutas. Adem¨¢s, los dos son muy dif¨ªciles de interpretar, hay que hacerlo con mucha entrega y rigor, siempre me ha gustado meterme en berenjenales. Soy un hombre de contrastes y de campo...
P. Qu¨¦ decide presentar su disco en Madrid.
R. A la gente le gusta el flamenco como es, no se puede ronronear. Hay que darlo siempre con una miajita de hondura y de sentimiento. Pero, en general, en Madrid se entiende el sentir y los quej¨ªos del flamenco. Aunque es una ciudad con tanto traj¨ªn.
P. ?Se pierde en ella?
R. No la conozco bien, s¨®lo de una entrada por una salida, pero para un hombre que se ha criado en el campo es un poco dif¨ªcil. Y para mis cabras mucho m¨¢s; se morir¨ªan de fr¨ªo las pobres.
El Cabrero, Colegio San Juan Evangelista, avda de Gregorio del Amo, 4. Metro: Metropolitano. a las 22.30. Entradas, taquilla y Corte Ingl¨¦s, 2.000.
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