Guerra abierta entre Ruanda y Zaire ante Ia pasividad occidental
El enfrentamiento entre Zaire y Ruanda es ya de pr¨¢ctica guerra abierta ante la pasividad de Occidente. Por segundo d¨ªa consecutivo, la artiller¨ªa de los dos pa¨ªses lanz¨® sus bombas al otro lado de la frontera. El intercambio de fuego fue ayer especialmente feroz entre Goma y Gisenyi, mientras la UE se remite a la ONU para plantearse una intervenci¨®n y Estados Unidos considera que es un asunto interno africano.
La guerra civil entre hutus y tutsis que devast¨® Ruanda resucita bajo una nueva forma en la regi¨®n de Goma, capital de la provincia zaire?a de Kivu Norte, donde m¨¢s de un mill¨®n de ruandeses y los responsables del genocidio encontraron cobijo en el amargo verano de 1994.Un alto responsable de una organizaci¨®n humanitaria, que pidi¨® no ser identificado, declar¨® ayer que su personal atrapado en Goma pudo ver c¨®mo tropas del Ej¨¦rcito Patri¨®tico Ruand¨¦s (EPR, tutsi) se internaron en territorio zaire?o e hicieron retroceder a los corruptos e ineficaces soldados del presidente Mobutu, que combaten con milicianos del derrotado Ej¨¦rcito hutu.
Cerca de 200.000 refugiados hutus del campo de Katale quedaron atrapados entre dos fuegos. En Kigali, la capital ruandesa, 150 kil¨®metros al oeste de donde se desarrollan los combates, entre vendedores de flores y bares concurridos, la guerra parece, sin embargo, una pesadilla lejana.
Tropas de Ruanda cruzan la frontera con Zaire y hacen retroceder a los soldados de Mobutu
La ma?ana tambi¨¦n transcurr¨ªa apacible en la hermosa villa fronteriza de Gisenyi, levantada junto al lago Kivu, cuando hacia las once las granadas de mortero y los proyectiles de la' artiller¨ªa emplazados en las inmediaciones de Goma cruzaron el cielo y desataron el p¨¢nico entre la poblaci¨®n. La mayor¨ªa de los 60.000 habitantes de Gisenyi huyeron al interior de Ruanda y el personal humanitario fue evacuado.. La ciudad se convirti¨® en un lugar fantasmal mientras el fuego de las bater¨ªas se hac¨ªa m¨¢s intenso.
Algunos periodistas vieron a varios interahamwe (los que matan juntos), las temibles milicias hutus que tuvieron un papel relevante en el genocidio de m¨¢s de medio mill¨®n de tutsis entre abril y julio de 1994, que exhib¨ªan pinturas de guerra sobre sus cuerpos desnudos y desafiaban a las balas como si por arte de brujer¨ªa fueran invulnerables. Fuentes humanitarias se?alaron que ha habido numerosos muertos y heridos por ambas partes, pero no se ha hecho p¨²blico ning¨²n recuento fidedigno.
La reacci¨®n ruandesa no se hizo esperar. Sus tropas cruzaron la frontera a las dos de la tarde e hicieron callar a las bater¨ªas zaie?s y a la artiller¨ªa del antiguo Ej¨¦rcito hutu. El frente de combate se desplaz¨® al interior de Zaire, a una franja de terreno que las nuevas autoridades de Kigali aseguran que le fue arrebatada a Ruanda en 1910, cuando las potencias europeas decidieron convertir ese fragmento de la regi¨®n de Kivu en una nueva provincia zaire?a. Son los tutsis que residen en esa regi¨®n, los banyamulenges, zaire?os desde hace generaciones, los que combaten contra las tropas de Motubu y las milicias y soldados del antiguo Ej¨¦rcito hutu. Los banyamulenges cuentan ahora con el apoyo decidido del Ej¨¦rcito tutsi ruand¨¦s.
Acusaciones de Zaire
Xinshasa volvi¨® a acusar ayer a Kigali de invadir su territorio. Cerca de 100 cooperantes y religiosos est¨¢n atrapados en Goma, que ha sufrido escenas de pillaje a manos de soldados zaire?os y de milicianos de bandera desconocida. El aeropuerto de Goma sigue cerrado y,, por tanto, no se recibe ayuda alguna, mientras la situaci¨®n humanitaria empeora de hora en hora. El campo de Mugunga, a escasos kil¨®metros de Goma, alberga ya a m¨¢s de medio mill¨®n de refugiados, huidos de los campos de Kibumba y Katale. Es la mayor aglomeraci¨®n de desesperados del mundo.
M¨¢s al sur, en Bukavu, la capital de Kivu Sur, los banyamulenges han completado la ocupaci¨®n de la ciudad y han instado a sus antiguos habitantes a que regresen a sus casas. Sin embargo, el olor, que desprenden los cad¨¢veres no enterrados y semiocultos en la floresta act¨²a de reactivo disuario. Adem¨¢s, el Gobierno de Zaire se resiste a haber perdido Bukavu y emiti¨® un comunicado en el que desmiente la evidencia y asegura que la ciudad sigue "bajo el control de las fuerzas armadas zaire?as", lo que revela que, tan pronto como pueda, ordenar¨¢ una ofensiva para recuperarla.
La paz est¨¢ lejos de aparecer en el horizonte, aunque las tropas de Kigali y los rebeldes tutsis zaire?os parecen haber conseguido sus objetivos: alejar de la frontera con Ruanda a los refugiados que serv¨ªan de escudo protector a los soldados hutus del antiguo Ej¨¦rcito ruand¨¦s y a las bandas de milicianos que peri¨®dicamente realizan operaciones de guerrilla al otro lado de la frontera. El ataque contra Gisenyi, acaso un intento de resucitar en el interior de Ruanda la guerra civil del verano del 94, hizo que los 15.000 tutsis all¨ª refugiados, desde que fueran expulsados de Masisi, al norte de Goma, en abril de este a?o, comenzar¨¢n un nuevo ¨¦xodo hacia el interior de Ruanda.
En la capital de Zaire, se vive otra tensi¨®n. Mientras el presidente Mobutu Sese Seko lucha contra el c¨¢ncer en la pl¨¢cida y lejana Suiza, su primer ministro, Kengo wa Dondo, vio como la oposici¨®n le ped¨ªa la dimisi¨®n por no haber mantenido una pol¨ªtica m¨¢s dura contra los tutsis. El Parlamento provisional defendi¨® la ruptura de relaciones diplom¨¢ticas con Ruanda, Burundi y Uganda, as¨ª como el despido de todos los tutsis empleados en el Ej¨¦rcito, en la funci¨®n p¨²blica -o en empresas participadas por el Estado.
Mientras en Kinshasa se desat¨® una aut¨¦ntica caza del tutsi y t¨¦cnicos y empresarios de origen tutsi hac¨ªan las maletas ante el miedo a un nuevo episodio de limpieza ¨¦tnica en la regi¨®n de los Grandes Lagos, la bandera zaire?a segu¨ªa ondeando en la legaci¨®n diplom¨¢tica del r¨¦gimen de Mobutu en Kigali.
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