Valdeming¨®mez huele mal

Huele mal. La primera impresi¨®n al llegar a la planta de tratamiento integral de residuos s¨®lidos urbanos de Valdeming¨®mez, cercana a Rivas-Vaciamadrid (20.977 habitantes), es un c¨¦sped cuidadosamente segado junto al denso olor de la basura. Imagen y realidad. Nada delata al acercarse al edificio de oficinas del complejo que cada d¨ªa entran en ¨¦l 600 toneladas de desechos.S¨®lo el olor, tan denso y penetrante que casi puede tocarse, anticipa que la actividad de la incineradora no es tan id¨ªlica como muestra el v¨ªdeo que muestra la empresa Trimadrid, que gestiona la planta, para convencer de la bondad del proyecto.

La "recogida y eliminaci¨®n de los residuos s¨®lidos urbanos constituye el principal problema de las grandes urbes en este fin de siglo". Madrid produce 3.600 toneladas diarias, casi un kilo de basura por habitante. En ese punto coinciden gobierno municipal y la oposici¨®n, pero un grupo de concejales, miembros de CC OO y UGT y vecinos confirmaron ayer su temor a que la incineraci¨®n de residuos constituya un problema sanitario y de medio ambiente para los vecinos. Todos, miembros del movimiento social institucional contra la incineraci¨®n,. comprobaron sobre el terreno que los hornos de las planta -ayer funcionaban dos de ellos al 90% de su capacidad- se alimentan con pl¨¢sticos, que tendr¨ªan que haber sido previamente separados.

Jos¨¦ Ontall¨®n, director de Trimadrid, y Mar¨ªa Jes¨²s Ram¨ªrez, ingeniera de producci¨®n en la misma, lo reconocieron abiertamente. "Pasa mucho pl¨¢stico, fundamentalmente bolsas, porque no hemos encontrado nadie que lo quiera. S¨ª no se va a reciclar, ?para que lo vamos a separar?", manifest¨® Ram¨ªrez junto a las cintas trasportadoras que llevan los desechos hasta el horno. Preguntado sobre este punto ' al concluir la visita, Jos¨¦ Onta?¨®n fue rotundo. "Se quema lo que no tiene venta ninguna. Se recicla s¨®lo lo que se vende", afirm¨®.

Otro t¨¦cnico de la planta fue m¨¢s all¨¢: "Los pl¨¢sticos son, de hecho, el combustible que alimenta el horno. Si hubiera que comprar otro combustible, el proceso no ser¨ªa rentable". Es decir, Trimadrid -propiedad de Dragados- no tendr¨ªa ganancias. La empresa prev¨¦ obtener beneficios de 2.000 millones al a?o por la venta de la electricidad que produce la incineraci¨®n. Cada d¨ªa se obtienen unos 30 megavatios, aproximadamente lo que consume una ciudad de 50.000 habitantes.

Rafa Merino, concejal socialista y qu¨ªmico de profesi¨®n, llega a la planta pensando que ser¨ªa de comprobar que se queman pl¨¢sticos: los hornos necesitan para funcionar componentes de alto poder cal¨®rico, como los pl¨¢sticos. Estos son los que producen emisiones t¨®xicas, pero en las visitas anunciados suele estar preparado todo, no creo que podamos verlo", dec¨ªa antes de entrar.

Igualmente les dej¨® perplejos, tanto a ¨¦l como a sus compa?eros, el tratamiento que se da a las cenizas que quedan tras la combusti¨®n, as¨ª como la nula protecci¨®n de los trabajadores.

Las cenizas, acumuladas al aire libre, estan recogidas en grandes sacos marcados con un letrero: "Azucar. Sucran. 1.200 Kgs". Nada indica que contienen un producto potencialmente peligroso que debe estar en un dep¨®sito de seguridad. "Se depositan en sacos de diferente procedencia, no son espec¨ªficos", explic¨® Ontall¨®n.