Sostiene G¨®mez
SOSTIENE G?MEZ de Lia?o que en Espa?a hay una "crisis de legalidad". Con las sorprendentes palabras pronunciadas en Santiago de Compostela, el juez instructor de la Audiencia Nacional contribuye a generar la misma crisis cuyas causas pretende denunciar, directa o indirectamente. En nada contribuye as¨ª a la imagen de imparcialidad a que debe aspirar todo juez en beneficio de su actividad profesional.S¨®lo en el marco de sus autos y resoluciones proh¨ªbe la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial a los jueces la cr¨ªtica a los otros poderes del Estado. Pero no en la actividad social de los magistrados, a quienes, en democracia, como a los dem¨¢s ciudadanos, les asiste el derecho a la libertad de expresi¨®n. Y pes¨¦ a, que los usos de la moderaci¨®n prevengan a los pol¨ªticos criticar a un juez.Pero una cosa es su derecho y otra la responsabilidad y la prudencia de un juez ante sus pronunciamientos en sociedad. Ambas le han faltado a G¨®mez de Lia?o. M¨¢s a¨²n en su caso, como juez instructor de la Audiencia Nacional, ya que, dadas las caracter¨ªsticas de esta instituci¨®n -hoy discutida-, sobre sus integrantes se concentra un poder que puede servir de plataforma hacia la notoriedad social para los que la busquen. Y sin duda G¨®mez de Lia?o, por su trayectoria, la busca.
Sostiene G¨®mez de Lia?o que hay en Espa?a "un gigantesco sistema de corrupci¨®n que afecta a la pol¨ªtica, la Administraci¨®n de justicia, las econom¨ªa y las finanzas". En su discurso sobre esta visi¨®n castastrofista de la situaci¨®n espa?ola, que compara con Francia e Italia, G¨®mez de Lia?o va m¨¢s all¨¢ de los casos concretos que haya podido conocer en su funci¨®n jurisdiccional. Sin duda se basa para sus juicios en los casos cono cidos. Pero tambi¨¦n insin¨²a la existencia en la prensa de "matarifes de las palabras" que van contra los jueces, y en particular contra ¨¦l. Todo juez, incluso en su actividad social, deber¨ªa dejar las insinuaciones en su casa y basar sus- acusaciones -ya sean de car¨¢cter general o particular- en pruebas o indicios suficientes.
Sostiene G¨®mez de Lia?o la "vacuidad del papel del Parlament¨®". Pero la justicia no se debe plantear en confrontaci¨®n con otros poderes del Estado. Con resultar todo esto grave, m¨¢s lo es que G¨®mez de Lia?o d¨¦ la sensaci¨®n, como algunos otros jueces, de querer proyectar una alternativa judicial desde su, discurso de salvador, que contrapone al de los pol¨ªticos democr¨¢ticamente elegidos: No llega este intento a un "gobierno de los jueces". Pero desde la sombra este discurso va deslegitimando la pol¨ªtica en democracia.
Si todas estas cautelas han de exigirse generalmente a los jueces, m¨¢s a¨²n deben tomarse por parte de un magistrado que lleg¨® como instructor a la Audiencia Nacional -hace apenas ocho meses- renunciando, inexplicablemente, a la categor¨ªa superior que le correspond¨ªa y cuando circulan insinuaciones que le ata?en por el hecho d¨¦ que un hermano suyo, abogado, forme parte del entramado que rodea a Mario Conde. Con lo que sostiene y las propias dudas que suscita, G¨®mez de Lia?o contribuye, pues, a la crisis de la legalidad. ?Pero qu¨¦ es lo que sostiene a G¨®mez de Lia?o?
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