Revitalizaci¨®n

Estos muchachos de Sheffield empezaron su carrera con el rostro cubierto de espinillas a finales de los setenta. Por ello no es de extra?ar que muchos les achaquen m¨¢s a?os de los que en realidad cuentan. Esta fr¨ªvola disquisici¨®n previa vale para afirmar que la salida del quinteto brit¨¢nico fue como un retornoal pasado. Hay que explicarlo: en sus inicios, el hard rock fue el primer amor. Y como eso no se olvida nunca, Leppard recuper¨® aquel sentimiento para abordar una primera parte vibrante. Despu¨¦s se dio paso a la presentaci¨®n de Slang, un ¨¢lbum con voluntad de cambio que no recibe la bendici¨®n total de su parroquia. en esta fase intermedia, de mucho menor inter¨¦s, tambi¨¦n sonaron algunos medios tiempos y baladas de otras etapas. Hysteria, el tema que da t¨ªtulo a uno de los ¨¢lbumes m¨¢s vendidos de la historia del g¨¦nero , y Bringin' on the heartbreak, la pieza con mayor antig¨¹edad del repertorio, salvaron la papeleta en ese tramo poco relevante. Volvi¨®luego el ambiente enfebrecido echando mano del magn¨ªfico cat¨¢logo de los a?os ochenta, establecido en los millonarios en difusi¨®n Pyromania y el citado Hyster¨ªa. Def Leppard est¨¢ en esa fase de madurez de su sonido en la que el grupo, por orgullo, intenta desmarcarse del pasado propio para buscar otros horizontes. No es ¨¦ste un tiempo boyante, pero nunca puede descartarse un vuelco a la situaci¨®n: estos tipos tienen capacidad sobrada para conquistar de nuevo a las masas con un par de temas aptos para todos los p¨²blicos. Mientras, es de justicia decir que estos br¨ªt¨¢nicos nos brindaron una buena noche de lunes.