El incremento de bandas violentas de atracadores alarma a la polic¨ªa
![Jan Mart¨ªnez Ahrens](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fa8d3d51b-63fb-4044-90fa-fc3e6fdae017.jpg?auth=71cb888c68a3f94c3df73f306ba94a01247a7b5ba098ef4cc58889f1128b4244&width=100&height=100&smart=true)
La alarma policial se ha encendido. Las bandas de atracadores, en muchos casos extranjeras, que en los ¨²ltimos meses campan por las calles de Madrid se han embarcado en una espiral de violencia gratuita. Este es el caso del menor que el martes pasado mat¨® al polic¨ªa Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez Maricalva, de 42 a?os, al arrollarle con una furgoneta.El supuesto homicida -?ngel Amor P. M., de 17 a?os- pertenec¨ªa a una de dichas organizaciones criminales, concretamente a una especializada en atracar personas a la salida de los bancos (cogoteros). Este grupo de delincuentes, 15 de cuyos supuestos integrantes, casi todos chilenos, han sido detenidos, era considerado por la polic¨ªa "extremadamente peligroso", en la medida en que empleaba la violencia al menor atisbo de resistencia en las v¨ªctimas.
La fecha de su asentamiento en Madrid a¨²n no ha sido aclarada, pero, seg¨²n las primeras versiones, a principios de verano pasado ya hab¨ªan alquilado uno de los tres pisos francos que les serv¨ªan de guarida y dep¨®sito de armas. Desde entonces hab¨ªan perpetrado numerosos asaltos callejeros, aunque sin despreciar el robo a mano armada. Este fue el caso, siempre seg¨²n la polic¨ªa, del atraco cometido el 19 de octubre en una joyer¨ªa de Villaverde. All¨ª, tras disparar al aire y golpear salvajemente al due?o, de 66 a?os, huyeron con un bot¨ªn de tres millones de pesetas.
El descubrimiento de esta banda, varios de cuyos integrantes segu¨ªan siendo buscados ayer por la polic¨ªa, viene a engrosar la lista de grupos criminales que, procedentes del extranjero, desembarcan en la capital de Espa?a con el ¨²nico objetivo de robar. Este fen¨®meno, seg¨²n alertan fuentes policiales, ha tra¨ªdo consigo no s¨®lo la importaci¨®n de los cogoteros, sino tambi¨¦n la subida de los ¨ªndices de criminalidad. En el apartado de robos con violencia se ha producido un incremento del 15% en los siete primeros meses de este a?o respecto al mismo periodo de 1995. Entre las caracter¨ªsticas de estas bandas figura, adem¨¢s de su extrema violencia, el empleo de armas de fuego.
Uno de los primeros casos de esta espiral delictiva se registr¨® el a?o pasado. Se trataba de un grupo de colombianos que irrump¨ªa de noche en los chal¨¦s de la periferia de Madrid, donde maniataban y golpeaban brutalmente a sus v¨ªctimas -incluso llegaron a violar a un menor- La mayor parte de sus integrantes huyeron a Venezuela antes de su captura. Atr¨¢s dejaron una aut¨¦ntica ola de terror.
M¨¢s recientemente, en agosto pasado, fue desarticulado un grupo de 18 chilenos, a los que la polic¨ªa atribuy¨® m¨¢s de 150 atracos.
La polic¨ªa investiga la supuesta participaci¨®n del menor en un anterior intento de homicidio
Esta banda, al igual que la que mat¨® el martes al polic¨ªa, hab¨ªa diversificado su abanico delictivo: dividida en grupos de cinco, igual desvalijaba a personas que sal¨ªan de bancos que asaltaba chal¨¦s, pisos y tambi¨¦n, en una ocasi¨®n, un hospital.
Otra de las organizaciones extranjeras que han convertido las calles de Madrid en el blanco de sus golpes fue desmantelada hace tan s¨®lo dos semanas. Estaba compuesta por 28 colombianos. Especializada en robos a joyer¨ªas, sus integrantes dispon¨ªan de armas de fuego y pisos francos. El bot¨ªn, una vez conseguido, lo trasladaban a Colombia para su venta. Este hecho hace suponer a la polic¨ªa que vinieron a Espa?a cumpliendo el encargo de alguna mafia internacional.
