Las potencias se disputan la regi¨®n

"Estados Unidos ha ganado la batalla de Ruanda. La Uni¨®n Europea (UE), arrastrada por Francia, la ha perdido". Esta frase de un diplom¨¢tico refleja una realidad que subyace paralela en el conflicto de los Grandes Lagos. En los ¨²ltimos a?os se libra aqu¨ª una sorda lucha pol¨ªtica entre pa¨ªses te¨®ricamente aliados. Estados Unidos, sin los lentes bicolor de la guerra fr¨ªa, ha sabido leer mejor la complejidad actual de ?frica. "Ya controlan como estrech¨ªsimos aliados Eritrea, Etiop¨ªa, Uganda, Burundi y Ruanda; son los que mejor se han posicionado para la voladura, controlada o no, de Zaire", dice un europeo en Kigali con cinco a?os de experiencia en la zona. De la mano de Washington se empieza a asomar Israel. Los tutsis gobernantes en Kigali tienen como referencia a los jud¨ªos, pues comparan el genocidio de 1994 (en el que fueron asesinados casi un mill¨®n de personas) con el holocausto. Ambos tienen en com¨²n el hecho de que fueron cuidadosamente preparados.El hijo del difunto Fran?ois Mitterrand, Jean-Christophe, no es demasiado popular en Kigali. Se le conoce burlonamente como Papa m'a dit (Pap¨¢ me ha dicho). Era, al parecer, su frase favorita cuando visitaba al Gobierno anterior, el de Juv¨¦nal Habyarimana, un hutu que fue asesinado en abril de 1994 por los halcones de su r¨¦gimen por pactar, forzado por la comunidad internacional (Estados Unidos), con el Frente Patri¨®tico Ruand¨¦s (FPR), de mayor¨ªa tutsi, que controlaba el tercio norte del pa¨ªs. Francia arm¨® durante a?os al Gobierno de Habyarimana, y obtuvo por ello ping¨¹es beneficios. Tras el genocidio y la derrota de los hutus en julio de 1994, Par¨ªs protegi¨® a los cabecillas y a los interhamwes, las SS del r¨¦gimen, facilitando su huida a Zaire. El Gobierno franc¨¦s lo cubri¨® bajo el manto de la Operaci¨®n Turquesa, un supuesto gesto humanitario que nunca fue tal.

"Francia arrastr¨® a toda la Uni¨®n Europea en su visi¨®n de los hechos", se queja un embajador comunitario en Kigali. La UE tard¨® tres meses en reconocer al nuevo Gobierno controlado por el FPR. "Eso cre¨® una fractura definitiva. Ahora estamos en inferioridad que condiciones frente a los norteamericanos", dice el diplom¨¢tico. Otras fuentes europeas en Kigali, que piden el anonimato, van m¨¢s lejos al afirmar que s¨®lo Francia y B¨¦lgica conoc¨ªan la realidad aut¨¦ntica de esta zona del mundo, Ios pa¨ªses nos dejamos arrastrar por un deber de solidaridad comunitario".

"Hay un hecho incontestable: Ruanda est¨¢ marcada por el genocidio de 1994 y la desvertebraci¨®n de la sociedad. Los del otro lado del Atl¨¢ntico lo supieron ver desde el primer instante; nosotros, no", a?ade.

Paul Kagame, m¨¢ximo jefe militar del FPR, actual vicepresidente, ministro de Defensa y verdadero hombre fuerte de Ruanda, no habla una palabra de franc¨¦s, el segundo idioma oficial. "Maneja el ingl¨¦s con acento de Oxford", aseguran los que le han tratado. Se ha educado en escuelas militares brit¨¢nicas y norteamericanas. Kagame impulsa desde hace dos a?os la anglofiliaci¨®n de Ruanda. El ingl¨¦s ser¨¢, en breve, la segunda lengua, en sustituci¨®n del franc¨¦s, el idioma de los genocidas.

La guerra sorda entre potencias por el control de Ruanda empez¨® en el siglo XIX. B¨¦lgica, o su rey Leopoldo II, que administr¨® las colonias con el entusiasmo de una finca privada, se hizo con el control del Congo, Ruanda y Burundi. La candidatura de B¨¦lgica surgi¨® como alternativa al anularse entre s¨ª las ambiciones de dos pesos pesados: Francia y el Reino Unido.Philippe Mahoux, socialista y vicepresidente del Senado belga, ahora de visita en Ruanda, se niega a entrar en el debate. Con habilidad de pol¨ªtico, reh¨²ye el tema:El problema aqu¨ª es el de la poblaci¨®n, no el de una supuesta guerra entre aliados".

El declive belga dio paso a la expansi¨®n natural de la grandeur francesa. Par¨ªs siempre menospreci¨® a los tutsis del FPR, a los que tildaba de "jemeres negros", "hordas amitas" o "caballos de Troya de los anglosajones". Francia entren¨® y ayud¨® econ¨®mica y militarmente a sus aliados hutus para contener el primer ataque del FPR desde la vecina Uganda en 1990. Impidi¨® que ¨¦stos tomaran Kigali. Aplic¨® en Ruanda sus mejores estrategias antisubversivas sin reparar en sus consecuencias. Las tropas hutus, entrenadas por personal militar franc¨¦s, practicaron la tortura sistem¨¢tica y elaboraron una ampl¨ªsima lista de tutsis, con nombre, apellido y direcci¨®n, a exterminar. Murieron casi un mill¨®n.

'Me parece imposible que los franceses no supieran nada de esos planes de exterminio", dice la fuente diplom¨¢tica en la capital ruandesa. "Tal vez el El¨ªseo no lo supiera, puede que tal vez el Ministerio de Asuntos Exteriores tampoco, pero hab¨ªa c¨ªrculos franceses que los conoc¨ªan. Estoy seguro", dice. "Si Espa?a decide enviar tropas, deber¨¢ saber elegir muy bien su compa?ero de viaje. La opci¨®n francesa es, sin duda, el suicidio", replica el comunitario.

Paul Kagame, el hombre fuerte de Ruanda, no perdona. Aliado de EE UU, ya no depende de la opini¨®n de Francia, a la que desprecia. Juega sus cartas con extrema habilidad. Hace unos dos meses, en una visita oficial a Jerusal¨¦n, Kagame inaugur¨®, junto al primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, un altar a las v¨ªctimas tutsis del genocidio en el altar de los muertos del holocausto. Es el ¨²nico pa¨ªs del mundo que lo ha logrado.

Esa h¨¢bil identificaci¨®n entre las dos grandes matanzas le ha granjeado simpat¨ªas del lobby jud¨ªo.Tanto como en Isael. "A¨²n no llegan muchos hombres de negocios norteamericanos o israel¨ªes por aqu¨ª, pero la base ya la han sentado. Tienen el mejor mirador para decidir el futuro de Zaire, y all¨ª s¨ª hay oro, diamantes, cobre, cobalto, manganeso... minerales estrat¨¦gicos. Y esa enorme riqueza ya no habla franc¨¦s", sentencia por ¨²ltimo el diplom¨¢tico.

En los ¨²ltimos a?os se libra una sorda lucha pol¨ªtica entre pa¨ªses te¨®ricamente aliados"Si Espa?a decide enviar tropas, deber¨¢ saber elegir muy bien su compa?ero de viaje"