Triunfo de la oposici¨®n cetrista en las legislativas de Rumania
Los ex comunistas han perdido el poder en Rumania, que controlaban desde 1990, seg¨²n las primeras proyecciones de las encuestas realizadas tras la doble jornada electoral de ayer. Dos sondeos coincidentes difundidos esta madrugada por la televisi¨®n otorgan a la oposici¨®n centrista una ventaja parlamentaria de entre 7 y 12 puntos. En la carrera por la jefatura del Estado, el actual presidente Ion IIiescu, hombre fuerte del pa¨ªs, disputar¨¢, como se preve¨ªa, la segunda vuelta con su principal rival, Emil Constantinescu, el hombre del d¨ªa, que le pisa los talones.
La participaci¨®n electoral se cifra en m¨¢s del 70%. lliescu, favorito en todos los pron¨®sticos, podr¨ªa incluso perder la presidencia en la ronda definitiva, el 17 de noviembre, si una parte de los votos que han ido a parar a Petre Roman, tercer clasificado con un 20% y aliado electoral de Constantinescu, se dirigen ahora a ¨¦ste, un profesor de Geolog¨ªa con poca experiencia pol¨ªtica que fue derrotado en las presidenciales de 1992.Las proyecciones del voto sugieren que los dos m¨¢ximos aspirantes a la jefatura del Estado rondan el 33% de los votos emitidos ayer. Roman ha declarado a este diario que har¨¢ campa?a por Constantinescu para la segunda vuelta. A la una de la ma?ana, los partidarios de este experto en mineralog¨ªa de 57 a?os, un moderado que ha barajado mensajes contradictorios, se hab¨ªan echado a las calles en el centro de Bucarest.Seg¨²n estimaciones de las dos firmas de sondeos m¨¢s importantes, difundidas tres horas despu¨¦s del cierre de los colegios electorales, el partido gobernante, la Democracia Social, que aglutina a los antiguos comunistas en torno al presidente lliescu, no ha superado el 25% de los votos, frente a un 32% como m¨ªnimo del bloque opositor Convenci¨®n Dem¨®crata.Esta coalici¨®n conservadora que dirige Constantinescu podr¨ªa llegar incluso al 37%. Junto con sus aliados del ex primer ministro Roman, que rondan el 12%, la oposici¨®n ganar¨ªa 36 esca?os, hasta situarse en 161 sobre 341. Esos mismos esca?os son los que perder¨ªan los ex comunistas, para quedar en 140.
La doble elecci¨®n en Rumania, tercera desde la ca¨ªda del comunismo, se ha celebrado, como las presidenciales de la vecina Bulgaria, en un paisaje de profundo deterioro econ¨®mico y desesperanza ciudadana. El partido gobernante, PDSR, ha sido acusado por todos los flancos de corrupci¨®n generalizada (los ministros se han presentado a las elecciones para garantizarse inmunidad) y de paralizar las reformas imprescindibles en uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de Europa en funci¨®n de los intereses de sus sus miembros m¨¢s prominentes, herederos de la nomenklatura comunista. M¨¢s de 17 millones de electores estaban convocados para designar a 341 diputados y 143 senadores, adem¨¢s del presidente de la Rep¨²blica. El voto se realiz¨® mediante un procedimiento complicado y rudimentario que consist¨ªa en estampar con un sello de caucho, en tres grandes papeletas, el casillero de la opci¨®n
"Iliescu patrocina la corrupci¨®n "
"No hay problemas para desbancar a Iliescu si nos unirnos", asegura euf¨®rico el ex primer ministro Petre Roman, uno de los tres aspirantes que cuenta para las presidenciales. El l¨ªder de la coalici¨®n reformista Uni¨®n Social Dem¨®crata est¨¢ convencido de que ¨¦l o su aliado Emil Constantinescu ser¨¢n el pr¨®ximo presidente de Rumania, quienes la llevar¨¢n a la OTAN y a la Uni¨®n Europea.Roman -de 50 a?os, madre santanderina y abuela vascaapoyar¨¢ a Constantinescu si, como todo lo sugiere, el profesor que encabeza la oposici¨®ncentrista a los ex comunistas se enfrenta a Ion lliescu en la segunda ronda de las presidenciales, en dos semanas. "Lo que todav¨ªa no hemos discutido con la Convenci¨®n Democr¨¢ta es el precio de este apoyo".
En la Uni¨®n Social Dem¨®crata, cuyas expectativas de voto en las legislativas han subido en las ¨²ltimas semanas hasta el 17%, se considera. que Emil Constantinescu carece de fuste pol¨ªtico. Por eso Petre Roman, 11 salvo fraude, que es muy posible", se ve a s¨ª mismo como el inevitable ¨¢rbitro del futuro rumano. Su pesadilla, quedarse fuera del juego mediante unacuerdo in extremis entre la heterog¨¦nea coalici¨®n de Constantinescu y el partido gobernante, ex comunista: "Qui¨¦n sabe, la Convenci¨®n es muy fr¨¢gil. Pero por el momento estamos juntos y tenemos claro que Iliescu debe marcharse". Para Roman, antiguo protegido de Iliescu convertido en enemigo frontal tras los acontecimientos postrevolucionarios, "la pobreza es el drama b¨¢sico de los rumanos, y la corrupci¨®n pol¨ªtica y administrativa no tiene l¨ªmites; es tentacular, y empieza desde arriba. No s¨¦ si ¨¦l mismo est¨¢ metido, pero la patrocina y la permite. Es su gente".
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