Los 15 detenidos entre la noche del martes y la madrugada del mi¨¦rcoles se ajustan, en principio, al perfil de estas bandas. Pose¨ªan armas de fuego -una escopeta recortada y una pistola con dos cargadores-, tres pisos -dos en la calle de San Claudio y otro en la plaza de las Hilanderas-, y se divid¨ªan en grupos de cinco para sus asaltos.
El menor -?ngel Amor P. M., alias Sabonis, de 17 a?os- era el ¨²nico espa?ol de la banda, para la que cumpl¨ªa las tareas de ch¨®fer. De hecho, fue ¨¦l quien conduc¨ªa la furgoneta que arroll¨® al polic¨ªa.
?ngel Amor, del que la polic¨ªa investiga ahora su presunta implicaci¨®n en un homicidio frustrado, es descrito por quienes le trataron como alto, corpulento y de aires chulescos. "Iba siempre con gorra de b¨¦isbol, playeras y zapatillas, como un yanqui. Hac¨ªa ostentaci¨®n de dinero. Una vez le cobraron 10.000 pesetas en una peluquer¨ªa y dijo que le parec¨ªa barat¨ªsimo", se?al¨® un vecino del inmueble de la calle de San Claudio (Vallecas) donde ?ngel Amor habitaba con otros implicados. El piso, de 75 metros cuadrados, costaba unas 83.000 pesetas al mes. Debido al trasiego de entradas y salidas, los vecinos no fueron capaces ayer de precisar cu¨¢nta gente viv¨ªa all¨ª. "Pero, eso s¨ª, no trabajaban. Sal¨ªan de noche y volv¨ªan de madrugada", afirmaba un inquilino.
La primera pista sobre los movimientos de esta banda se inici¨® tras el citado asalto a la joyer¨ªa de Villaverde. El Grupo de Delincuencia Urbana de la Brigada de Polic¨ªa Judicial se hizo cargo de las investigaciones.
Primera pista
Pronto fue identificado uno de sus supuestos miembros: William Orlando ?vila, de 29 a?os, que resid¨ªa en la calle de San Claudio (Vallecas). Esta pista condujo hasta el resto de implicados. Se averigu¨® su domicilio y tambi¨¦n que utilizaban una furgoneta Chrysler Voyager en sus desplazamientos. El martes, este veh¨ªculo fue visto por los agentes en la calle de San Claudio. Iban dentro cinco hombres. La furgoneta consigui¨® zafarse de los polic¨ªas, pero a primera hora de la tarde fue localizada de nuevo en la calle de Pons Molins. Estaba aparcada y vac¨ªa.
Sobre las 17.30, los cinco sospechosos regresaron al veh¨ªculo. Fue entonces cuando se intent¨® detenerles. Tres coches policiales se cruzaron, mientras los agentes ped¨ªan a los ocupantes de la furgoneta que descendiesen. ?ngel Amor, sin embargo, apret¨® el acelerador, embisti¨® contra los coches policiales y arroll¨® al agente S¨¢nchez Maricalva, quien horas despu¨¦s fallec¨ªa en el hospital Gregorio Mara?¨®n. Entretanto, los presuntos homicidas dejaron la furgoneta y subieron a otro veh¨ªculo, que abandonaron en el pol¨ªgono Urtinsa, en Alcorc¨®n (144.000 habitantes), informa F. Javier Barroso.
Tras esta fuga, la Delegaci¨®n del Gobierno orden¨® un espectacular despliegue policial. En unas pocas horas, los implicados fueron detenidos, en su mayor¨ªa en los pisos francos.
La muerte de S¨¢nchez Maricalva conmocion¨® a sus colegas. A la capilla ardiente, que congreg¨® a m¨¢s de un millar de personas, acudi¨® la c¨²pula del Ministerio de Interior, de la Delegaci¨®n del Gobierno, del Ayuntamiento de Madrid y numeros¨ªsimos compa?eros de la v¨ªctima.
"Muchas veces nos olvidamos del riesgo que corren los miembros de las fuerzas de seguridad, nos olvidamos de que trabajaban para nuestra paz y tranquilidad", afirm¨® el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, quien impuso a t¨ªtulo p¨®stumo la medalla de oro al m¨¦rito policial a S¨¢nchez Maricalva. "Ha dado la vida por defender a los dem¨¢s. Era una persona extraordinaria", indic¨® el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano.
El agente fue enterrado por la tarde en el cementerio de El Espinar (Segovia). Tras la inhumaci¨®n, una polic¨ªa entreg¨® a la viuda la bandera de Espa?a que cubr¨ªa el f¨¦retro.
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