El capitalismo franc¨¦s
"Durante mucho tiempo Francia ha intentado tomar lo mejor del sistema liberal y del sistema administrativo, financiado y organizado por el Estado. Este colbertismo de alta tecnolog¨ªa ha permitido realizar grandes proyectos en el campo de la aeron¨¢utica, la energ¨ªa nuclear o las telecomunicaciones. Pero hoy unimos lo peor de los dos mundos en vez de tomar lo mejor: ?acumulamos el prurito intervencionista con un liberalismo desenfrenado!... Han liberalizado a la inglesa y cartelizado a la alemana... El poder nombra a unos presidentes [de empresas] que tienen como baza principal ser amigos suyos; ¨¦stos a continuaci¨®n eligen a los administradores y a los accionistas: es lo que llamo la pir¨¢mide invertida del capitalismo franc¨¦s". Las palabras de Elie Cohen, padre del concepto de colbertismo industrial, ilustran las dificultades del capitalismo franc¨¦s.Un a?o despu¨¦s de las grandes movilizaciones en contra de la reforma de la Seguridad Social, propuesta por el d¨²o Chirac-Jupp¨¦, la situaci¨®n ha corrido el riesgo de reproducirse -por otros motivos- a trav¨¦s del conflicto de los camioneros. El alivio por el arreglo del asunto no debe distraer la atenci¨®n de los problemas m¨¢s pro fundos de Francia; a los desequilibrios coyunturales para entrar en la moneda ¨²nica se a?aden sus dificulta des estructurales. Hay quien habla de una aversi¨®n de los grandes inversores contra Francia como empresa. Que la pol¨ªtica de Jupp¨¦ no est¨¢ consiguiendo reconducir la situaci¨®n no lo dicen s¨®lo las. encuestas, sino el juicio severo de los analistas sobre las empresas. Seg¨²n un trabajo publicado hace varias semanas por Le Nouvel Observateur, algunas de las caracter¨ªsticas de esas sociedades son las siguientes:
-En los ¨²ltimos cinco a?os los beneficios de las empresas francesas han descendido un 36% frente a un aumento del 52% de las brit¨¢nicas y un 75% de las norteamericanas. Ninguna figura entre las 100 primeras del mundo, por su valor burs¨¢til, seg¨²n la clasificaci¨®n de Business Week, mientras se pueden encontrar empresas de Australia, Hong Kong o Singapur.
-La mezcla entre lo p¨²blico y lo privado, el peso del Estado y el papel de los ex alumnos de la Escuela Nacional de Administraci¨®n han demostrado ser eficaces durante mucho tiempo para construir grandes proyectos. Pero la excepci¨®n francesa se ha convertido en un lastre.
-No existe en Francia una sola empresa capaz de firmar un cheque multimillonario para adquirir un competidor o aprovechar una oportunidad. Este es el germen de la toma de control por capitales extranjeros de sectores enteros de la econom¨ªa. Las empresas francesas son m¨¢s presas que cazadoras.
-En Francia nadie se extra?a de que Jacques Friedmann, amigo de Jacques Chirac, haya sido nombrado presidente de UAP. En Alemania, en cambio, se montar¨ªa un esc¨¢ndalo si Kohl colocase a un amigo suyo en la presidencia de Allianz. El amiguismo que ha prevalecido en las privatizaciones es econ¨®micamente peligroso porque tiene como corolario la ausencia de sanciones si fracasan.
-La ¨²nica soluci¨®n para poner en cuesti¨®n a la casta olig¨¢rquica es la toma del control de varias de las principales sociedades francesas, industriales o financieras, por parte de extranjeros. Esperemos que sean europeos.
Estos asuntos estructurales son tanto o m¨¢s importantes para la Uni¨®n Europea que los criterios de convergencia. De su desenlace depender¨¢ el modelo de sociedad europea. El modelo del capitalismo franc¨¦s, como el alem¨¢n o el espa?ol, ser¨¢n centrales para los ciudadanos.
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