Un decorado cruel para una amistad de guerra en Sarajevo
Gerardo Herrero, rueda "Territorio comanche" en la capital bosnia
ENVIADA ESPECIALLa guerra ha brindado el decorado m¨¢s perfecto y cruel. En las ruinas de Sarajevo el director espa?ol Gerardo Herrero filma la amistad y las obsesiones de dos reporteros de guerra, siempre caminando pegados a las paredes y escuchando el ruido de sus pasos sobre los cristales rotos. Dos formas diferentes de enfrentarse a la noticia subyacen en Territorio comanche, basada en el relato de Arturo P¨¦rez-Reverte y protagonizada en sus papeles principales por Carmelo G¨®mez, Imanol Arias y la argentina Cecilia Dopazo. El filme es el cuarto, y el primero de producci¨®n espa?ola, que se rueda en la ciudad bosnia, asediada y bombardeada durante cuatro a?os -10.000 muertos-, tras el fin de la contienda.
Territorio comanche, adaptaci¨®n del relato del periodista y escritor Arturo P¨¦rez Reverte -que levant¨® pol¨¦mica por la acidez con la que su autor retrat¨® a algunos compa?eros-, es un filme basado en las angustias y obsesiones de dos reporteros de guerra de carne y hueso: el propio P¨¦rez-Reverte, al que interpreta Imanol Arias en el papel de Mikel, y el c¨¢mara de TVE Jos¨¦ Luis M¨¢rquez, al que da vida Carmelo G¨®mez con el nombre de Jos¨¦. Todo el filme es real, a excepci¨®n del personaje interpretado por la argentina Cecilia Dopazo, de 26 a?os, quien, en el papel de Laura, da vida a una periodista de ¨¦xito de programas de reality show. Territorio comanche narra en 12 d¨ªas -lo que dura la estancia de la periodista en la guerra- la relaci¨®n amistosa, pero llena de tensi¨®n, entre los dos reporteros y entre ¨¦stos y los intereses y deseos de esa mujer a la hora de contar la crueldad de la contienda a los espectadores.
El suburbio de Dobrinja, junto al aeropuerto de la capital bosnia, al que los reporteros no pudieron acceder nunca durante la guerra, es uno de los escenarios m¨¢s castigados de Sarajevo. Se luch¨® casa por casa, vecinos contra vecinos, y sus resultados son m¨¢s que evidentes, viviendas fantasmales, ennegrecidas y agujereadas hasta la locura, en medio de unos jardincillos con tumbas caseras. Dobrinja es una de las 20 localizaciones reaIes de Sarajevo donde se rueda el cuarto largometraje del productor y director Gerardo Herrero. "No es una pel¨ªcula sobre la guerra de la ex Yugoslavia, eso lo deber¨¢n hacer ellos mismos. No opino sobre si unos son los buenos y otros los malos. Las guerras nunca se entienden, pero ¨¦sta menos, y me ha costado tener un criterio. Mis sentimientos y convicciones, que los tengo, intento ocultarlos. A m¨ª lo que m¨¢s me interesaba era narrar la amistad entre los dos periodistas y esa: obsesi¨®n que tiene el c¨¢mara por filmar la voladura de un puente", dice Herrero, que ha llegado a Sarajevo bien empapado en la historia de los Balcanes y el mundo de los periodistas de guerra, el miedo, la valent¨ªa, el alcohol y las mujeres.
Carmelo G¨®mez e Imanol Arias, enfundados en pesados chalecos antibalas, corren agazapados entre disparos imaginarios y se protegen en barricadas de sacos terreros, en medio de un fr¨ªo intenso y una lluvia persistente. G¨®mez ha aprendido a coger la c¨¢mara como M¨¢rquez -al que lleva pegado meses- y a enfrentarse al horror con humor sarc¨¢stico propio. "La guerra dispara lo mejor y lo peor de cada uno. M¨¢rquez representa al h¨¦roe m¨¢s cotidiano, de una pieza, sin valoraciones intelectuales, al contrario que P¨¦rez-Reverte, que intelectualiza la guerra. Representa la no intervenci¨®n, el profesional fr¨ªo", dice G¨®mez, para qui¨¦n lo m¨¢s atractivo de este, proyecto, aparte la amistad con M¨¢rquez, es la posibilidad de hacer un papel de composici¨®n externa. "Para m¨ª es oro. Voy a poder demostrar que puedo hacer otras cosas, adem¨¢s de hombres trastornados y complicados. Es un personaje muy fisico, que corre y salta".
Y si G¨®mez ha encontrado en su cercan¨ªa con M¨¢rquez, que realiza, el making off de la pel¨ªcula, la manera de, entender el porqu¨¦ de esos ojos rojos de los periodistas en presencia de una noticia, cuanto m¨¢s cruel mejor, Arias ha buscado alejarse de P¨¦rez-Reverte para parecerse a ¨¦l. Y vaya que lo ha conseguido. Con gafitas redondas y el pelo ins¨®litamente repeinado para una guerra, Arias lleva en el chaleco doctor Livingstone todos los accesorios, algunos de ellos personales, que P¨¦rez Reverte llevaba en sus d¨ªas de combate, sin olvidar el protector para el reloj del mill¨®n de pesetas del que no se separaba ni en las circunstancias m¨¢s duras. "Sarajevo ha sido una guerra que les ha marcado mucho, porque no s¨®lo la han conocido, sino que la han vivido. Cuando en marzo pasado, poco antes del fin de la guerra, estuve con P¨¦rez-Reverte en el barrio donde los serbios se hab¨ªan hecho fuertes, y donde antes de su huida quemaban las casas, comprend¨ª esa obsesi¨®n por la imagen y la coraza terrible que tienen los reporteros de guerra. Cuando llegu¨¦ al hotel, me di cuenta de que recordaba esa sensaci¨®n por la imagen y no las caras de los ancianos que sal¨ªan despavoridos de sus viviendas", dice, Arias, que, a sus 39 a?os, empieza a entender que quiz¨¢ como actor tenga m¨¢s facilidad para hacer personajes con referentes reales, como El Lute, y no imaginarios.
Si algo han entendido Imanol Arias y Carmelo G¨®mez en apenas dos semanas de rodaje es la droga irracional que la guerra provoca en los periodistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.