El PSOE pide a quienes "han intentado" otra soluci¨®n que acaten las decisiones del Supremo

"Tranquilos, todos tranquilos; pase lo que pase, acatamos y respetamos la decisi¨®n de la justicia. Yo estoy muy tranquilo". ?sta fue la recomendaci¨®n que el secretario general del PSOE, Felipe Gonz¨¢lez, dio a sus compa?eros de la comisi¨®n permanente de la ejecutiva federal por la ma?ana, a la misma hora en la que estaba reunida la Sala Segunda del Supremo. Al conocerse la decisi¨®n favorable para los socialistas, el secretario de organizaci¨®n, Cipri¨¤ Ciscar, pidi¨® "a aquellos que llevan tiempo intentando que la justicia act¨²e de acuerdo a sus intereses que acaten con todas las consecuencias la resoluci¨®n".

Felipe Gonz¨¢lez, estaba de buen humor, aunque aquejado de catarro. El gesto pol¨ªtico lo hizo a primera hora de la tarde, al comparecer junto con el eurodiputado Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce para hablar sobre la cat¨¢strofe de ?frica central."?stas son mis preocupaciones", dijo Gonz¨¢lez. "?C¨®mo espero la decisi¨®n del Supremo? Ya lo ven: mi preocupaci¨®n est¨¢ en la necesidad de actuar ante la cat¨¢strofe humanitaria del Zaire", a?adi¨®.

Los dirigentes del PSOE aseguraron que cada cual iba a pasar el d¨ªa de acuerdo con sus obligaciones previstas. Cuando al filo de la una de la madrugada se supo la decisi¨®n la mayor¨ªa de los dirigentes del PSOE, incluido Felipe Gonz¨¢lez, se encontraban en sus domicilios.

El secretario de organizaci¨®n, Cipri¨¤ Ciscar, reiter¨® la doctrina de la tranquilidad. "Siempre hemos dicho que lo que decidiera el Tribunal Supremo nos parecer¨ªa bien; hemos dicho que se dejara trabajar con serenidad a los magistrados". Despu¨¦s, vino el reproche: "Espero que aqu¨¦llos que llevan tiempo intentando que la Justicia act¨²e de acuerdo con sus criterios e intereses sepan acatar con todas sus consecuencias las decisiones del Tribunal Supremo".

Tambi¨¦n estaba en su domicilio Txiki Benegas, secretario de Relaciones Pol¨ªticas e Institucionales directamente afectado junto a Gonz¨¢lez y al ex vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra. "Respeto esta decisi¨®n como hubiera respetado la contraria", dijo escuetamente Benegas.

Narc¨ªs Serra estuvo hasta pasadas las nueve y media de la noche en el Congreso de los Diputados donde presidi¨® la comisi¨®n de Presupuestos. No hubo nada que preguntarle porque cuando en el viejo Palacio de las Cortes se apagaron las ¨²ltimas luces los magistrados del Supremo segu¨ªan deliberando.

La pauta, no obstante, la hab¨ªa marcado el secretario general. En el PSOE no ocultaban que la salida ante los medios de comunicaci¨®n de Gonz¨¢lez, poco antes de las dos de la tarde, ten¨ªa un significado pol¨ªtico evidente. En todo momento, el l¨ªder socialista quiso demostrar, tanto a su partido como a la opini¨®n p¨²blica, que no se escond¨ªa y que era capaz de lucir un aspecto sereno. Sus extensos comentarios sobre la situaci¨®n en Zaire fueron graves, y s¨®lo sonre¨ªa cuando de manera infructuosa los informadores le preguntaban de diferentes maneras c¨®mo afrontaba lo que en esos momentos pasaba en el Supremo. "Suelo ser fiel a mis propias opiniones. No voy a opinar"."?De qu¨¦ me habla"

A otro informador apenas le dej¨® terminar la pregunta: "?Conoci¨® usted en 1994 que exist¨ªa un plan para dejar de pagar a Jos¨¦ Amedo?". Gonz¨¢lez respondi¨®: "Ni tan siquiera s¨¦ de qu¨¦ me est¨¢ usted hablando".

Pasadas las diez de la ma?ana empezaba la reuni¨®n habitual de los lunes en la que Felipe Gonz¨¢lez se encuentra con los miembros de la direcci¨®n de su partido. El orden del d¨ªa fijado se fue cumpliendo escrupulosamente: evaluaci¨®n de la ¨²ltima reuni¨®n con Izquierda Unida; preparaci¨®n del debate sobre la OTAN y asuntos "org¨¢nicos".

Al t¨¦rmino de la reuni¨®n Felipe Gonz¨¢lez pidi¨® a sus compa?eros que estuvieran tranquilos.